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Trump apoya su discurso en el repunte económico y la inmigración

El repunte de los datos económicos y la política migratoria son los ejes del segundo discurso del Estado de la Nación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronunciado en medio de la permanente polémica sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones, y con la necesidad de acuerdos con los demócratas.


Ante el Congreso reunido en pleno, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump tenía previsto presentar su visión de un país «seguro, fuerte y orgulloso», basado en la situación económica de las empresas y en la fortaleza de Wall Street.

«La economía será el eje» de este discurso sobre el Estado de la Unión, avanzó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders. «Va a hablar a todo el país, no solo a los que votaron por él», añadió su adjunto Raj Shah.

Como telón de fondo, Trump tiene la investigación de la trama rusa, que casi cada día da un nuevo giro y amenaza la presidencia del magnate.

Esta cita solemne (celebrada de madrugada en Euskal Herria), cuya puesta en escena se prepara minuciosamente, es la mejor oportunidad de Trump para situarse por encima de la confrontación sobre los supuestos vínculos de sus colaboradores con Moscú.

El presidente afrontaba además el discurso en el momento más bajo de popularidad en los sondeos y con la necesidad de alcanzar compromisos con los demócratas si quiere ampliar un balance legislativo hasta ahora escaso.

Más allá de las cifras de crecimiento económico (2,3% en 2017 frente al 1,5% de 2016), la inmigración también figuraba en el borrador de su intervención. «Durante años, han hablado de inmigración y no han hecho nada. Nosotros lo haremos», adelantó Trump, que prometió «un gran discurso, un discurso importante». Pero se esperan duros debates. La Administración Trump ha sugerido una vía de acceso a la ciudadanía para 1,8 millones de inmigrantes sin documentos en EEUU si los demócratas aceptan desbloquear 25.000 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera con México, la más emblemática de sus promesas electorales, además de reforzar la vigilancia fronteriza, interrumpir la inmigración familiar, recortar el cupo de inmigrantes legales y suspender el sorteo de visas.

Pero la propuesta ha recibido una respuesta fría entre los demócratas, y no está claro que puedan llegar a un acuerdo antes del 8 de febrero, cuando expira una ley presupuestaria que la oposición no parece dispuesta a renovar sin una solución para los «soñadores», inmigrantes que llegaron a EEUU siendo menores y beneficiados por el programa DACA,

Relaciones comerciales

«También será un discurso importante sobre comercio», añadió Trump, que aboga por más beneficios para las exportaciones estadounidenses, comenzando por China. En los meses previos ha alternado palabras amenazantes y conciliadoras sobre el tema.

Solo hace unos días, amenazaba a la Unión Europea con represalias en este campo y provocó la reacción de Bruselas, que prometía una respuesta rápida en caso de que Washington adoptara medidas restrictivas.

Además de resaltar la reforma del sistema tributario que ha beneficiado a las empresas y a las rentas más altas –uno de sus pocos logros legislativos– , se esperaba que Trump formulara un llamamiento al Congreso para definir un ambicioso plan de inversión de cerca de un billón de dólares para reconstruir la infraestructura del país en un período de una década.

En política exterior, destacan la escalada de tensión con Corea del Norte, el futuro de las relaciones con Irán y el paso dado por Washington de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.

Ante las predicciones de que el discurso abra una nueva etapa en la Presidencia de Trump, los observadores más escépticos recuerdan que en su primer discurso, recién elegido, también pareció moderar sus agresivas posiciones de campaña, y solo unos días más tarde acusaba a su predecesor, Barack Obama, de haberle espiado, sin presentar nunca prueba alguna. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, consideró «un estímulo» poder «escuchar este discurso siendo el estado del país tan brillante. Los salarios suben y ha vuelto la confianza en la economía».

Joseph Kennedy, sobrino nieto del expresidente John F. Kennedy, presentará la respuesta oficial del Partido Demócrata. A su vez, la peruano-estadounidense Elizabeth Guzmán se encargará de la réplica demócrata en español, dirigida específicamente al electorado hispano.

Entre los invitados de Trump se encontraban los padres de dos niñas muertas por la mara MS-13, que el presidente cita regularmente para justificar su política contra la inmigración.

 

Sin vetos pero con condiciones más duras para refugiados

El secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, advirtió de que la «lista del Kremlin», que recoge los nombres de más de 200 directivos y funcionarios aliados del presidente ruso, Vladimir Putin, abre la puerta a la imposición de sanciones. La lista, publicada por el Departamento del Tesoro de EEUU incluye a decenas de oligarcas entre los que figuran los responsables de los dos mayores bancos de Rusia, magnates del sector metalúrgico y el jefe del monopolio gasista ruso. El documento en sí no acarrea castigos, pero evidencia el interés político de Washington por señalar al entorno más cercano a Putin en un momento en el que aún se investigan las presuntas injerencias de Moscú en las elecciones de 2016. Mnuchin prometió que «habrá sanciones» y que estas podrían comenzar a dictarse en febrero.

Putin respondió con ironía al lamentar no formar parte de la lista –«qué lástima», dijo–, pero tampoco ocultó su enfado al describir la lista como «un acto hostil» que complica las relaciones entre Rusia y EEUU, que ya están en un estado «grave». «Esperábamos esta lista, no lo voy a ocultar, y estábamos decididos a dar pasos en respuesta, bastante serios, que llevarían nuestras relaciones al punto cero. Pero de momento vamos a abstenernos de dar este paso», añadió.

Por otro lado, insistió en que la «lista del Kremlin», al igual que otras medidas y sanciones dirigidas contra Rusia, son en realidad medidas de política interna y ataques a Trump, en el ojo del huracán por la investigación de la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016.

A este respecto, el director de la CIA, Mike Pompeo, aseguró que el Kremlin tratará de intervenir en las próximas elecciones parlamentarias de mitad de mandato que se celebrarán en noviembre de 2018 en EEUU. Y aseguró que «plantaremos cara de una manera lo suficientemente firme para que el impacto de la injerencia rusa no será determinante».

Por otra parte, la Casa Blanca afirmó que no ha tenido nada que ver con la dimisión del subdirector del FBI, Andrew McCabe, blanco de las críticas de Trump por la investigación de la trama rusa. GARA

 

Putin se toma con ironía la «lista del Kremlin»

Estados Unidos ha levantado la prohibición de entrada a su territorio a los refugiados de once países después de 94 días de paralización, aunque endureció las condiciones para acceder al Programa de Admisión de Refugiados. La lista de los once países contiene naciones que presentan «potencialmente un mayor riesgo» para EEUU, según las autoridades estadounidenses. A pesar de que no hay una lista oficial, los medios locales aseguraron que incluyen diez naciones de mayoría musulmana más Corea del Norte. Según grupos de defensa de derechos de los refugiados, la lista la completan Egipto, Irán, Irak, Libia, Mali, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria y Yemen. A partir de ahora, los nacionales de estos países afrontarán evaluaciones más estrictas «basadas en el riesgo» para que sus solicitudes de refugio sean aceptadas, con medidas de seguridad adicionales. EEUU pretende admitir un máximo de 45.000 refugiados, una reducción del 60% con respecto a los 110.000 de 2017 y la cifra más baja desde 1980.GARA