El Parlament celebra un pleno simbólico con las ausencias de los encarcelados
A pesar de las destacadas ausencias de seis diputados que participaron en la sesión del pasado jueves y las amenazas por parte del Gobierno español, el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha decidido llevar a cabo un pleno simbólico sin votación en el que los grupos han podido intervenir.
El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha comunicado esta misma mañana a los líderes de los grupos que el pleno de investidura de Jordi Turull (JxCat) se mantenía pero que no se iba a celebrar la segunda votación, ya que el candidato, junto a otros cuatro destacados líderes políticos, fueron encarcelados por el juez del TS Pablo Llarena.
El pleno ha arrancado finalmente a las 11.41 pese a las ausencias de seis diputados que participaron en la sesión del pasado jueves. Tras conocerse su ingreso en prisión, Turull pidió a su abogado que trasladara a Torrent la necesidad de mantener el pleno «por dignidad».
Torrent ha explicado su decisión haciendo referencia a la «grave y compleja» situación que vive Catalunya. «Hoy no puedo decir que sea un buen día», ha señalado, para añadir que el momento que están viviendo es «profundamente excepcional». El presidente de la Cámara ha denunciado las injerencias externas de los poderes del Estado, «que están impidiendo que la voluntad ciudadana expresada en las urnas se traduzca en la elección del nuevo president». «No descansaré hasta que no estéis en casa», ha afirmado dirigiéndose a los presos y exiliados catalanes.
Era el PP quien tenía que arrancar el turno de intervenciones de 15 minutos que Torrent ha decidido dar a cada uno de los grupos, pero sus cuatro diputados han abandonado la sesión. «Mantener este pleno, aunque solo sea para hablar, es un fraude de ley y no participaremos en él si no se desconvoca y se convoca otro», ha explicado Xavier García Albiol.
Por su parte, la líder de Ciudadanos en Catalunya, Inés Arrimadas, ha dicho a las fuerzas independentistas que ¡ya basta de procés! al considerar que ha sido «un fracaso colectivo», y les ha instado a recuperar el «seny» y la «normalidad» para empezar a «recoser» la sociedad catalana.
El líder del PSC, Miquel Iceta, ha pedido acercar posiciones y sellar una gran alianza entre los partidos que permita la formación del nuevo Govern cuanto antes. Para ello, ha dicho que están dispuestos a abandonar «el refugio de los bloques para avanzar en el campo abierto del diálogo».
Xavier Doménech, de CatECP, ha abogado por una respuesta «amplia y transversal» ante la situación política en el país: «Las horas más oscuras de nuestra historia». «Hay una causa que va más allá de cada uno. La causa de la democracia es la que nos debe reunir a todos desde una grandísima generosidad».
Sergi Sabrià, portavoz de ERC, ha advertido que la democracia española «ha quedado suspendida y, frente a esto, no vale la equidistancia», al considerar que el encarcelamiento de líderes independentistas «refleja el abuso de poder y la prostitución judicial», pero también un Estado «en descomosición».
Ha sido Quim Torra, diputado de JxCat, quien ha cerrado la ronda de los grupos. Ha pedido unidad al independentismo frente a la «deshumanización» de los partidos favorables al 155, y ha lanzado una promesa para su compañero de filas encarcelado Jordi Turull: «No fallaremos. Conjurémonos para persistir y para ganar porque solo así Jordi y el resto de presos políticos y exiliados volverán a ocupar los escaños que, como nosotros, ya les echan de menos».
Tras finalizar el debate, ha sido el propio Torrent quien ha vuelto a tomar la palabra. Ha instado a formar un frente común para defender «la democracia y los derechos fundamentales», ante lo que considera una «involución democrática sin precedentes» y una Cámara catalana que se ve «asediada por los tribunales».