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Marcha neonazi en Alemania y protesta de los refugiados en Grecia

Hasta 2.000 neonazis, según la televisión pública regional Mdr, iniciaron anoche una marcha por Chemnitz (este de Alemania) tras los disturbios registrados el pasado domingo en la ciudad, donde 800 ultraderechistas se lanzaron a «cazar» a inmigrantes como reacción a la muerte de un alemán en una pelea. Entretanto, los migrantes cortaban la autopista que une las ciudades de Atenas y Lamia para protestar por las condiciones en las que se encuentran.


Un centenar de personas que tratan de huir de unas condiciones inhumanas en sus países de origen decidieron ayer que ya no pueden más y cortaron la autopista que une las ciudades de Atenas y Lamia para protestar por las condiciones en las que se encuentran alojados en el centro de recepción de Malakasa, a unos 5 kilómetros al norte de la capital griega. El centro quedó anegado debido a las intensas lluvias caídas en la región, por lo que los migrantes decidieron cortar la carretera en señal de protesta, informó el periódico griego “Kathimerini”. Se produjeron atascos kilométricos.

Ni a esos ni a nadie. Numerosos europeos no están dispuestos a acoger a quienes huyen. Ni siquiera a quienes aspiran a una vida un poco mejor. Y en algunos puntos expresan ese rechazo del modo más brutal.

Chemnitz, en Alemania, está destacándose en ese sentido. La marcha neonazi partió de la plaza Karl Marx, punto emblemático de dicha ciudad, donde también se había convocado una protesta en contra de la xenofobia (congregó a mil participantes). Las autoridades habían desplegado un fuerte contingente policial para evitar encontronazos entre ambas manifestaciones de signo contrario.

El ambiente era muy tenso, entre gritos hostiles por ambos lados, algunos lanzamientos de botellas y objetos pirotécnicos hacia la marcha contraria.

El detonante de la situación es la muerte, el domingo, de un alemán de 35 años –de origen cubano, según informaciones coincidentes de varios medios–, tras una pelea en una fiesta.

En la disputa se vieron involucradas varias personas más, de diversas nacionalidades, entre ellos un sirio y un iraquí, de 23 y 22 años, respectivamente, detenidos ayer como presuntos autores materiales de la muerte a cuchilladas del hombre.

Lo que siguió a continuación el domingo, según relató la portavoz policial, Sonja Penzel, fue una convocatoria a través de las redes sociales de los neonazis, con llamadas a demostrar «a los extranjeros quién manda aquí».

Se tiene constancia de tres agresiones o situaciones de acoso contra extranjeros –un afgano, un sirio y un búlgaro– en puntos distintos de la ciudad.

La canciller Angela Merkel denunció la «caza colectiva» de migrantes por militantes de la extrema derecha. Estos hechos «no caben en un Estado de Derecho», dijo el portavoz de la canciller, Steffen Seibert.

 

Praga no quiere dar cobijo ni a un solo inmigrante

El Gobierno checo insistió ayer en su rechazo a un reparto de refugiados entre los socios de la UE y aseguró que no quiere recibir ni a un único inmigrante. «Cuando digo que no quiero recibir ni a un solo migrante, esto es un símbolo muy concreto», aseguró el primer ministro Andrej Babis, según informa Radio Praga.

El jefe del Ejecutivo reclamó que la UE tenga una política común en relación a la migración, pero rechazó el modelo de reparto de refugiados por cuotas entre los Estados miembros. Por contra, pidió que el bloque se concentre en reforzar la seguridad interna, en llegar a acuerdos con países de África y en mejorar las condiciones de vida en ese continente. Durante un encuentro con embajadores checos, Babis insistió en la importancia de que la república siga dentro de la UE y afirmó que una salida supondría una amenaza al futuro del país. Recordó que República Checa recibe ayuda de los fondos comunitarios y que el 83 % de las exportaciones checas van a socios de la UE.GARA