En Mont de Marsan, pocos presos vascos y a cuentagotas
Pronto se cumplirán nueve años desde que el centro penitenciario de Mont de Marsan, situado en las Landas, a unos 140 kms. del Bidasoa, comenzara a recibir reclusos. Desde su apertura, la cárcel, construida bajo nuevos conceptos «modernos», fue criticada por su estructura y concepción deshumanizada por los organismos humanitarios y de defensa de los derechos de las personas privadas de libertad. Puede acoger a 690 personas, 300 en los dos módulos de preventivos, 360 en los otros dos de cumplimiento de condena y 30 en ingresos.
Es la cárcel de hombres a la que, desde 2014, los presos políticos vascos han pedido oficialmente a París ser trasladados por ser la más cercana a tierras vascas.
El primer preso vasco en «estrenar» el centro penitenciario de Mont-de-Marsan fue el bajonavarro Jean-Marie Saint-Pé que estuvo terminando su condena desde junio de 2010 a noviembre de 2011. Dos años más tarde, entre mayo y junio de 2014, ingresaban en el establecimiento landés otros dos: Oier Ardanaz Armendariz y Alexander Akarregi Casas. Fueron los primeros presos políticos vascos cuyo traslado fue considerado como un «gesto» en determinadas esferas aunque no tuvo seguida. Se dieron en la era de Christiane Taubira como ministra de Justicia.
En enero de 2015 llegaba Rubén Rivero Campo y el 20 de agosto del mismo año Xabier Aranburu Sagarminaga. Con ellos coincidiría por un tiempo el oreretarra Oroitz Gurrutxaga Gogorza a quien trasladaron desde la cárcel de Villepinte.
El primero «oficial»
Zuhaitz Errasti (Aretxabaleta) llegó el 8/8/2017 desde Tarascón. Fue el primero al que oficialmente se le trasladó tras ser atendida su demanda de acercamiento por un tribunal administrativo de Paris. El juez ordenó el traslado «en base a circunstancias familiares que, por tanto son personales, pero que a nuestro entender se cumplirían, igualmente, con muchos otros presos vascos».
El aretxabaldarra se encontró allí con otros dos presos vascos: Aratz Gómez y Arkaitz Sáez que habían sido trasladados desde el Estado español para cumplir pena en el francés. Llegaron a la prisión landesa a principios de julio. Como prácticamente todo el resto, casi a fin de condena. Los tres han abandonado el centro de Mont-de-Marsan recientemente tras finiquitarlas.
El último en ser trasladado ha sido el navarro José Javier Osés que ha llegado esta misma semana procedente de Fleury-Mérogis. De los 63 presos en el Estado francés, es el único preso en la actualidad en Mont-de-Marsan donde nunca ha habido más de tres presos políticos vascos a la vez.
Además de los mencionados, también ha habido esporádicamente presos vascos de paso antes de su entrega a las autoridades judiciales españolas. Es el caso de Beñat Lizeaga y Bergoi Madernaz para ser juzgados por pertenencia a Segi en la AN en 2011 o de Eneko Zarrabeitia en la primavera de 2014.