Los consellers y los miembros de la Mesa, en la Audiencia Nacional y en el Tribunal Supremo
Los miembros del Govern catalán y los integrantes de la Mesa del Parlament que han sido objeto de querellas por parte de la Fiscalía han acudido esta mañana a la Audiencia Nacional y al Tribunal Supremo para ser interrogados como imputados por los delitos de sedición, rebelión y malversación. Los consellers solo han respondido a su abogado, mientras que el exconseller Santi Vila también ha contestado al fiscal. Las declaraciones en el Supremo se han suspendido hasta el 9 de noviembre.
El primero en llegar a la Audiencia Nacional española, alrededor de las 8.05, ha sido el vicepresident Oriol Junqueras, quien lucía el lazo amarillo que reclama la puesta en libertad de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, presidentes de la ANC y Òmnium Cultural encarcelados.
Tras él, los consellers Raül Romeva, Joaquim Forn, Dolors Bassa, Josep Rull, Carles Mundó, Jordi Turull y Meritxell Borràs han llegado juntos a la Audiencia Nacional.
Santi Vila, quien dimitió antes de la declaración de independencia, ha llegado aparte, junto a su abogado Pau Molins.
Los consellers –excepto Santi Vila– han sido recibidos con aplausos y gritos de ánimo de compañeros del PDEcat, entre ellos el expresident Artur Mas. También se han escuchado vivas a España, a la Guardia Civil y a la Policía por parte de un grupo de personas.
Borrás, que ayer se encontraba en Bélgica junto a Puigdemont, finalmente sí ha acudido a la Audiencia Nacional, a la que finalmente han comparecido nueve de los catorce querellados.
Todos los miembros del Govern estaban citados a las 9.00 de la mañana por la magistrada Carmen Lamela, que les tomará declaración por los delitos de rebelión, sedición y malversación. No lo han hecho Puigdemont y los consellers que le acompañan en Bruselas –Antoni Comin, Meritxell Serret, Lluís Puig y Clara Ponsatí–. El abogado del president plantea que la declaración se haga desde Bruselas.
Los primeros en declarar han sido los cinco consellers del PDCat –Turull, Rull, Vila, Borràs y Forn– y todos ellos, menos Vila, han contestado solo a su abogado, Jaume Alonso-Cuevillas.
Vila, en cambio, ha estado asistido por otro letrado, Pau Molins (el mismo que representó a Cristina de Borbón en el juicio del caso Nóos), y sí ha respondido a las otras partes, por lo que su declaración se ha extendido durante tres cuartos de hora, frente a los cinco minutos que han durado las del resto.
A continuación han declarado Junqueras, Romeva, Mundó y Bassa, que han estado representados por el abogado Andreu Van den Eynde, que se ha trasladado a la Audiencia Nacional desde el Tribunal Supremo, donde ha asistido también a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.
En el Supremo
Paralelamente, al Tribunal Supremo han acudido la presidenta y los cinco integrantes de la Mesa del Parlament citados por el juez Pablo Llarena acusados de los mismos delitos.
Forcadell ha sido la última en llegar, en coche oficial. En uno de los laterales de la puerta de la sede del Supremo se han congregado más de 50 diputados catalanes que han arropado a los miembros de la Mesa que han llegado minutos antes que Forcadell. Los han recibido con aplausos y al grito de «no estáis solos». Al llegar Anna Simó, dos viandantes ataviados con banderas de España la han increpado, hasta que ha intervenido la Policía. También se ha concentrado un pequeño grupo de personas que gritaban «Puigdemont a prisión».
Entre la nutrida comitiva de diputados catalanes, tanto del Congreso como del Parlament, estaban Joan Tardá, Gabriel Rufián y Carmen Jordá, además por parte del PDeCAT han acudido entre otros la diputada Lourdes Ciuró.
Además, han acudido a arropar a los imputados el coordinador general de Catalunya en Comú, Xavier Domènech; el líder de IU, Alberto Garzón; el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique; el secretario general de Podem, Albano-Dante Fachin; y la diputada Marta Sibina.
Finalmente, el Supremo ha aplazado al 9 de noviembre la declaración de los integrantes de la Mesa.