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La urbanización salvaje de Houston en el foco, tras las históricas riadas

La urbanización salvaje de Houston y sus alrededores ha agravado las devastadoras inundaciones provocadas por el huracán Harvey, según expertos de planificación urbana, que advierten también del incremento de estos fenómenos debido al cambio climático. Donald Trump, que ha solicitado al Congreso casi 8.000 millones de dólares para los damnificados, aterrizó ayer en la devastada ciudad texana para evaluar los daños y reunirse con los afectados.


La explosión en los últimos años de construcciones residenciales y locales comerciales, instaladas incluso en zonas inundables, ha reducido la capacidad de los suelos de absorber el agua de lluvia en Houston, aseguran los expertos. Entre 1995 y 2015, la población del gran Houston aumentó 42%, hasta los actuales 4,4 millones de personas, y para hacer frente a este rápido crecimiento demográfico, se urbanizaron unas 10.000 hectáreas de áreas cenagosas y de praderas salvajes, según un estudio de la universidad A&M de Texas.

La mayor pérdida de los espacios de absorción de agua de lluvia se produjo en el condado de Harris, donde está Houston, donde casi el 30% de esos espacios húmedos ha desaparecido.

El conjunto de la aglomeración portuaria de Houston y de sus alrededores, a una media de 13 metros por encima del nivel del mar, ha perdido la capacidad de absorber los 15.000 millones de litros de agua de una tempestad tropical, según el estudio.

Harvey arrojó 56 billones de litros de agua, algo nunca visto.

Además, el sistema de drenaje de esta zona de Texas en plena expansión, que consiste en una red de depósitos, canales, pantanos y rutas, no fue concebida para hacer frente a tempestades tropicales de esta amplitud.

Individualismo texano

«Hay muchas industrias en Houston que generan muchos puestos de trabajo y que atraen a mucha gente, pero sin un límite a la construcción en la zona... un planteamiento de desarrollo que no es sostenible», explica a AFP Joel Scata, experto de Natural Resources Defense Council.

Desde 2010, en el condado de Harris se han construido por lo menos 7.000 edificios residenciales en terrenos identificados como inundables. Pero autoridades de Houston y del condado se resisten a adoptar normas de construcción más estrictas y los residentes han votado en tres ocasiones contra la adopción de un código de urbanismo, a pesar de que Houston resulta afectada regularmente por tormentas tropicales e inundaciones.

Toma de conciencia

Si no se producen cambios, esta urbanización salvaje va a seguir aumentando el riesgo de inundaciones, «un problema que va a empeorar con el cambio climático», advierte el profesor Galloway, que recuerda que las poblaciones más afectadas por las inundaciones de Houston son las más vulnerables económicamente, las que no tienen medios para adquirir seguros.

En este contexto, el Gobierno federal que adjudica los fondos de reconstrucción tiene que desempeñar un papel clave para imponer normas de construcción que protejan mejor contra el riesgo de inundación, estima.

«Espero que Harvey provoque una toma de conciencia sobre el desarrollo urbano» ante estos riesgos, señala Scata.

Lamenta que Donald Trump revocara hace dos semanas el decreto de las normas federales de protección contra las inundaciones implantado por Barack Obama tras el paso del huracán Sandy, en octubre de 2012.

La decisión de Trump podría impedir la aplicación de esas reglamentaciones en las zonas urbanas devastadas por Harvey. Estas normas estipulan que hospitales, asilos e infraestructuras esenciales se reconstruyan en terrenos con poco riesgo de inundación cuando los fondos procedan del Gobierno federal.

El presidente, que a principios de semana visitó Texas, aunque lejos de las zonas más afectadas, viajó ayer a Houston. En el centro de conferencias habilitado como refugio se reunió con los afectados e incluso participó en la distribución de comida.

«Vi mucha felicidad. Aunque fue muy duro, (la reacción) ha sido fantástica. Hay mucho amor. Las cosas van bien, la gente aprecia lo que se ha hecho», aseguró Trump.

Harvey ha dejado al menos cincuenta muertos a su paso por Texas, donde siguen las labores de rescate, y los daños materiales serán superiores a los causados por el Katrina en Luisiana, según los expertos.