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Piden facilidades judiciales en casos de abuso sexual infantil

La media del Estado español de casos judiciales iniciados por abusos sexuales en la infancia y la adolescencia es de 12,1 por cada 100.000 habitantes; en la CAV es de 3,3. Esto puede ser debido a que realmente hay menos casos o a que no hay mecanismos adecuados para detectarlos. De hecho, solo el 2% de los casos se conocen mientras están siendo perpetrados, y en general solo el 10% salen a la luz. Los expertos proponen medidas para facilitar su gestión.


El Ararteko, Manuel Lezertua, invitó a la reflexión sobre el «grave problema» del abuso sexual infantil en el Curso de Verano de la UPV/EHU “Abuso sexual infantil. Una realidad compleja que interpela a toda la sociedad” celebrado la semana pasada en Donostia. Durante el mismo, expertos en abusos sexuales a niños defendieron facilitar el acceso a la justicia de esos casos con medidas como la obtención del testimonio de las víctimas de forma previa al juicio oral con el objeto de elevar la tasa de procedimientos abiertos; en la CAV es la más baja del estado, con 3,3 por cada 100.000 habitantes.

En su intervención, el Ararteko se mostró preocupado por la respuesta que, bien desde los poderes públicos, bien como sociedad, están ofreciendo a la realidad del abuso sexual infantil. «Ciertamente, estamos ante un tema importante por su gravedad, por el daño que provoca en las personas que lo sufren y por la cantidad de niños, niñas y adolescentes afectados», destacó. Además, incidió en que este «grave problema» afecta a todas las sociedades en las que se ha estudiado, en un porcentaje que no varía demasiado entre estudios y se sitúa «en un 8% de los varones y cerca de un 20% de las mujeres».

Por otro lado, explicó que algunos autores abogan por utilizar el concepto de «victimización sexual» en vez de abuso sexual, «como modo de integrar todas las formas de violencia vinculadas al área de la sexualidad que puede sufrir un niño, una niña o adolescente y para evitar la confusión que supone el uso de un mismo término para referirse a tipos delictivos distintos».

En este sentido, puntualizó que «separándonos por elevación del tipo delictivo de abuso sexual de nuestro Código Penal» en este curso se hablará de «victimización sexual en la infancia, que comporta diferentes conductas sexuales llevadas a cabo bajo coerción, manipulación o uso de la violencia y entre las que se incluye el denominado abuso sexual infantil, quizás la forma de victimización sexual más estudiada».

Por otro lado, opinó que «la perspectiva de género habrá de ser incorporada y se incorporará, de hecho, al análisis del fenómeno, al desarrollo de políticas públicas que aporten soluciones, programas, servicios, pero el abuso sexual es, ante todo, violencia contra la infancia».

Finalmente, indicó que el objetivo de este curso es «promover un espacio de reflexión e intercambio profesional e intersectorial, que permita avanzar en la construcción de estrategias compartidas para la mejora de la respuesta a la victimización sexual infantil en Euskadi».

Propuestas de los expertos

Una de las expertas que participaron en el curso fue Eva Silván, representante de Save de Children en la CAV. Esta defendió la necesidad de tomar declaración al menor «con mayor celeridad» para lo cual pidió la universalización de la prueba preconstituida, una posibilidad recogida en la Ley de Enjuiciamiento Criminal que consiste en tomar el testimonio en presencia de la comisión judicial y las partes y que éste pueda ser reproducido durante el juicio.

En el mismo sentido se manifestó la representante de la Asociación Andaluza para la Defensa de la Infancia y la Prevención del Maltrato Infantil (Adima) Raquel Rasposo, quien señaló que es «imprescindible» que el relato de los niños no sea interferido con «múltiples actuaciones» sino que sea recogido «con todas las garantías en las mínimas ocasiones posibles por expertos» con preguntas no inductivas, en un lugar apropiado y con los medios específicos.

La prueba preconstituida permite que el testimonio se obtenga de forma «más cercana al hecho traumático» y una «recuperación adecuada» sin ser interrumpida por la fase del juicio oral, explicó la especialista en su ponencia.

Por otro lado, el Sicólogo Clínico y Sicoterapeuta José Luis Gonzalo trató sobre su trabajo con las niñas y niños víctimas de un abuso sexual. Según dijo, «cuando un menor llega a la consulta y se encuentra con un desconocido a solas en el espacio cerrado de una sala durante una hora, solos los dos, con el propósito de hablar de ‘lo que tengo apartado de mi mente porque su recuerdo me desregula’, la neurocepción que pueden experimentar es de terror e inseguridad», comentó.

Según dijo en su ponencia, los sicoterapeutas deberían tener en cuenta que esa situación podría evocarle al menor «el recuerdo inconsciente del abusador y la escenificación del abuso, y por consiguiente dispararse estas reacciones neuroceptivas defectuosas».

Por ello, recomienda a sus compañeros de profesión que lo primero a tener en cuenta es que no es fácil conseguir la confianza de un menor a quien un adulto traicionó. Así, considera que «una terapia analítica, interpretativa, interrogadora, basada en el uso de la palabra mediante la conversación vis a vis» probablemente está abocada al fracaso, por lo que propone buscar nuevas soluciones a la hora de ayudar a estos niños y niñas afectados sicológicamente.