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Encuentro feminista mimado y cuidado para empoderar a mujeres jóvenes

Microgrupos de chicas de entre 14 y 18 años y educadoras han participado esta semana en un encuentro feminista en el hermoso entorno rural de GaraiOn, en Ozaeta. Zernahi Gara ha sido una estancia intensa de cuatro días promovida por Irse Araba y cofinanciada por el programa europeo Poctefa, dentro del proyecto Limitis Forum. La valoración de la labor de empoderamiento realizada por jóvenes de distintos puntos de Euskal Herria es excelente.


Han creado un espacio seguro para ellas, donde las jóvenes y las educadoras tuvieran libertad de pensar, expresarse y reflexionar sobre los temas que les afectan sin sentirse juzgadas, discriminadas o violentadas. A esta estancia de cuatro días la han llamado Zernahi Gara desde esa perspectiva de la diversidad en su sentido más amplio.

Idoia Martínez de Lahidalga Ibarrola es educadora de Irse Araba, asociación promotora del encuentro feminista. Cuenta a GARA que ha sido un intercambio de microgrupos de chicas de entre 14 y 18 años. Han participado seis educadoras y 18 jóvenes de diferentes organizaciones sociales del proyecto Limitis Forum. Todas participan en iniciativas socioeducativas de los recursos de su entorno: la Asociación Navarra Nuevo Futuro; Mugazte Elkartea, de Aquitania; HeziZerb, de Gipuzkoa; e Irse Araba, de Gasteiz.

En el encuentro, que se celebró desde este martes hasta ayer, trabajaron el empoderamiento de las mujeres jóvenes. Realizaron diversas actividades y talleres desde el conocimiento de su propio cuerpo y del entorno rural de GaraiOn Naturartea, en Ozaeta. «Somos afortunadas por haber estado en este espacio. Las responsables nos han cuidado y mimado mucho», agradece Martínez de Lahidalga.

Los ejes de las actividades fueron la sexualidad y el cuerpo, el movimiento, vivencias, creación artística-musical y naturaleza. Por ejemplo, llevaron a cabo un taller con Lorena Rejo Lorente y Agurtzane Pinedo, “Mi cuerpo, mi territorio”. «Nos miramos desde una forma nueva, desarrollando una imagen positivada de nosotras y reconociendo nuestras fortalezas. Luego paseamos hasta Garaio y nos bañamos». Además, aprendieron a hacer ungüentos y jabones y realizaron musicoterapia.

La valoración es excelente. «Todas estamos muy contentas, floreciendo. Hemos sentido libertad, cariño, mimos, cuidado… Las jóvenes no se conocían entre ellas. Todo ha sido nuevo y como la convivencia ha sido tan intensa han surgido cosas muy bonitas. Ha sido una estancia tranquila. Ha habido muchas chavalas con mucho liderazgo. Ha sido un liderazgo regulado entre ellas, con un equilibrio muy bueno. La responsabilidad de todas ha hecho posible un espacio muy mimado y cuidado».

Han trabajado la sororidad. «Se dice que las adolescentes son rivales, pero aquí no hemos visto eso. Los tópicos no son ciertos», asegura la educadora. Ahora cada una ha regresado a su casa y sigue enlazada con su educadora referente (cada grupo fue a GaraiOn con su educadora de referencia). La idea es trasladar lo aprendido a los barrios y pueblos y continuar con el trabajo con ella y con otras chicas adolescentes. Que ellas sean agentes transformadoras y que otras se puedan animar a futuras acciones de este tipo.

 

Viaje al placer con la ayuda de la danza

“Viaje al centro del placer” fue uno de los talleres impartidos en el encuentro feminista. Dirigido por la sexóloga de Barcelona María Cabral, con la colaboración de Kim Jordan, trabaja la educación sexual no desde una perspectiva de peligro, sino de placer. «Es un espacio donde se le da mucho valor a la palabra y las participantes pueden hablar abiertamente de su sexualidad. Se invita a que cada una haga un recorrido para saber más sobre aquello que la hace única», indica Cabral. Para ello utilizan la danza, en concreto el twerk, que se enmarca en el booty dance. Es una herramienta para disfrutar con alegría.

«La conecto con una sexología que no pretende ser prescriptiva, ya que hemos pasado a una obligatoriedad en relación al placer. Y esto también está generando mucho malestar. No sirve lo mismo para todas. Y eso es lo que trabajamos. Cada una ha de hallar su manera única de vivir su sexualidad y su deseo. Una manera es la danza como celebración y conexión con el cuerpo», apunta la sexóloga.M. I.