El ministro francés de Interior deriva las responsabilidades por el ‘caso Benalla’
El ministro francés de Interior, Gérard Collomb, ha defendido su gestión tras la difusión de un video que muestra a un responsable de seguridad de Emmanuel Macron golpeando a manifestantes en una protesta el 1 de mayo. Collomb ha derivado las responsabilidades por el llamado ‘caso Benalla’ al Palacio del Elíseo, que se ocupó de sancionar al entonces jefe de la seguridad presidencial, y a la Prefectura de Policía, que no puso los hechos en manos de la Justicia.
Collomb, que ha comparecido ante la comisión de investigación parlamentaria creada por este escándalo, ha dicho que aunque habían coincidido, no conocía a Alexandre Benalla, responsable de seguridad de los desplazamientos del presidente francés, Emmanuel Macron.
Tampoco sabía cuál era su cargo ni si formaba parte de las fuerzas de seguridad hasta que la semana pasada el diario ‘Le Monde’ divulgó un vídeo donde se le ve agrediendo a dos manifestantes el pasado 1 de mayo con un casco y un brazalete de la Policía, distintivos que solo los agentes pueden lucir.
Al día siguiente, su jefe de gabinete informó a Collomb de esos incidentes, que se produjeron durante los altercados entre algunos manifestantes y agentes antidisturbios, pero le dijo también que el gabinete de la Presidencia de la República lo iba a sancionar y por eso se desentendió.
«Los hechos estaban siendo estudiados en el nivel adecuado», ha subrayado el responsable de Interior, que ha añadido que a partir de entonces ya no se ocupó más y que ni siquiera abordó ese tema con Macron.
En cuanto a los reproches de la oposición por no informar del caso a la Justicia, que ha imputado a Benalla y otras cuatro personas, ha señalado que «no es al ministro al que le corresponde hacerlo».
Collomb encargó una investigación interna a la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN) el 19 de julio, un día después de la publicación del controvertido vídeo por el citado diario.
Según su argumentación, no lo hizo hasta entonces porque en esa grabación había «elementos nuevos», en particular que Benalla se había servido el 1 de mayo de elementos que le identificaban como policía.
Ha asegurado que él «nunca fue informado» de que Benalla (26 años) y Vincent Crase, un responsable de la seguridad del partido de Macron y empleado puntualmente por el Elíseo, habían solicitado y recibido autorización para estar como «observadores} junto a las fuerzas del orden en las manifestaciones del Día del Trabajo.
Ha hecho hincapié en que condena «con la mayor firmeza» la agresión contra dos manifestantes, algo que «es inadmisible».
«Está descartado que alguien pueda tomar una parte activa, fuera de todo marco legal, en las intervenciones de la Policía», ha indicado.
Macron no se ha manifestado públicamente hasta ahora sobre este escándalo que le salpica de forma directa, pero a través de varios miembros de su Gobierno ha hecho saber que estima «totalmente escandaloso» e «inaceptable» lo que hizo su empleado el 1 de mayo.
Según el secretario de Estado de Relaciones con el Parlamento, Christophe Castaner, el jefe del Estado quiere tener una visión global y reorganizar su administración en el Elíseo antes de pronunciarse.
Paralelamente a la investigación parlamentaria, se ha abierto una investigación administrativa y se ha encargado a la inspección de la Policía, que entregará un informe a finales de esta semana.
Macron, por su parte, ha anulado una visita prevista para el miércoles a la ruta del Tour, según ha anunciado el Elíseo, que ha negado no obstante cualquier relación entre esta decisión y el caso Benalla.
Cada día, desde que este escándalo salió a la luz surgen nuevas revelaciones sobre los privilegios con los que contaba Benalla, que contaba con un despacho en el Palacio del Elíseo y con credenciales para acceder a la Asamblea Nacional.
Según el semanario ‘Le Journal du Dimanche’, Emmanuel Macron habló por teléfono con Benalla –que fue despedido el viernes–, después de la revelación de Le Monde.
Un portavoz de la Presidencia afirmó el jueves que después del 1 de mayo Benalla fue «despojado de sus funciones en materia de organización de seguridad de los desplazamientos del presidente». El mismo, no obstante, aparece en varias imágenes recientes acompañando a Macron o a la pareja presidencial.