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Contundencia y definición prolongan la buena racha

Los goles de Muniain y Aduriz resolvieron un partido sin muchas ocasiones y que mantiene al equipo rojiblanco invicto e imbatido.


ATHLETIC 2

GIRONA 0

 

Invicto, imbatido, en puestos Champions y a punto de estrenarse en la fase de grupos de la Liga Europa. Puede que el juego del Athletic no esté deslumbrando en este arranque liguero pero el equipo rojiblanco sí está teniendo la capacidad, que no es poco, para resolver sus partidos. Algo que le ha permitido alcanzar su primer objetivo de la temporada, superar las dos rondas previas en competición europea, y meterse en la zona alta de la clasificación sumando siete puntos en tres jornadas. Un colchón que viene de perlas en cualquier caso y más cuando el equipo afronta su primer maratón de la temporada, que le llevará a disputar siete partidos en apenas 22 días.

El primero de ellos permitió a la afición rojiblanca disfrutar con la primera victoria liguera en casa. Fruto de los dos chispazos que rompieron el partido pero también de la capacidad del Athletic para aguantar sin ansiedad el empuje del Girona, aprovechar sus mejores oportunidades y cerrar el partido una vez que se le puso definitivamente de cara. No es casualidad que haya saldado las tres primeras jornadas de Liga con su portería inmaculada.

Precisamente en la puerta llegó uno de los cinco cambio que introdujo Ziganda en el once respecto al derbi de Ipurua, después de que Arrizabalaga no superara la gripe que le afectaba. El que sí se mantuvo en la alineación fue un recuperado Aduriz. Y vaya si lo aprovechó el guipuzcoano, que firmó el 2-0 definitivo al resolver su oportunidad más clara.

Pero antes de que pudieran sentenciar, a los rojiblancos les tocó sufrir. Tampoco es que Herrerín no diera a basto porque al Girona le faltó profundidad, algo que, en buena medida, debería contar entre los méritos de su anfitrión. Pero la insistencia del equipo catalán, que llegaba imbatido y con la moral por las nubes a San Mamés, mantuvo al Athletic prácticamente encerrado en su mitad del campo durante los primeros compases del encuentro.

Por fortuna, y como había sucedido la jornada anterior en Ipurua, a los bilbainos no les hizo falta demasiado para desnivelar el partido. Esta vez, además, el chispazo llegó antes. Mediado el primer tiempo y de nuevo con el protagonismo de Williams, que centró desde la derecha para que Muniain rematara desde el lado opuesto.

El gol no trastocó los planes del Girona. El cuadro catalán siguió como hasta entonces, apretando e intentando mover el balón. Aunque lo segundo sólo lo consiguió en la zona central del campo, ante un Athletic más cómodo ahora con ventaja en el marcador. También algo más incisivo, lo que le permitió amagar con la sentencia en un par de ocasiones, tras sendas acciones de Muniain y Lekue.

El encuentro no cambió demasiado tras el descanso. El Girona siguió buscando el empate con mejores intenciones que resultados y lo rozó con un lanzamiento directo de falta de Aday que Herrerín atajó en dos tiempos y con algún apuro.

La sentencia

Pero al equipo catalán, atrevido y con buenos jugadores, le seguía faltando capacidad resolutiva arriba. Y tampoco le habría venido algo más de contundencia atrás. Justo las virtudes de las que viene haciendo gala el Athletic. Lo ejemplificó el segundo gol. Un balón largo de Herrerín que peleó Williams, para ceder atrás entre dos rivales, y que rematón sin apenas oposición Aduriz, ante la indefinición de la zaga gerundense.

Con el partido muy inclinado del lado local pero con todavía más de media hora por delante, llegó el momento de los cambios. Pablo Machín decidía buscar toda la profundidad que le había faltado hasta entonces con la entrada de Kayode, Mojica y, ya en la recta final, Douglas Luiz. Ziganda, por su parte, optaba por dosificar esfuerzos, en previsión de todos los que tendrán que realizar sus hombres en las próximas semanas. Aduriz se fue al banquillo a la hora de partido, lo que permitió a Ander Iturraspe disputar sus primeros minutos de la temporada, y Beñat y Muniain seguirían el mismo camino después.

Los movimientos no afectaron demasiado al encuentro. El Girona, que no arrojó la toalla en ningún momento, siguió teniendo más balón. Y por momentos hizo daño, sobre todo por su banda izquierda. Pero las contadas llegadas del Athletic rearon una sensación de peligro mucho mayor.

Una mala salida de Iraizoz estuvo a punto de permitir que Raúl García resolviese una contra y, a punto de cumplirse los noventa reglamentarios, el exguardameta rojiblanco despejaba en corto un remate de Williams para que Sabin Merino, que acababa de saltar al césped, enviara el balón al palo. No importó demasiado. Los tres puntos ya eran de un Athletic que se piensa en su visita al Hertha, que empató ayer en casa.

 

Ziganda destaca la «actitud» y el «compromiso» de su equipo

Feliz por el partido y, en realidad, por los buenos resultados que acumula su equipo en este arranque de temporada, José Ángel Ziganda destacó el «compromiso» y la «actitud» de sus hombres como principal argumento de esta buena racha.

De ahí que, aun reconociendo la importancia de la puntería, el técnico también subrayara el «oficio, el trabajo, la gran actitud defensiva, la gran calidad defensiva del equipo, el gran compromiso...» como claves de la victoria frente al Girona. «No es fácil ganar a nadie, hay que hacer muchas cosas bien para dacar adelante los partidos –recordó–. Es verdad que igual no ha habido mucha fluidez en el juego de ataque pero sí ha habido pegada suficiente y todo lo demás que hemos hecho bien para que el resultado fuera el que queríamos». Respecto a la poca espectacularidad ofensiva de su equipo, el técnico explicó que ante un Girona «dinámico, que juega con mucha gente delante del balón», quería evitar que el partido «fuera un correcalles. Sabemos que tenemos pegada y que si éramos capaces de tener un poco de pausa la pelota y tranquilidad, íbamos a tener ocasiones».

Lo cierto es que, tras esta segunda victoria consecutiva, el Athletic cierra la tercera jornada imbatido e invicto. «Estos resultados no son porque sí, hay muchas cosas detrás. Es de destacar el compromiso que tiene todo el grupo, la actitud que tenemos –subrayó–. Regalamos muy poco, concedemos muy poco, estamos concentrados... Hoy nos han rematado pero no han sido ocasiones claras. Eso te da solidez y te hace estar siempre en el partido. Y sabemos que arriba tenemos pegada, remate, velocidad...». «Igual nos falta todavía unir todo eso y tener más fluidez en determinados momentos –admitió– pero es para destacar que vamos sumando puntos, tirando hacia adelante y cumpliendo esos microobjetivos que tenemos a diario».

En este sentido, y a la espera de que el juego del equipo gane en brillantez, Ziganda recuerda que se están logrando buenos resultados «y además con sensación de solidez y siendo muy compactos», lo que tampoco es una mala base. «Los equipos pueden coger confianza sintiéndose bien, cómodos de juego, fluidos... y también con los resultados. Los resultados nos tienen que dar un poco de soltura y un poco más de confianza a la hora de afrontar lo que nos queda, empezando por el partido del jueves».

Pablo Machín, por su parte, lamentó que el Athletic les hubiera «marcado un gol a la primera llegada y luego nos ha tocado remar a contracorriente. Creo que hemos hecho suficiente fútbol como para por lo menos meterle el miedo en el cuerpo al Athletic pero no hemos podido materializar nuestras ocasiones. Hemos hecho cosas buenas pero no hemos marcado y las pocas que hemos hecho mal nos han penalizado con dos goles», resumió. A.U.L.