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El último misil norcoreano tiene capacidad para llegar a todo EEUU

El líder norcoreano, Kim Jong-un, anunció ayer que su país es un Estado nuclear de pleno derecho después de haber probado un misil capaz de alcanzar cualquier lugar del territorio de Estados Unidos. El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció más sanciones y pidió a China una postura más dura hacia Pyongyang.


«Kim Jong-un ha declarado con orgullo que hemos cumplido con la gran causa histórica de completar la fuerza nuclear de Estado, con el objetivo de construir un cohete potente», afirmó la televisión estatal norcoreana, que recurrió a su presenta- dora estrella retirada Ri Chun-hee para anunciar el primer disparo de un misil efectuado por Pyongyang desde el 15 de setiembre.

«El gran éxito del ensayo del Hwasong-15 es una victoria que no tiene precio, ganada por el gran pueblo heroico», agregó la presentadora.

La prensa oficial habló del arma más sofisticada hasta la fecha. «El Hwasong-15 es un misil balístico intercontinental (ICBM) con una ojiva pesada de gran tamaño capaz de golpear todo el territorio continental de EEUU», explicó la agencia KCNA.

Según Pyongyang, el proyectil alcanzó una altitud de 4.475 kilómetros antes de caer a 950 kilómetros del lugar de lanzamiento. El misil fue disparado el miércoles de madrugada desde Sain-ni, cerca de Pyongyang.

Rápido avance

Para David Wright, experto en control de armas de la Unión de Científicos Preocupados, los parámetros de vuelo señalan que el misil «tendría un radio de acción ampliamente suficiente para alcanzar Washington DC y, de hecho, cualquier otra parte del Estados Unidos continental», ya que su trayectoria sugería un alcance de unos 13.000 kilómetros. La prueba balística del pasado 4 de julio, según los expertos, ya puso Alaska a su alcance, por lo que supondría que Pyongyang ha aumentado rápidamente su capacidad.

El Pentágono precisó que el cohete, que cayó frente a las costas de Japón, no supuso un peligro ni para EEUU ni para sus aliados.

Pero la prueba constituye un nuevo desafío para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien prometió impedir que Corea del Norte llegara a ser una potencia nuclear y llegó a amenazar con «fuego e ira» a Pyongyang si continuaba su programa.

El disparo responde además al anuncio de nuevas sanciones contra Corea del Norte por parte de Trump, que volvió a inscribir al país en la lista estadounidense de los «estados que patrocinan el terrorismo».

Poco después de conocer el lanzamiento, del que fue informado mientras el misil aún estaba volando, Trump se limitó señalar que «nos ocuparemos de esto» y «manejaremos la situación».

Mientras, en la capital norcoreana se vieron escenas de júbilo frente a las pantallas gigantes colocadas en las calles. Jang Kwang-hyok, un habitante de 32 años, tenía una pregunta para el presidente estadounidense. «Solo quiero decirle a Trump: ¿Va a atreverse usted a ser todavía hostil a nuestro país? ¿Va a continuar siéndolo cuando el Hwasong-15 sea disparado contra el territorio estadounidense?». Pyongyang todavía debe demostrar que domina la tecnología de reingreso controlado de las ojivas en la atmósfera desde el espacio. Pero los especialistas creen que Corea del Norte está por lo menos a punto de desarrollar una capacidad de ataque intercontinental operativa.

En su comunicado oficial, Corea del Norte insistió en que es una potencia nuclear de pleno de derecho y utilizó términos que recuerdan la doctrina de «no atacar primero» de los países hasta ahora poseedores del arma atómica.

El armamento norcoreano «no planteará ninguna amenaza a ningún país o región mientras no se cuestionen los intereses de Corea del Norte. Es nuestra declaración solemne», señalaron los medios oficiales.

China expresó su «gran preocupación» y pidió que Pyongyang y Washington retomen las negociaciones, reiterando su propuesta de una «doble moratoria», que consiste en la suspensión de los ensayos norcoreanos y, al mismo tiempo, de las maniobras militares que llevan a cabo EEUU y Corea del Sur e la región.

Trump pide dureza a Pekín

Por su parte, el Kremlin calificó de «provocación» este nuevo disparo y llamó a todas las partes a «mantener la calma» y a no adoptar «medidas irracionales» para evitar que llegue «el peor escenario».

Donald Trump, conversó con su homólogo chino, Xi Jinping, y le instó a usar todos los medios disponibles para doblegar a Corea del Norte. «Acabo de conversar con el presidente Xi Jinping preocupado por las acciones provocativas de Corea del Norte», dijo

De acuerdo con la Casa Blanca, en su conversación con Xi, Trump presionó a China para adoptar una postura más dura frente a Pyongyang y destacó «la determinación de Estados Unidos de defenderse y defender a sus aliados» de la «amenaza» que representa Corea del Norte.

El mandatario estadounidense también enfatizó «la necesidad de que China utilice todos los medios disponibles» para convencer a Corea del Norte a poner punto final a las provocaciones y retornar a un camino de desnuclearización.

Además, Trump anunció que «hoy se impondrán sanciones adicionales más fuertes a Corea del Norte. Esta situación tiene que manejarse».

Por su parte, el secretario de Defensa de EEUU, el general James Mattis, dijo que el ensayo realizado por Corea del Norte representa una amenaza para todo el mundo. De acuerdo con Mattis, el misil norcoreano «llegó más alto que cualquier otro lanzamiento que hayan realizado antes».

Con todo, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, aseguró que las opciones diplomáticas para resolver la crisis con Corea del Norte siguen «sobre la mesa por el momento».

Por su parte, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, calificó el lanzamiento del misil como «un acto violento» que «no puede ser tolerado».

«No cederemos nunca a ningún acto de provocación. Maximizaremos nuestra presión», sobre Pyongyang, declaró Abe, quien también afirmó que «la comunidad internacional debe aplicar las sanciones de forma perfecta y al unísono».

 

El Consejo de Seguridad mira hacia China

Tras el lanzamiento del misil norcoreano, Corea del Sur, EEUU y Japón solicitaron una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, que fue convocado para la noche de ayer. El presidente estadounidense, Donald Trump, su homólogo surcoreano. Moon Jae-in, y el primer ministro japonés, Shizo Abe, acordaron impulsar sanciones adicionales a través de este organismo, lo que fue confirmado por el Departamento de Estado de EEUU. En el Consejo de Seguridad todas las miradas están puestas en China, aliado de Pyongyang, pero cada vez más incómodo e irritado por la continuidad de las pruebas nucleares y balísticas de Corea del Norte. El interés estratégico chino es evitar el colapso del régimen de Kim Jong-un que podría llevar a una Corea unificada aliada de Washington.

China apuesta por una doble moratoria que suponga la paralización de los programas militares norcoreanos, a la vez que Estados Unidos y Corea del Sur ponen fin a sus maniobras militares conjuntas en la región.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, dijo confiar en que China «continúe jugando un papel constructivo para exhortar a Corea del Norte a cambiar de política y, francamente, tengo la sensación de que China juega su papel».GARA