Salzburgo, ni tan mal vista la talla de algunos rivales
El equipo austríaco ha sido líder en la fase de grupos sin perder un partido y por delante del Marsella.
A la Real le ha tocado el Red Bull Salzburgo, un equipo potente en una liga menor como la de Austria, pero que, como es propiedad del magnate Dietrich Matteschitz y sus ojitos son para el Leipzig alemán, no duda en utilizar a esta plantilla como filial de la de la Bundesliga. En cualquien caso, hará bien la Real en no fiarse de quien ha sido líder de su grupo por encima del Olympique de Marsella y que no conoce la derrota en la presente Europa League.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el partido de vuelta será fuera, en el Red Bull Arena, que tiene la misma capacidad que Anoeta pero es un gran frigorífico, tanto por el frío que hace allí en febrero como por la poca pasión que despierta entre los aficionados de esta ciudad –nunca pasa de la media entrada– descontentos con la política de ser un campo de pruebas del Leipzig, y eso que Matteschitz, con propiedades repartidas por todo el mundo, vive en Salzburgo, pero llevan muy mal eso de que su rico vecino les haya cambiado el nombre y hasta los colores.
Un ejemplo de su política es el caso del guineano Naby Keita, quien en 2014 fue fichado por el Salzburgo por 1,5 millones de euros y que dos años después pasó al RB Leipzig. Pues bien, el pasado mes de agosto fue vendido al Liverpool por 70 millones. La rápida marcha de sus figuras es uno de los grandes motivos por lo que lleva muchos años sin pasar de la fase previa de la Liga de Campeones. De hecho, esa relación entre el Salzburgo y el Leipzig causó incluso problemas a la hora de definir a los participantes de la Liga de Campeones, ya que la norma prohibía que dos equipos pertenecientes a la misma franquicia participaran en la competición europea.
La UEFA, finalmente, permitió competir a ambos, el austríaco en la ronda previa, que no superó, y el club germano directamente en la fase de grupos. Es que hay mucho dinero en juego.
En su historia, el máximo logro de este club fue llegar a la final de la Copa de la UEFA en la temporada 93/94, cuando se denominaba Casino Salzburgo, cuando perdió los dos partidos contra el Inter por 1-0. Luego, en su versión moderna, en 2013 llegó a octavos, donde fue eliminado por el Basilea.
En la actualidad, marcha segundo en la Liga, a dos puntos del Sturm Graz, con quien parece que se va a jugar la competición porque el tercero, el Rapid de Viena, está ya a once.
Además, el equipo que entrena el alemán Marco Rose ha jugado una buena fase de grupos en la que partía como candidato a ser segundo por detrás del Olympique de Marsella y por delante del Konyaspor turco y el Vitoria de Guimaraes portugués. Sin embargo, tres victoria y tres empates le dieron la primera plaza tras ganar en casa al equipo francés y empatar a cero en el Velodrome marsellés.
Rulli, esperanzado
En el mismo día en que Alberto de la Bella y Sergio Canales han sido elegidos para el once ideal de la fase de grupo de la Europa League –la UEFA destaca del catalán sus dos buenas actuaciones ante el Vardar y del cántabro que ha sido el máximo asistente–, el único que hizo una valoración pública sobre el sorteo fue el portero Gero Rulli.
En opinión del guardameta argentino, «todos los equipos que hay a estas alturas son difíciles y el Salzburgo terminó invicto en la fase de grupos y fue capaz de ser primero ante el Olympique de Marsella, por lo que tendremos que hacerlo muy bien para pasar», declaró.
Examen de las cuentas y nombramiento de seis consejeros
El Kursaal, a partir de las 19:00 horas, será escenario mañana de la Junta General Ordinaria de Accionista de la Real que someterá a examen las cuentas anuales de la entidad correspondientes a la temporada 2016/17 y la propuesta de presupuesto para la 2017/18.
En esta cita tendrá lugar también el nombramiento de seis nuevos miembros del Consejo de Administración. Los nuevos directivos que deberán recibir el apoyo de la asamblea son Nerea Aranburu Eizmendi, Javier Igarza Pérez, José Ramón Fernández de Barrena Bermejo, Maite Azconaga Rodríguez, Fermín Altuna Igartua y Alejandro Pereda Fernández.
GARA