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Fekat Circus, el circo social que «cambia a la gente»

Los artistas amáricos del Fekat Circus, el circo social de Addis Adeba, (Etiopía) no dejaron indiferente a nadie en su show de las fiestas de Amara. La plaza Easo se llenó de color el viernes por la tarde, y fue escenario de espectáculo, emociones y solidaridad.


Empieza a rodar el diábolo y los espectadores clavan sus miradas en el artilugio hipnótico, mientras vuela y cae de nuevo a las cuerdas del malabarista que cautiva a los presentes. Durante el resto de la función, no queda más que asombrarse con la destreza acrobática y teatral de los artistas etíopes del Fekat Circus.

Ya habían visitado Donostia antes, en 2015. El viernes por la tarde volvieron para deslumbrar con sus artes circenses las fiestas de Amara, en la plaza Easo. Los que se acercaron pudieron disfrutar de la función «The Rise of the Full Moon», con más de doce números; entre ellos, malabares con sombreros, diábolo, equilibrio, telas aéreas, varias acrobacias y la actuación de clown. Fekat Circus, que en amárico significa «circo en flor», cuenta en sus shows con el valor añadido del reflejo de la cultura y las costumbres amáricas. Por ejemplo, en las actuaciones se refleja la costumbre etíope de comer todos juntos desde el mismo cuenco de comida, y se crea una historia alrededor de unas cestas coloridas que reemplazan dichos cuencos.

Más que un circo

En el año 2004, un grupo de chicos de los suburbios de Addis Adeba se reunió para practicar acrobacias. «No teníamos materiales, porque en Etiopía era imposible encontrar material circense. Éramos gente de la calle. Imitábamos las acrobacias que veíamos en la televisión, e íbamos aprendiendo». Así narra Shimelis Getachenn, especialista de clown del circo, los comienzos del Fekat Circus. «No teníamos un local para entrenar. Ensayábamos en un agujero». En 2009 pudieron alquilar un local en el centro histórico de la capital etíope, y fue entonces cuando comenzaron a cambiar las cosas en el Fekat Circus.

Ahora, más de 200 personas participan en el que es el mayor circo social de Etiopía, y muchas más se benefician de las ayudas que presta.

«Empezamos a pensar cómo podíamos ayudarnos a nosotros mismos y a los demás. Tuvimos la oportunidad de viajar a Kenya, y allí vimos cómo un grupo de circo ayudaba a los niños del hospital Sarakasi Trust», cuenta Getachenn. No tardaron en aplicar en Addis Adeba lo aprendido en Kenya, y pusieron en marcha el proyecto «Smile’s Medicine» en el hospital Black Lion, con el objetivo de entretener y animar a los niños hospitalizados mediante actuaciones de clown. Los «médicos de las sonrisas» llevan ya ocho años acudiendo todos los días al hospital, aunque, según dice Getachenn, al principio los médicos «los rechazaron», pues entonces «la gente no sabía lo que era un clown». Tampoco fue fácil para los payasos. «Tuvimos algunos problemas al principio, porque nos tenemos que enfrentar a situaciones muy duras. Pero aceptamos las cosas, recibimos clases de clown, y aprendimos a ser médicos de las sonrisas», dice el payaso del Fekat Circus.

Fekat Circus es mucho más que un circo. Además del proyecto en el hospital Black Lion, ofrecen clases de circo gratuitas a los jóvenes de Addis Adeba que están «en situación desfavorecida», y ayudan a los niños y jóvenes de los orfanatos y los centros de menores de la ciudad. «El circo cambia a la gente, especialmente a los niños y jóvenes», afirma Shimelis Getachenn.

Por si fuera poco, ofrecen hospedaje y comida en la misma sede de la capital etíope a quien quiera conocer de cerca durante unos días las artes circenses, o a quien quiera compartir su arte —sea cual sea— con los del Fekat Circus.

El madrileño Daniel Portillo conoce bien a los artistas del Fekat Circus. Es coordinador de la gira 2017, de la mano de Creatividad Solidaria, organización que «potencia proyectos artísticos y culturales con función social». Según Portillo, la gira tiene tres pilares: la sensibilización del proyecto social, la recaudación de fondos y la amplitud del horizonte de la carrera profesional de los artistas». Cree que «el arte es el vehículo para transmitir valores a los jóvenes excluidos», y dice que eso es lo que hace Fekat Circus: «utiliza el circo como una herramienta educativa y transformadora».

Un circo en peligro

«En Addis Adeba hay un boom del precio del costo de vida, se ha triplicado. Y están teniendo dificultades para pagar la sede del circo», dice Portillo. A día de hoy, Fekat Circus consigue financiarse gracias a las donaciones, a las ayudas de ONG —tales como CIAI Centro Italiano para la Ayuda a la Infancia, quien ha financiado varios programas del circo— y de la UE; y mediante el dinero de las actuaciones, performance, animaciones en fiestas privadas y otras fuentes de ingreso propias.

Pero todo esto no es suficiente para afrontar el costo de la renta del local de Fekat Circus. «El dueño quiere vender el local, y si lo hace, nos quedamos en nada», lamenta Getachenn. Para que eso no ocurra, han lanzado una campaña de crowdfounding en la red, y también están vendiendo camisetas, pulseras y otros accesorios para conseguir el dinero. Necesitan 25.000 euros. Tanto Shimelis Getachenn como Daniel Portillo han dicho que la recaudación «va relativamente bien».

También en Bilbo

Aunque pronto partirán a Ibiza, los que se perdieron la actuación «The Rise of the Full Moon» el viernes, o los que quieran repetir, tendrán la oportunidad de disfrutarlo en la Aste Nagusia de Bilbo.