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El Parlament llama a construir un «frente unitario por la democracia»

Las detenciones y el exilio de los representantes del pueblo de Catalunya y el delirante auto del juez Llanera han desatado la indignación popular, han hecho cristalizar otro estado de opinión y permiten abrir nuevas vías de defensa de la democracia. Los independentistas se comprometieron a construirlas con la máxima determinación y generosidad.


Han bastado 48 horas para que la imagen de abatimiento desangelado, de rostros que no podían esconder una tristeza emocional contagiosa que se apoderó del Parlament de Catalunya el pasado jueves, en una sesión fallida para designar al ahora preso Jordi Turull como president, se haya transformado en la de una Cámara llena de discursos vibrantes, con sentimientos a flor de piel y la posibilidad de articular un frente democrático unitario más abierto que nunca.

En mitad de esas horas se han producido tres factores que han desencadenado una reacción en cadena: el auto judicial del juez Llarena; el encarcelamientos y exilio de líderes electos, en lo que es otra muestra más del proceso de involución sin precedentes que se impulsa desde Madrid y que tiene en Catalunya al Govern intervenido y al Parlament acosado y fiscalizado por jueces; y por último, y no menos importante, una indignación popular incontenible, que ha terminado desparramándose, y que al grito de «Prou!» (¡ya basta!) ha vuelto a tomar las calles, con renovada chispa y la exigencia de estar a la altura del desafío y responder como pueblo.

Junto con las plazas que volvieron a congregar a miles de personas para protestar contra la represión, los cortes de autopistas como la A-7 en Tarragona o las protestas en las estaciones de TGV como la de Figueres (Alt Empordà), el Parlament vivió ayer una jornada intensa, con intervenciones memorables, aplausos para los familiares de los encarcelados y un acto donde su president, Roger Torrent, leyó una declaración institucional donde se reclamó un «frente unitario en defensa de la democracia». En el debate de la cámara, los independentistas de ERC, en palabras de su portavoz Sergi Sabrià, lanzaron mensajes como el de «nos han escupido a la cara», «el Estado ha implosionado», «esto es un golpe de Estado», mientras coincidían en la necesidad de construir ese espacio amplio de lucha por la democracia ante el cuál se comprometieron a encabezarlo con la «máxima determinación y generosidad».

Así mismo, resultó llamativo el discurso del líder del PSC, Miquel Iceta, que mostró gestos de incomodidad con la situación que ellos mismos apoyaron y que sin su concurso no hubiera sido posible. Quizá resulte excesivo afirmar que el juez Llarena ha dinamitado el «bloque del 155» del PP-Cs-PSC, que ha abierto una brecha entre ellos. Es demasiado pronto para saberlo. Pero en las palabras de Iceta se pudo entrever que el momento que vive Catalunya ha hecho cristalizar otro estado de opinión y permite abrir nuevas vías.

 

ANC: Nueva presidenta para una nueva fase

La Assemblea Nacional Catalana eligió ayer a Elisenda Paluzie como nueva presidenta de la entidad en el marco de una renovación de su Secretariado Nacional. Paluzie expresó su «apoyo incondicional» a los presos y exiliados, adelantó que la Caja de Solidaridad está «bien llena y preparada» y apostó por abrir una nueva etapa del proceso político en la que la ANC deberá «ser más fuerte» para cuando se abra otra ventana de oportunidad «terminar la tarea de desplegar la República».GARA