El Parlament convierte el debate del 155 en palanca de la independencia
Tras la mañana de infarto en torno a la decisión de Puigdemont, las tres horas de pleno parlamentario fueron casi un remanso de paz. El president no tomó la palabra pero sí lo hicieron, alto y claro, tanto Junts pel Sí como la CUP, ratificando su compromiso con los resultados del 1-O y esbozando incluso qué República quieren construir.
El debate convocado por el Parlament para analizar la respuesta al 155 estuvo a punto de no celebrarse por adelanto electoral y disolución de la Cámara, pero finalmente se convirtió en lo contrario: la antesala de la declaración de independencia. Ni Junts pel Sí ni la CUP mostraron duda alguna de ello. Y se habló casi más de la futura República que del ataque a la autonomía que era el motivo de debate.
Lluís COROMINAS
JUNTS PEL SÍ
«Quieren la sumisión por la violencia y las armas, pero no la conseguirán»
El jefe del grupo parlamentario de JxSí se encargó del asunto y ya en el primer minuto del debate disipó cualquier duda, ratificando el compromiso de su formación de materializar la victoria del Sí en el referéndum del 1 de octubre. Tres horas después, Lluís Corominas acabó su discurso casi de igual modo: «Rechazamos el artículo 155 porque es una agresión al pueblo de Catalunya. Nuestra respuesta mañana será cumplir el mandato del 1 de octubre e iniciar el proceso constituyente».
«No fallaremos a la gente que nos ha traído hasta aquí, lo tenemos claro. Con el 155 quieren demostrar que quien manda es quien tiene la fuerza, pero no lo conseguirán», aseguró Corominas, que aventuró incluso «una dictadura policial en Catalunya. Quieren la sumisión por la violencia y las armas». Frente a ello opuso una República catalana radicalmente diferente: «Queremos un Estado pacífico y sin odio, que no imponga sino que acuerde».
Corominas tuvo reproches para Iceta, a quien espetó cómo puede el PSC defender este atropello del 155. También contra Arrimadas, que cree que intenta sembrar odio con sus discursos: «Cuando usted va a manifestaciones la gente grita ‘Puigdemont a prisión’. ¿Han oído ustedes en las manifestaciones de ANC y Òmnium que se grite contra alguien?». En cuanto al PP, trajo a colación la violencia policial del 1-O y el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. No obstante, concluyó pidiendo varias veces «calma» a las bancadas independentistas y desarrollándolo así: «Estamos ganando. Y queremos hacer el Estado también con ellos».
No hubo referencias a lo que había ocurrido durante las frenéticas horas previas, pero sí llamó la atención que nada más coger el turno de palabra Lluís Corominas se declarara «orgulloso» de Junts pel Sí. La segunda mención fue para recordar la historia del Parlament de Catalunya y reivindicar que «no pertenece al Consejo de Ministros de un gobierno español».
B. SALELLAS - A. BOTRAN
CUP
«La República catalana va a ser un refugio para las personas y los derechos»
En el turno de la CUP se lanzó una rotunda mirada al futuro, sobre todo por boca de Albert Botran, que trazó una panorámica muy esperanzadora de lo que será la República catalana. Algunas de sus afirmaciones fueron aplaudidas por Puigdemont, a quien el diputado de la CUP había apelado inicialmente así: «Diga la verdad y actúe con firmeza. Si este Parlament asume el mandato del 1 de octubre, podremos mirar a la cara a la gente, que nos ha sorprendido y nos seguirá sorprendiendo».
«El proyecto de la República catalana va a ser un refugio, un refugio para todas las personas sensibles a los derechos de la democracia, los derechos civiles, la libertad de expresión...», citó Botran. Se ovacionó en la Cámara la respuesta a García Albiol (PP), conocido por sus posiciones políticas xenófobas y que había intentado en su discurso enfrentar a la mayoría soberanista con otros pueblos del Estado. Albert Botran le replicó: «¿Por qué no ha hablado de los ciudadanos de origen chino o marroquí? Todos tendrán todos los derechos de ciudadanía, todos, vengan de donde vengan, hablen la lengua que hablen».
Tanto Botran como Benet Salellas, con quien compartió el turno de la CUP, hicieron hincapié en que este proceso ha desnudado al Estado español en su conjunto: la existencia de neofranquistas, la incapacidad de la izquierda representada en el PSOE, la cara oculta de un Rey presentado inicialmente como mediador, la violencia policial, la connivencia entre diferentes poderes... «El 155 es una victoria de los sectores más reaccionarios del Estado; lo que ponen sobre la mesa es anular todo lo que supone Catalunya», resumió Salellas, a lo que Botran añadió luego que en cualquier caso «esta proclamación de la República no la entendemos como una respuesta al 155. Porque nuestros derechos no pueden ser sometidos al perdón de los perdonavidas».
En la introducción de la sesión parlamentaria fue la también diputada de la CUP Anna Gabriel quien explicó por qué llevaban el 155 al pleno del Parlament (compartiendo iniciativa con JxSí): «Muestra la peor cara del Estado español. Busca la venganza y la humillación, no ya del independentismo, sino de todo el país».
«Enhorabuena al PSC y a Ciudadanos; con el 155 va a gobernar Catalunya un partido, el PP, que solo tiene el 8% de los votos de los catalanes», recordó Benet Salellas. No perdió ocasión tampoco para recordar que «no hemos oído ni una palabra del PSC a las 1.000 personas heridas el 1 de octubre. Autodefensa se llama República catalana y proceso constituyente».