Andoni Ortuzar pide «dejar de tomar decisiones que lleven la política a la excepcionalidad»
La situación política de excepción que vive Catalunya y por extensión cómo afecta a la del Estado español ha marcado el discurso del presidente del PNV, en el acto político con motivo del Aberri Eguna celebrado este domingo en la Plaza Nueva de Bilbo ante alrededor de 3.000 personas. Andoni Ortuzar, que ha abogado por «dejar de tomar decisiones que llevan la política a la excepcionalidad», ha advertido de que «con el 155 no jugamos».
El acto político que organiza tradicionalmente el PNV en Bilbo ha estado marcado por Catalunya, con buena parte del discurso del presidente del EBB dirigido a esta cuestión y también el del lehendakari, Iñigo Urkullu, que le ha antecedido. No han faltado las palabras de solidaridad para la causa catalana, petición de libertad de los políticos presos y muestras de afecto para Montserrat Candini, alcaldesa de Calella y responsable de Relaciones Institucionales y con la Sociedad Civil del PDeCAT, y Eduard Pujol, diputado y portavoz adjunto de Junts per Catalunya en el Parlament, presentes hoy en el escenario de la Plaza Nueva rodeados de cargos políticos e institucionales jeltzales.
Muchos aplausos para la causa catalana pero ningún grito de «independentzia», reivindicación que se ha plasmado en una pancarta colocada en un segundo plano del recinto festivo por EGI con el lema ‘Gure Aberria, gure askatasuna. Independentzia’, frente al lema oficial de la convocatoria: ‘Gure etorkizuna, gure Aberria’.
El lider del PNV ha sido meridianamente claro: «La mera existencia del 155 y la aplicación que se está haciendo de él en Catalunya son un ataque también a Euskadi y a nuestra idea del autogobierno». Ortuzar ha dicho que su deseo es que «los autogobiernos catalán y vasco estén exclusivamente en manos de sus legítimos y legítimas representantes. Nosotros no queremos gente en la cárcel por defender ideas políticas. Nosotros –ha insistido– no queremos que sean los jueces quienes decidan quién puede gobernar y quién no. Lo que está pasando en Catalunya es muy grave. Y nuestros principios y valores nos reclaman alzar la voz y protestar por ello. Y ser consecuentes».
A Ortuzar la preocupa el auge del «nacionalismo español rancio» y también la imagen ofrecida el jueves por cuatro ministros del Gobierno español cantando el himno de la Legión. «Una cosa es un nacionalismo en positivo, que reivindica la suyo sin cuestionar a los demás, como el nuestro; y otra muy distinta es un nacionalismo negacionista, que para afirmarse tiene que dominar a los otros que le rodean. Eso no es nacionalismo, es autoritarismo», ha denunciado.
El burukide ha sido claro: «Quien quiera contar con el PNV debe dejar de tomar decisiones que lleven la política a la excepcionalidad y debe dejar de humillar a una gran parte de la sociedad catalana con acciones o declaraciones faltonas». El político de Abanto se ha preguntado «quién cree que mejoran las cosas anunciando un recurso contra los Presupuestos» del Gobierno de Lakua.
La fórmula jeltzales, así lo ha expuesto Ortuzar, es «abrir cauces de diálogo con las actuales instituciones catalanas» y «favorecer que se constituya cuanto antes el Govern de la Generalitat», además de asumir que «Euskadi y Catalunya son realidades nacionales que merecen respeto a su autogobierno».
Tampoco ha faltado la referencia a EH Bildu y ELA, de quienes ha dicho están descolocados en el actual escenario político catalán. Y la última parte del discurso de cerca de veinte minutos ha estado dedicado a ETA, expresando su confianza en que este haya sido el último Aberri Eguna en que tenga que hacer referencia a esta organización. «Ahora que están a punto de bajar la definitivamente la persiana sería bueno que asumieran con claridad su trágico legado y la injusticia de sus actos».
Más largo ha sido la intervención del lehendakari, quien en su discurso ha mirado a Europa. Iñigo Urkullu ha abogado por «una Europa política que incorpore a las realidades nacionales sin Estado, como Euskadi». Ha planteado una «Directiva de Claridad que ofrezca un cauce de solución para que las comunidades políticas que expresen su voluntad de decidir su estatus de futuro puedan consultar a su ciudadanía en un referéndum legal y pactado».
En su sexto Aberri Eguna como inquilino de Ajuria Enea, Urkullu ha dicho que es una propuesta para dar solución a un problema de naturaleza política. «Un problema –ha enfatizado ante la veterana parroquia que le escuchaba– que no se puede abordar desde el estrecho margen de la acción judicial y penal, como pretende España en relación a Catalunya. Esta crisis política no incumbe solo al Estado español, concierne al conjunto de la Unión Europea». «Afecta a pueblos cuyas sociedades vienen expresando, históricamente, una voluntad de autogobierno. Una voluntad arraigada en Catalunya y Euskadi, que no se manifiesta en contraposición a Europa sino lo contrario, desde nuestro europeísmo y apuesta por Europa», ha defendido.
No ha faltado la referencia por parte del lehendakari a las reivindicaciones de los pensionistas. «Conocemos de cerca las dificultades de las personas pensionistas, pero no vamos a caer en demagogias y falsas promesas», ha señalado Urkullu, que se ha comprometido a exigir que las pensiones se revaloricen con el IPC. «Sí vamos a exigir al Gobierno español que garantice un sistema público de pensiones dignas, sí vamos a mantener el sistema de protección social y el complemento a las pensiones más bajas que en Euskadi aprobamos por ley el año 2008», ha afirmado.