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Transformar con una visión un producto tradicional

E-Jerky Smart Snack es la iniciativa que dos jóvenes bilbotarras han puesto en marcha para comercializar un novedoso snack elaborado con tiras de carne de ternera. El proyecto ha sido premiado recientemente en la categoría de innovación de Buber Sariak.


Innovar no es siempre empezar de cero. Partiendo de productos tan tradicionales como la cecina o el jerky –carne deshidratada cortada en tiras– y con una visión nueva, Jaime Madariaga e Iñigo de la Fuente han conseguido un aperitivo saludable a base de carne de ternera. Con él quieren revolucionar el mercado «mastodóntico y estancado» de los snacks. Para eso tienen que convencer a los consumidores como ya lo hicieron con los votantes de Internet & Euskadi Buber Sariak que en noviembre les otorgaron el galardón en la categoría Web o Proyecto Innovador.

Todo empezó un año antes. En un viaje familiar a Estados Unidos, de la Fuente conoció este producto, habitual en las gasolineras y que genera millones de dólares. Dado que aquí no existía, se lo ocurrió que podía tratar de introducirlo. Empezó a trabajar en el producto, «preparándolo en el horno de su casa», hasta que en marzo de 2017 se le unió Madariaga y decidieron desarrollar el proceso de forma seria. «Vimos la oportunidad. En Europa este tipo de snack se está empezando a consumir y están llegando competidores estadounidenses a Francia o Inglaterra. Vimos que teníamos que hacerlo ya y probar suerte», explica Madariaga.

Graduados en Derecho y Empresa, estos dos jóvenes bilbotarras de 24 años tienen claro que trabajar por cuenta ajena no es lo suyo. «Tanto mi socio como yo hicimos prácticas durante la carrera en Kutxabank, y eso de trabajar para otro o tener un horario fijo no nos gustaba nada. Tuvimos la iniciativa de emprender. Teníamos la curiosidad de probar algo nuevo y ver qué sale», explica el responsable. La empresa E-Jerky Smart Snack tiene sólo cuatro meses y se dedican a ella en exclusiva. Pese a las complicaciones, están satisfechos. «Lo que estamos aprendiendo en todas las áreas, financiera, comunicación, recursos humanos… no te lo enseñan ni en la universidad ni en un master ni nada. Esto nos está dando conocimientos y aportando mucho valor personal».

Hasta el momento se han financiado con pequeños ahorros que tenían y ahora van a pedir ayudas para ir a ferias, visitar establecimientos… Reconocen que el premio Buber ha supuesto un aliciente para que les concedieran un crédito bancario, ya que como señala Madariaga, «te dan un premio y la gente ve tu trabajo reflejado ahí». Se apuntaron sin expectativas, recomendados por ITKSM Digital que desarrolló su página web. Ganaron y, gracias a eso, varias empresas le han contactado.

Superar prejuicios

El de los snacks es un mercado grande en el que les está costando entrar, porque es un producto desconocido y «a la gente de primeras le da respeto». No obstante, en las catas que han llevado a cabo, el público se ha animado a probarlo y está teniendo una aceptación «bastante buena».

Quieren desmarcarse de la competencia por la calidad. Por eso, cuando se decidieron a dar el paso, escogieron un proveedor de Inglaterra que lo elabora con ternera Angus de Aberdeen (Escocia), una de las razas mejor valoradas. A base de prueba y error dieron con las características justas. Madariaga recuerda que la primera muestra la testaron entre familiares y amigos y que el resultado no fue muy positivo, «porque era un producto muy gordo, con mucho secado». Tras probar varios tipos de carne y secado, y con la ayuda de una nutricionista, seleccionaron tanto el corte como el tipo de secado, además de quitar el gluten y reducir la sal.

El producto destaca por sus valores nutricionales. Tiene un 50% de proteína y un 3% de grasa, cantidades que no tiene ningún otro snack del mercado. Con esa diferencia como clave, quieren hacerse un hueco en el mundo de los aperitivos saludables, dirigiéndose a quienes quieren cuidarse y comer sano. Ligado a eso, han detectado tres públicos objetivos: la nutrición deportiva, el gourmet y la oficina. Se dirigen a ellos a través de las redes sociales, así como organizando catas en tiendas o eventos. También se están reuniendo con cocineros para colaborar en acciones o con tiendas gourmet para su comercialización.

E-Jerky puede adquirirse a través de la página web de la empresa y desde hace dos semanas en una tienda de Bilbo. De momento, tienen tres variantes o sabores en el mercado –original, ajo y peri peri–; y de cara al futuro quieren ampliar su gama con snacks a base de fruta o pescado deshidratado. Además de seguir dando a conocer estos aperitivos, el objetivo de los dos socios es que sus productos estén presentes en diez establecimientos para finales de marzo. En breve, participarán en un evento en Barcelona y aprovecharán para visitar tiendas, aunque con los recursos actuales no pueden abarcar más allá de Bizkaia.