Un juzgado de Donostia confirma la ruina del Bellas Artes y exime a Sade de su rehabilitación
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Donostia ha confirmado que el edificio Bellas Artes está en ruina y que no corresponde a Sade realizar ninguna reforma, tras anular todas las órdenes de ejecución dictadas por el Ayuntamiento y la Diputación , que pretendían obligar a la empresa propietaria a realizar «costosísimas» obras de rehabilitación.
Según ha informado Sade en un comunicado, en la sentencia el tribunal «confirma que el edificio está en ruina, por lo que únicamente corresponden a la empresa las obras relacionadas con la seguridad y que sean urgentes».
«Durante estos casi 17 años, las administraciones han sostenido que los propietarios debían mantener el edificio, provocando de facto que se inmovilizara el patrimonio al no tener en cuenta aquella sentencia de 2001. Esta posición, lamentablemente, ha provocado la degradación paulatina del edificio, que queda claro que no ha sido desde aquella fecha responsabilidad de Sade», ha destacado la empresa.
Sade ha criticado que también se ha impedido que «se pusiera en marcha un nuevo proyecto, como ha ofrecido la empresa donostiarra en repetidas ocasiones, manteniendo la estética del antiguo edificio y otorgándole un uso».
También ha recordado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ante la pretensión del Gobierno de Lakua de incluir el Bellas Artes en el Inventario de Bienes Culturales. «Los tribunales decidieron entonces que si el edificio se protegía, debería ser a costa de la administración y no de la empresa, por lo que el Ejecutivo autonómico renunció a proteger el edificio y reconoció que los valores culturales del edificio no han sido considerados entre el grupo de los de mayor relevancia y singularidad», ha apuntado.
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 únicamente ha aceptado una de las exigencias que el Ayuntamiento, la de asegurar las vigas de 1,80 metros que forman el techo de la sala de cine, por lo que es la única acción que debe realizar Sade. La empresa añade que sus propios peritos «ya habían detectado la necesidad de sustituir las mismas con un apuntalamiento, tal como recoge la sentencia».