La nueva ordenanza de pisos turísticos en Donostia establecerá tres zonas
La norma prohíbe más pisos en la Parte Vieja y el puerto de Donostia y el alcalde Eneko Goia ha afirmado que los pisos que a día de hoy incumplan la normativa «se cerrarán», mientras que permitira la «ocupación parcial» en plantas bajas y primeras plantas en Gros, Amara hasta Pío XII, el paseo de Francia y partes de Egia y Antigua. En la zona C, correspondiente al resto de Donostia, valida dos viviendas turísticas en plantas altas en edificios con un mínimo de 7 plantas y otras dos viviendas por cada seis plantas adicionales.
El alcalde de Donostia, Eneko Goia, y el concejal delegado de Urbanismo Sostenible, Vivienda, y Proyectos de Ciudad, Enrique Ramos, han presentado la ordenanza de pisos de uso turístico de la capital de Gipuzkoa.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento ha aprobado, de forma inicial, la nueva Ordenanza que declara «zonas saturadas» la Parte Vieja y el puerto, por lo que no se concederán nuevas licencias más allá de las actuales o en tramitación.
Asimismo, los que incumplan a día de hoy la normativa, «se cerrarán», según ha afirmado el propio Goia. El Consistorio contratará un equipo técnico de diez personas para controlar que se cumple la normativa y elaborará un censo público de estas viviendas.
Para Goia supone «un paso más» en un trabajo «intenso» que se ha prolongado durante un año para «abordar este fenómeno, no exclusivo de Donostia» partiendo de su «auge» y de «un análisis de la realidad» llevado a cabo desde 2016.
El alcalde ha indicado que este tipo de alojamiento turístico «tiene ventajas e inconvenientes» y la «virtud es tratar de regularlo de la mejor forma posible, que es lo que hace esta ordenanza». Para ello se divide la ciudad en tres zonas, cada una de las cuales tendrá un régimen regulador diferente, con el objetivo de que «la convivencia no se vea resentida y no haya un fenómeno de migración de uso residencial a otros usos» de las viviendas, con «efectos negativos» para la ciudad y sus habitantes.
Zona B y Zona C
La segunda zona, la B, de alta demanda incluye Gros, Amara hasta Pío XII, el paseo de Francia y partes de Egia y Antigua. En estas áreas se permitirá la ocupación parcial con viviendas turísticas de las plantas bajas; en primeras plantas con acceso común a las viviendas cuando su superficie sumada al resto de usos no residenciales del edificio sea igual o inferior a 250 metros cuadrados útiles en todo el inmueble con acceso común. En las plantas altas se permitirá una vivienda turística con acceso común al de las viviendas siempre que ninguna de las ubicadas por debajo esté destinada o se proyecte destinar a uso residencial, de manera que todas esas plantas deben estar destinadas a otro tipo de usos autorizados diversos al uso residencial y su superficie útil sumada al resto de usos no residenciales con acceso común no superen los 250 metros cuadrados en todo el edificio.
También se permitirá el uso de una única vivienda con acceso común al resto de viviendas en plantas altas en edificios con un mínimo de siete plantas y otra vivienda turística por cada seis plantas adicionales, a ubicar en cualquiera de las plantas adicionales, siempre que no se sobrepase en la totalidad del edificio el límite de 250 metros cuadrados útiles de usos no residenciales.
En la zona C, con posibilidad de incremento de oferta de alojamiento turístico, correspondiente al resto de la ciudad, se aplica la regulación de la zona B y se podrán permitir dos viviendas turísticas en plantas altas en edificios con un mínimo de 7 plantas y otras dos viviendas por cada seis plantas adicionales, en cualquiera de las plantas adicionales siempre que no se superen los 350 metros cuadrados útiles de usos no residenciales, incluidos los de vivienda turística ni el límite de 250 metros útiles excluidos los de vivienda turística, en todo el edificio.
1.200 pisos turísticos en la ciudad
Segun el Ayuntamiento donostiarra hay unos 1.200 pisos turísticos en la capital guipuzcoana y, actualmente, solo el 27% sobreviven a la normativa Asimismo, se establecerá una tasa aún por definir y habrá sanciones de hasta 50.000€ por incumplir la norma.
Del mismo modo, quienes destinen una vivienda a uso turístico deberán comunicar previamente de su uso y de la actividad clasificada tanto al propietario de ésta como al Ayuntamiento. Se espera que su aprobación definitiva sea en enero.