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Iruñea apagará la luz de edificios y monumentos públicos en apoyo a ‘la hora del planeta’

Este sábado 24 de marzo, el Ayuntamiento de Iruñea apagará durante una hora las luces de la Casa Consistorial, la iluminación de las murallas, de los fosos de la Taconera y de la trasera de la catedral. Es la denominada ‘hora del planeta’ y con este acto, el Consistorio quiere mostrar su apoyo a la acción contra el cambio climático.

Imagen del edificio consistorial con las luces apagadas por la hora del planeta. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)

Dejará en penumbra los puentes de San Pedro, Santa Engracia y Miluze, el faro de San Pedro, la fachada de Casa Gurbindo y una parte de los puentes del meandro de Aranzadi. No se verá la iluminación ornamental de las fachadas de distintos edificios de las calles Nueva, San Saturnino y Navarrería, ni las del hotel La Perla ni del Palacio de Guenduláin, y tampoco las de las iglesias de San Nicolás, San Cernin y San Lorenzo. Estará apagada la Estatua de los Fueros, en el paseo Sarasate, y el Monumento a los Caídos, en la plaza de la Libertad.

Por décimo año consecutivo, de 20.30 a 21.30 horas, el Ayuntamiento de Iruñea apagará la luz de los principales edificios y monumentos públicos para mostrar su apoyo a la acción contra el cambio climático. De esta manera, el Ayuntamiento se adhiere a la iniciativa ‘la hora del planeta’, que pretende recabar el compromiso de ciudades de todos los continentes con la naturaleza, el medio ambiente y la salud.

El apagado de edificios y monumentos supondrá un ahorro total de 85 kWh, lo que equivale a 36,465 kg de CO2 evitados.

‘La hora del planeta’ es una campaña del World Wide Fund For Nature (WWF) que comenzó en 2007 en Sidney, Australia, con el gesto simbólico de apagar la luz durante una hora como muestra de la lucha contra el cambio climático. Once años después, se ha convertido en la mayor iniciativa mundial en defensa del medio ambiente, y una llamada a movilizarse y a actuar de forma constructiva en defensa del planeta.

El pasado año participaron miles de ciudades de 187 países del mundo que apagaron más de 12.000 monumentos y edificios icónicos, uniendo a ciudadanos, empresas, ayuntamientos e instituciones para, entre todos, ‘cambiar el cambio climático’. Con este último lema se han promovido acciones directas para luchar contra el cambio climático y desarrollar iniciativas de conservación más allá de la acción climática, promoviendo estilos de vida sostenible, fomentando las energías renovables o luchando contra la pérdida de biodiversidad.