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La Policía Local de Gasteiz pone fin a la huelga de celo

La plantilla de la Policía Local de Gasteiz ha aceptado, con un 65,6% de votos a favor, la última propuesta de mejoras laborales presentada por el Gobierno municipal, una decisión que permitirá acabar con la huelga de celo iniciada hace cuatro meses por un sector de este cuerpo policial, que ha disparado el número de sanciones impuestas a los ciudadanos desde el pasado octubre.

Entrega de acreditaciones y diplomas a la nueva promoción de agentes de la Policia Local de Gasteiz. (Raul BOGAJO / ARGAZKI PRESS)

En la votación han participado 250 policías locales, un 68,11% de la plantilla, de los que 164 han votado a favor de la última propuesta del Ejecutivo municipal (el 65,6% de los votos totales) y 77, en contra, lo que supone un 30,8%, acabando así con la huelga de celo.

Tras esta votación la Policía Local «vuelve a la situación anterior» a la huelga de celo iniciada por parte de los agentes el 31 de octubre pasado, aunque han precisado que la propuesta municipal no cumple por completo sus reivindicaciones y quedan «flecos por cerrar».

El conflicto comenzó por la «sobrecarga» de trabajo provocada por la falta de efectivos, que obligó a reforzar turnos y dejó sin cubrir algunos servicios durante el turno de noche.

De esa forma, los agentes han aceptado la última oferta de mejoras laborales que les planteó el gabinete de Gorka Urtaran, que recientemente ha había advertido de que adoptaría «medidas contundentes» si no se resolvía el conflicto iniciado por un sector de la plantilla.

La oferta aceptada por los agentes incluye mejoras salariales por un valor aproximado de 1.080 euros anuales y la reducción de los conocidos como «días en rojo», jornadas en las que, por necesidades del servicio, ningún agente puede acceder a permisos salvo en situaciones excepcionales.

En un comunicado, el alcalde de la ciudad, Gorka Urtaran, ha destacado que «ha imperado el sentido común en un proceso de negociación en el que ha primado el diálogo y la firmeza». El alcalde ha destacado que en su propuesta se han incluido las las reivindicaciones de los agentes que el consistorio considera «legítimas» y se han descartado las que estaban «fuera de toda lógica y sentido común».

«Se ha llegado a una solución que defiende los intereses de la ciudadanía y pone fin a un conflicto que afectaba a los vitorianos. Ha imperado el sentido común», ha insistido el primer edil.