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Cinco claves en el caso de los jóvenes de Altsasu

Iruñea acoge este sábado una nueva movilización para denunciar la situación en la que se encuentran los jóvenes de Altsasu encarcelados por una pelea de bar. NAIZ analiza cinco claves de este caso.


1.- La Guardia Civil interviene desde el primer día

Tras registrase los hechos, inicialmente, se tomaron como un incidente más de los que suceden cada fin de semana, una trifulca de bar. Sin embargo, la Guardia Civil mostró un gran interés en controlar la investigación del caso, quitándole la instrucción a la Policía Foral, que fue quien intervino en un primer lugar. En este proceso, es determinante la visita que el entonces director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, al Complejo Hospitalario de Nafarroa y al cuartel de Altsasu. La lehendakari Uxue Barkos también acudió al hospital Tras su llegada a Nafarroa, los guardias civiles y sus novias se negaron a declarar más ante la Policía Foral y solo comparecieron ante compañeros del instituto armado. Mientras, medios de comunicación inflaban el asunto. El propio presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, hizo público un tweet dando su apoyo a los guardias civiles y calificando lo sucedido de «brutal ataque».

2.- Movilizaciones

Desde el primer momento, en octubre de 2016, se han sucedido las movilizaciones, tanto en Altsasu como en Iruñea y en otros puntos de Euskal Herria, para denunciar las conculcaciones de derechos que se estaban producido en este caso. Junto a la masiva asistencia a las manifestaciones y concentraciones, en este caso se ha producido un consenso social que ha respaldado las convocatorias. En Nafarroa, las principales instituciones (Gobierno navarro, Parlamento navarro, Ayuntamiento de Iruñea y Ayuntamiento de Altsasu) se han sumado a las convocatorias, realizadas por los padres y madres y vecinos de los jóvenes encarcelados, y han aprobado declaraciones institucionales denunciando las conculcaciones de derechos. 

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3.-Indefensión

El juicio que se celebró en la Audiencia Nacional española del 16 de abril al 4 de mayo estuvo precedido por la denuncia de indefensión realizada por los abogados de los encausados. Explicaron que no les admitieron testigos que habían propuesto o que les habían denegado pruebas que consideraban imprescindibles. Una de estas pruebas que inicialmente no fue admitida era el vídeo que grabó Iñaki Abad y en el que se veía al sargento supuestamete agredido gravemente con una camisa blanca impoluta y sin reconocer a quienes presuntamente le habían golpeado minutos antes. Otro vídeo que mostraba a Adur Ramírez de Alda en el frontón Burunda con una ropa diferente a la que llevaba quien agredió al teniente, según el testimonio de su novia.

La falta de garantías en los procesos de reconocimiento fue otro de los aspectos que se denunció. Las fotos de los sospechosos, tomadas por los Servicios de Información de la Guardia Civil entre los jóvenes de Sakana, se colocaron junto a personas de razas diferentes y que no vivían en este valle navarro. Una circunstancia similar se repitió en las ruedas de reconocimiento que se realizaron en dependencias de la Audiencia Nacional. 

4.- Juicio y sentencia

El juicio contra los jóvenes se celebró finalmente en la Audiencia Nacional española, a pesar de que tanto la Audiencia navarra determinó inicialmente que la vista debía celebrarse en Iruñea. Finalmente, fue el Tribunal Supremo el que llevó la causa a Madrid. El motivo para ello, era que se consideraba lo sucedido como un acto de «terrorismo» y no una trifulca de bar. De este modo se justificaban también las elevadas peticiones de penas y que tres de los jóvenes llegaran al juicio en prisión provisional tras más de un año y medio.

En la vista, las defensas realizaron un buen trabajo, desacreditando los testimonios de las acusaciones en aspectos como la gravedad de las lesiones producidas (mediante informes forenses) o dejando en evidencia la imposibilidad física de que «decenas de personas» estuvieran en el bar Koxka golpeando a los agentes. También quedó en evidencia que el informe de la Guardia Civil que era la base para calificar de «terrorismo» la actuación de los jóvenes y que consideraba que Ospa Mugimendua era una «continuación de la estrategia de ETA».

 


Sin embargo, la sentencia no recogió estos aspectos y pese a rechazar la acusación de «terrorismo», condenó a los jóvenes a las penas máximas previstas por el delito de «desórdenes públicos, lesiones y amenazas» al considerar que «se cometieron por motivos ideológicos y de animadversión a la Guardia Civil». Tras la sentencia, llegaron las detenciones para acudir a la vistilla, un procedimiento completamente innecesario, y el ingreso en prisión de otros cuatro jóvenes a pesar de que la sentencia no es firme todavía.

 5.- Altsasu, una localidad criminalizada

Los vecinos de Altsasu se quejan de que su localidad está siendo objeto de una ofensiva mediática y política para criminalizar a este pueblo y al conjunto de Sakana. Se ha presentado a Altsasu como una localidad en la que los guardias civiles no pueden apenas salir del cuartel y se vive un clima opresivo. En el juicio, la mujer del sargento llegó a decir que no se atrevía a ir al ginecólogo a Altsasu y optó por ir a otra localidad. La realidad es que todas las vecinas tienen que ir al ginecólogo a Etxarri-Aranatz porque en Altsasu no hay este servicio.