Viejos problemas en el Athletic de Berizzo
Los leones arrastran con Berizzo carencias anteriores a él: errores que penalizan, sacar provecho a su dominio y efectividad ofensiva.
En los dos últimos años el Athletic nunca ha perdido en su vuelta a la competición tras un parón como éste. Ha sucedido 11 veces: 8 victorias y 3 empates. Es de los pocos destellos a los que agarrarse después de que literalmente la derrota en el derbi nos dejara con cara de tontos. Nadie lo esperaba, más que por el qué sobre todo por el cómo, otra vez disparándose el equipo a su propio pie y evidenciando una alarmante, y para nada novedosa, falta de pegada arriba. Como si el Athletic llevara en su ADN ese error de turno que casi siempre le penaliza y como si haber vivido de la renta de Aduriz durante los últimos años nos hubiera dejado huérfanos de la noche a la mañana. Y por las palabras de Eduardo Berizzo tras la derrota ante la Real, parece haberse percatado por fin de que este Athletic es así. Tiene gruesos fallos en algún momento de los partidos que le hacen mucho daño y salvo el ‘20’ rojiblanco y la aportación anotadora de Raúl, el resto no tiene la portería entre ceja y ceja, no llevan el gol en su gen.
El Athletic encarará la vuelta del parón cuarto por la cola, con potencial para salir de ahí pero con la urgencia de enderezar un rumbo desde ya que no meta al equipo en un bucle peligroso. Y nadie duda de que mimbres hay y buenos. El once que puso en liza Berizzo ante la Real lo firmaríamos cada jornada y, sin embargo, más allá de controlar el partido, como ante el Villarreal, resultó inoperante en el área rival. Porque ante rivales que esperan, uno necesita paciencia, velocidad en su juego, precisión técnica para recibir, pasar y centrar, y ocasiones de gol.
En esta última jornada liguera, ninguno de los equipos que se llevaron los tres puntos ganó en la posesión del balón; es más, el Sevilla es el único líder de los principales campeonatos continentales que tiene perdida la posesión en el global de las jornadas disputadas. Es decir, a los equipos cada vez se les atraganta más encarar a contrarios bien cerrados atrás a la espera de una contra letal o el fallo del rival. El aplaudido Betis de Quique Setién, ante el Atlético esta jornada ganó de lejos el control de la pelota, pero no tiró ni una vez a portería, y acabó perdiendo 1-0.
Al Athletic le está sucediendo eso, sea el Leganés, el Huesca o la Real Sociedad. Le cuesta horadar la defensa de enfrente cuando le toca asumir la iniciativa, pero es que, además, no es un dechado de virtudes técnicas como otros que le permita combinar sus pases a la velocidad de Barça o el City, nadie regatea ni encara a su par, los quirúrgicos centros al área que cobran tanta importancia en el juego por bandas de Berizzo se siguen demostrando, incluso con Yuri, un querer y no poder como ya lo eran antes del argentino, y arriba falta un ‘killer’, ese mismo que tienen, uno o dos, el resto de equipos de la Liga, sea Suárez, William José o Stuani.
El lamento de Berizzo
Eduardo Berizzo resumió la derrota en el derbi en unas palabras: «Debemos reflexionar sobre la posesión, no encontramos el camino del gol. Nos tiene que dar réditos y que los errores que podamos cometer no nos facturen en forma de goles en contra. Hay que reflexionar sobre cómo jugamos y la poca efectividad en el arco rival. Tenemos que generar más ocasiones, seguimos pensando que podemos jugar a poseer el balón». Lleva razón. Y añadió: «Sí nos falta imaginación, una jugada o un hombre que destrabe la defensa». El problema es que el Athletic viene conviviendo con esos debes desde hace mucho. Errores que penalizan y de qué manera, contada efectividad hacia meta rival y falta de ese hombre que desborde si Iker Muniain se empeña en ser en el bautizo padre, hijo y espíritu santo a la vez.
El Athletic, como todos, está en proceso de adaptación, de ahí tantos vaivenes en la mayoría de conjuntos de la Liga. Pero cuando la mayoría estábamos pendientes de que su asfixiante presión y elevado ritmo de juego se fuera alargando en minutos durante los partidos, el día del Villarreal recibimos un toque de atención y ante la Real fue la confirmación de que este equipo tiene más problemas que los de ver hasta dónde le da el fuelle. Lagunas que tampoco parecen fáciles de solucionar porque no son nuevas. «Cada jugador tiene que pensar qué puede aportar y cómo se puede mejorar», lanzó un cristalino aviso a navegantes el capitán Markel Susaeta. Si por ahí pasa la clave...
Dos apercibidos y líderes en amarillas
Eduardo Berizzo se quejó de la facilidad con la que sus jugadores son amonestados. Suma 29 en solo 7 partidos, sacándole 6 a un Getafe que ha cometido 33 faltas más que los rojiblancos y dobla al Girona, tercero en ese ránking de sanciones. Un cúmulo de tarjetas tan preocupante que sitúa a Yeray y Dani García, dos piezas fijas en el once del argentino, a una de ver la quinta y perderse el duelo ante el Valencia, por ejemplo, si viesen la amarilla frente al Eibar en Ipurua; o ante el Atlético si la recibieran contra los chés. Yuri está con tres y luego hay hasta seis jugadores que están con dos. «Si nos amonestan en cada falta, nos quedamos sin jugadores», se quejó el técnico rojiblanco tras el derbi, después de que, valga el dato, en la primera mitad el Athletic cometiera 7 faltas y recibiera 5 amarillas, mientras la Real cometió 11 y vio solo una.J.V.