Urkullu matiza ante Iriarte la «perversión» del derecho a decidir
A pregunta de la portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, el lehendakari Iñigo Urkullu matizó ayer ante el Parlamento de Gasteiz su reciente afirmación en una entrevista sobre el carácter perverso del derecho a decidir. Sostuvo que no es el derecho a decidir sino la utilización que se puede hacer del mismo lo que puede resultar perverso.
El pasado 3 de mayo, se publicaba una entrevista en la que el lehendakari, Iñigo Urkullu, decía sobre el derecho a decidir contemplado como un referéndum «que piden en Cataluña», que «el derecho a decidir es un concepto que necesita una redefinición porque en esos términos es una perversión. El derecho a decidir, así en general, también es cada vez que se celebran unas elecciones y la sociedad decide con sus votos».
Ante esta afirmación, en el pleno del Parlamento de control al Gobierno de ayer, la portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, le preguntó al lehendakari «en qué consiste el carácter perverso que en su opinión tiene el derecho a decidir».
Iñigo Urkullu matizó que «el derecho a decidir no tiene de por sí ningún carácter perverso». Apuntó que «son las menciones y la utilización que se hace de su sentido lo que puede ser perverso».
La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, recordó que esa misma Cámara, en 1990 y 2014, acordó que «el Parlamento Vasco proclama que el pueblo vasco tiene derecho a la autodeterminación».
A renglón seguido mencionó el programa electoral del PNV que llevó a la victoria a Iñigo Urkullu, que recogía que «el pueblo vasco, Euskal Herria, que se asienta geográficamente en siete territorios, constituye un sujeto jurídico y político con derecho y capacidad para decidir sobre su futuro, a ser consultado y a que su voluntad democráticamente expresada sea respetada».
Iriarte mostró su preocupación porque la «reformulación» del derecho a decidir que propone el lehendakari se asemeja a la visión del PSE, de que también elección a elección se ejerce ese derecho; «y ya sabemos de qué estamos hablando», apostillo. Anunció que «con la responsabilidad que nos da ser la primera fuerza de la oposición, EH Bildu tratará por todos los medios de poner límite a esa deriva de su Gobierno, que trata de vaciar de contenido el derecho que tiene el pueblo vasco a decidir su futuro».
El lehendakari reiteró que «no es la naturaleza del principio democrático utilizado por concepto derecho a decidir lo perverso». Explicó que «conformamos una sociedad plural en un entorno también plural. Decidir hoy es codecidir». Precisó que «toda codecisión comporta reconocimiento, responsabilidad y exigencia recíproca. Codecidir es acordar las condiciones, las mayorías y los límites, hacerlo como resultado de un procedimiento legal y pactado».
Democracia y legalidad
Concluyó el lehendakari afirmando que «nuestra obligación es actualizar el autogobierno sumando el principio democrático y el principio de legalidad. Acordar los contenidos y su normativización jurídica. Nuestra obligación –aclaró– es sumar, entendiendo que el respeto a la legalidad no debe vulnerar el principio democrático que supone atender y respetar la decisión de la ciudadanía vasca, libre y democráticamente adoptada».
Esta idea de que el principio de legalidad no debe vulnerar el principio democrático no gustó al presidente del PP de la CAV, Alfonso Alonso, que también tenía registrada para el pleno de ayer una pregunta sobre el derecho a decidir.
A su entender, «eso es tanto como decir que la mayoría puede estar en democracia por encima de la ley, pero la mayoría no puede estar por encima de la ley». «La gracia de la democracia y la clave –añadió– es que la mayoría se sujeta a las leyes». Y negó que alguien «pueda determinar un ámbito en el que tiene mayoría y entonces arrogar a esa mayoría el derecho de imponerse sobre las leyes».
El lehendakari le replicó que «la democracia y la ley tienen que ir de la mano y al unísono». Y se preguntó que si una mayoría decide cambiar la ley, «por qué no es posible cambiar la ley si la mayoría es democrática».
Explicó Iñigo Urkullu que «el principio democrático exige dotar de un valor relevante y primario a la decisión de la ciudadanía vasca, lo que requiere que el Estado asuma la obligación de negociar y acordar los ajustes constitucionales o, en su caso, los ajustes legales precisos para responder al deseo expresado por la ciudadanía vasca». Para el lehendakari el Estado debe renunciar al «principio de unilateralidad que impone».
En su expresión práctica, el lehendakari Urkullu entiende hoy el derecho a decidir como que la sociedad vasca pueda aprobar o rechazar el acuerdo sobre Nuevo Estatus que alcance el Parlamento.