Trump utiliza el atentado contra la inmigración

Donald Trump aprovechó el atentado en Manhattan para arremeter de nuevo contra la inmigración, al apostar por poner fin a la lotería de visados y endurecer el veto a ciudadanos de países de mayoría musulmanas, y aseguró que no descarta retomar el uso de la cárcel de Guantánamo enviando allí al sospechoso, un inmigrante uzbeko. Las autoridades dijeron que Safyullo Saipov llevaba semanas preparando el atentado y que siguió las instrucciones del ISIS.

El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó ayer que pedirá al Congreso que actúe «inmediatamente» para acabar con el programa de lotería de visados al que pueden acceder países con pocos inmigrantes en EEUU y que, según él, permitió llegar allí en 2010 al sospechoso del atentado que el martes causó al menos ocho muertos en Manhattan, un inmigrante uzbeko de 29 años identificado como Safyullo Saipov. También anunció en su cuenta de Twitter que había ordenado «endurecer» los vetos a ciudadanos extranjeros de varios países de mayoría musulmana, sin ofrecer ningún detalle.

«Hoy empiezo el proceso para acabar con el programa de lotería para la diversidad. Voy a pedir al Congreso que comience inmediatamente el trabajo para deshacernos de este programa», dijo Trump a la prensa durante la reunión de su Gabinete. «Lotería para la diversidad... Suena bonito, pero no es bonito, no es bueno, no ha sido bueno, y hemos estado en contra», añadió.

Trump ya se había mostrado en contra de ese programa y en agosto pasado apoyó formalmente un proyecto de ley que lo eliminaría. Aseguró que quiere que la inmigración a EEUU esté «basada en el mérito» e incluya solo «a gente que va a mantener seguro al país».

«No queremos loterías, y no queremos migración en cadena, por la que alguien como él (el sospechoso del atentado) podría traer a muchos miembros de su familia», subrayó.

La «lotería de visados para la diversidad», creada en 1990, asigna aleatoriamente hasta 50.000 visados al año a ciudadanos de países que tradicionalmente tienen bajas tasas de inmigración a EEUU.

Trump afirmó, además, que «definitivamente» piensa considerar el envío de Saipov a la cárcel de Guantánamo que su predecesor, Barack Obama, prometió cerrar sin lograrlo.

Nadie detenido en suelo estadounidense ha sido enviado nunca allí, y desde 2008 tampoco a ningún presunto «terrorista» capturado en el extranjero.

Durante la campaña electoral, Trump prometió mantener y ampliar esa cárcel para llenarla, dijo, de «tipos malos».

Saipov embistió a peatones y ciclistas con una camioneta alquilada el martes a las tres de la tarde en el moderno y caro barrio de Tribeca. Después salió del vehículo con dos pistolas falsas y, según testigos, gritó «Allah Akhbar (Dios es grande), antes de ser disparado por un agente y ser detenido.

Según responsables policiales, llevaba varias semanas preparando el atentado, el peor ocurrido en Nueva York desde los ataques del 11S, y siguió «exactamente» instrucciones que el Estado Islámico (ISIS) publicó en redes sociales para sus seguidores sobre cómo llevar un ataque de este tipo. «Lo hizo en nombre del ISIS y entre los objetos encontrados en el lugar de los hechos había un mensaje en árabe», escrito a mano, donde «proclamaba que el ISIS viviría para siempre», precisaron.

«Combatiente enemigo»

Los senadores republicanos John McCain y Lindsey Graham urgieron al Gobierno a que Saipov sea tratado como un «combatiente enemigo», sin que le sean leídos sus derechos.

Saipov nunca había sido investigado antes por el FBI ni por la Inteligencia policial de Nueva York, pero al parecer sí se relacionaba con gente investigada por las autoridades, señalaron.

El gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, informó de que Saipov se radicalizó tras llegar a EEUU y actuó como «un lobo solitario».

Cuomo criticó al presidente, a quien acusó de «politizar» la tragedia de Manhattan con unos mensajes que «no ayudan y tampoco fueron objetivos». «Creo que intentó apuntar a posibles culpables y politizar la situación. Sus tuits ni siquiera son exactos hasta donde tengo entendido», señaló.

Cuomo insistió en que con ese tipo de mensajes en las redes sociales Trump «les está haciendo el juego a los terroristas» porque, a su juicio, solo «perturban, dividen y asustan» a la gente.

«El tono en estos momentos debería ser exactamente lo opuesto. No es el momento de hacer política, punto», añadió.