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JUANMI JIMÉNEZ
DELANTERO DE LA REAL SOCIEDAD

«El gol es algo que he tenido y voy a tener siempre, se nace con ello»

El delantero malagueño ha sido clave en el empate de Vigo en la Copa y en la victoria en el campo del Levante con dos goles y una asistencia que han permitido a la Real tener dos semanas de tranquilidad. También marcó el jueves en Tarbes. Ve el gol con una facilidad asombrosa y eso le permitió debutar en Primera con 16 años, pero lo que aspira es a tener continuidad en el once. No quiere ser revulsivo.


Analiza toda su trayectoria y trasmite que se encuentra en el momento de más confianza desde que está en la Real.

¿Su carrera ha sido precoz por su facilidad para marcar goles?

Empecé en el equipo de mi pueblo y desde el segundo año alevín jugué en el Málaga. En un año cadete marqué 58 goles y ya jugué con los juveniles. El primer año juvenil marqué 30 y el segundo me pasaron al Juvenil de Honor, jugué varios partidos con el filial, empecé a entrenarme con el primer equipo...

Y debuta con 16 años con el Málaga con un gol en la Copa...

Estaba entrenándome con ellos y en un partido de Copa varios jóvenes fuimos convocados y yo tenía la ilusión de un chaval de debutar en el equipo de su ciudad. Perdimos, en el segundo tiempo el mister me dio la oportunidad y no hay mejor forma de debutar que hacer gol. Fue un debut soñado a pesar del resultado. Enseguida debuté en Primera con el Getafe también.

En esa etapa pasó todo muy rápido. En tres años pasé de estar jugando en cadete autonómico a entrenarme con el primer equipo y me sirvió para aprender y madurar de forma más rápida, pero también llegaron momentos difíciles en los que tocó trabajar y seguir con la misma ilusión. Cuando todo te llega tan rápido el camino parece sencillo, pero para nada. Es más complicado mantenerse que llegar porque te pueden dar la oportunidad, pero los primeros años en el Málaga fueron complicados. Era un chaval y vinieron jugadores de mucho más nombre, con mucho más status. Fue complicado, me sirvió para madurar estar al lado de grandes futbolistas como los que había. En esa época fue la que decidí que era el momento de salir, de buscar jugar fuera y me fui al Racing porque el jeque apostó por gente de mucho renombre. Se hicieron grandes fichajes, el equipo consiguió la clasificación histórica para la Champions y al final los chavales teníamos más complicado entrar y me vino bien salir para vivir otra experiencia fuera de casa. Son cosas que te ayudan a mejorar y a seguir aprendiendo.

Y el jeque se cansó de poner dinero y hubo que recurrir a la cantera.

Poco a poco se fueron diluyendo las aportaciones y la gente que somos de allí estábamos para lo que el club necesitaba. Los chavales que veníamos de abajo mamamos lo que es la cantera, el escudo del Málaga. Es lo más grande. Al año siguiente de volver del Racing subieron los dos Samus, estábamos Recio, yo... Chavales que veníamos de abajo con mucha ilusión y con ganas de asentarnos en el primer equipo. Disfruté en el club de mi ciudad de continuidad y de minutos que por circunstancias años atrás no había tenido.

Un exrealista como Javi Gracia fue clave en su carrera...

A Javi le estaré eternamente agradecido. Confió plenamente en mí, me dio esa continuidad y confianza que un jugador necesita para crecer y sentirse cómodo y el año que coincidí allí disfrute muchísimo del fútbol, volví a sonreír, a divertirme como un niño en el patio de su colegio. Le tengo un gran recuerdo y lo sabe. Javi es un tío muy cercano, muy directo, te dice las cosas claras y es el empujón que necesita un jugador para ir adelante. Tuve la suerte de aprender de él y basta con ver qué hace en la Premier para confirmar que es un grandísimo entrenador rodeado de buenos profesionales, que es importante.

Con él marcó el 0-1 en Anoeta que supuso la marcha de Arrasate...

Hicimos una gran temporada y nos quedamos con la miel en los labios de no entrar en los puestos de Europa, que era lo que peleamos con jugadores de la cantera. Todo fue muy bien.

Y ese año, con 21, debutó con la selección española absoluta.

Lo recuerdo como si fuese ayer. Un jugador sueña desde pequeño con poder jugar en Primera y en la selección española. Recuerdo que estaba duchándome y llegó el director deportivo y me avisó de que me habían llamado. No se puede explicar con palabras lo que sentí. Disfruté de ese momento muchísimo, conviví con jugadores que había visto en la tele, que eran mis ídolos. Tengo la esperanza de que las cosas vayan bien a nivel individual y colectivo y pueda volver a la selección.

Y al final de temporada ficha por el Southampton...

Me gustaba la idea de jugar en la Premier, era una Liga que me atraía, pero no me dieron la oportunidad de demostrar lo que podía dar al equipo y la confianza que un jugador necesita. Me resultó complicado adaptarme, me vi bloqueado, si no juegas no rindes, pero no les guardo ni rencor ni nada parecido. Fue un año para aprender, madurar, para hacerme fuerte y me llegó la opción de venir a la Real, que apostó muy fuerte por mí y no dudé en venir porque puso muchísimo interés. Hubo la opción de volver al Málaga, pero las cosas no estaban del todo claras y al final me decanté por venir a la Real, que desde el primer momento demostró confianza y eso es importante.

En su debut en la Real fue el máximo goleador sin jugar mucho.

Tuve buenas cifras, pero no tuve la continuidad que un jugador necesita. No sabría decir el porqué, cuando jugaba hacía las cosas bien, pero por una cosa u otra no era titular. Me pasó el primer año y el segundo. Ahora tengo más continuidad, venía de una buena racha de partidos que se me cortó por la expulsión y tengo muchas ganas de coger el rimo de competición entrando desde el banquillo con la idea de trabajar para el equipo y disfrutar cada semana y aportar muchos goles.

Es ante todo un goleador.

Siempre me he caracterizado por marcar muchos goles de todas las maneras, hasta de cabeza sin ser alto, soy un tío que tiene en la cabeza el gol, tengo la ambición de ayudar al equipo, de aportar mi juego, mis ganas, mis desmarques. El gol es algo que he tenido y voy a tener siempre. Se nace con ello. Un delantero o un media punta se tiene que caracterizar por marcar goles, por estar en la zona que hace daño. Entre líneas me siento muy cómodo, recibiendo a espaldas del central, tirando desmarques... Ha sido mi juego, es donde me siento cómodo y hago daño a los rivales.

¿Le pudo perjudicar con Eusebio que es más segundo delantero y con el 4-3-3 es difícil encajar?

Puede que sí, pero puedo jugar en cualquier sistema. Soy un segundo delantero que me gusta estar entre líneas, recibir de espaldas, hacer desmarques de ruptura. En un 4-4-3 puedo sentirme más cómodo a la izquierda metiéndome para dentro. Para estar entre líneas hay que adaptarse a lo que pida el entrenador. Lo importante es estar en el once titular.

Porque no le gusta que se le considere un jugador revulsivo para entrar en las segundas partes.

Ya he dicho que no me considero jugador revulsivo ni me lo consideraré nunca. Trabajo cada semana para entrar en el once y ser útil. Cuantos más minutos esté en el campo, más opciones de marcar y de ayudar al equipo.

Con Garitano juega más cuando exige mucho en defensa...

Siempre he sido un jugador al que no le ha costado defender y ayudar al equipo. Los delanteros somos los primeros en echar una mano para presionar y defender como un bloque todos a una.

¿Se considera un jugador que da el mayor nivel con un toque?

No, me considero un jugador que se siente muy cómodo entre líneas, aunque sí que es verdad que años atrás cuando no tienes la confianza plena del entrenador te cuesta mucho más. Este año me siento mucho más cómodo, más suelto, lo he demostrado en los partidos que me siento un jugador con más confianza. Por circunstancias los goles los marco de primera porque mientras menos tiempo pienses en el área en el remate es mucho mejor.

¿Se siente en el mejor momento, de más confianza de su carrera?

No diría que es el mejor momento porque pienso que va a llegar seguro. Sí estoy en el de más confianza desde que llegué a la Real, pero puedo tener más continuidad y trabajo bien con ganas de estar en el once titular para ayudar al equipo.

¿Por qué la Real ha estado seis horas en Liga sin marcar un gol?

Cada partido es un mundo y los goles son dinámicas y rachas. Nos ha costado hacer goles y el último partido en diez minutos hacemos tres. Son circunstancias que tiene el fútbol, pero poco a poco los goles iran llegando y ojalá consigamos la primera victoria en casa ante el Celta.

¿No influye que el equipo juega demasiado en función del rival?

El mister trabaja bien los partidos, analizamos a los rivales para saber a lo que nos enfrentamos e intentamos atacar la zona en la que los rivales pueden sufrir, como ellos harán con nosotros. En Primera todo el mundo te estudia y eso es lo que intenta aplicar.

¿A tenor de los resultados, se encuentran más cómodos fuera?

No, pero por circunstancias se nos están dando mucho mejor. Hay que mantener la misma línea fuera y empezar a ganar en casa. Estamos a un punto del séptimo. Este año la Liga está muy apretada, con diez equipos en tres puntos, y el equipo tiene ganas de sumar de tres en tres y quedar lo más arriba posible.

¿Qué objetivos se puede marcar una plantilla como la de la Real?

Siempre se ha caracterizado por tener un equipo de mucha calidad, con buena mezcla de canteranos y otros jugadores que hace que seamos un gran equipo y el objetivo es conseguir el máximo número de puntos y aspirar a cosas altas. A nivel individual quiero tener la continuidad y la confianza que un jugador necesita para explotar sus condiciones y voy a intentar trabajar para conseguir que a nivel individual y colectivo sea un buen año.

¿Qué destacaría de la Real como club y de Donostia como ciudad?

Es un grandísimo club que tiene las cosas muy claras y cuida cada detalle y a la cantera la tiene presente. Además tenemos la suerte de vivir en una ciudad muy tranquila para los jugadores. Málaga es diferente. Te reconocen y hagas lo que hagas te viene mucha gente con toda su buena voluntad, pero aquí son más respetuosos. Intentan no molestarte, guardan más la compostura. La gente de abajo, y me incluyo, somos más intensos. Lo que más me ha marcado es la tranquilidad con la que se puede pasear por la ciudad como si fuera una persona normal. En Málaga no salías por eso, aquí te lo hacen muy fácil, la gente es supereducada.

Estoy muy a gusto desde que llegué. Además me encontré un grandísimo vestuario, gente muy cercana. Desde el primer momento me he encontrado con gente que me ha aportado mucho y que me ha ayudado. Hay grandísimos jugadores. Es un cómputo global que hace que esté cómodo como en casa.