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El viaducto de Malabrigo genera dudas en ecologistas y Ayuntamiento de Zalla

El futuro viaducto de Malabrigo, que conectaría el corredor del Kadagua (BI-636) con la carretera Balmaseda-Karrantza (BI-630), genera interrogantes en ecologistas y Ayuntamiento de Zalla, como queda de manifiesto en las alegaciones que han presentado durante el periodo de exposición pública. La Herrera es la zona más afectada por el proyecto.


El lunes concluye el periodo de exposición pública, previo al estudio de impacto ambiental, para la construcción de la conexión del cruce de Malabrigo, en la carretera Balmaseda-Karrantza, con el corredor del Kadagua. La solución técnica planteada es un viaducto, contemplándose cuatro alternativas, al margen de la posibilidad de no acometer esa infraestructura.

Es la opción por la que apuestan los ecologistas de Otsoaren Taldea, que entienden que se trata de un proyecto «obsoleto». «No se han valorado otras alternativas, como la construcción de un nuevo puente que atraviese las antiguas instalaciones de Fabio Murga en Balmaseda librando las vías del tren, ni medidas que reduzcan el tránsito de vehículos de la BI-630, como podría ser la mejora y conexión del transporte público», argumentan.

En el escrito que ha remitido a la Diputación, el colectivo advierte que, en caso de construirse el viaducto de Malabrigo, la carretera entre Balmaseda y Zalla soportará mucho más tráfico «y entonces harán falta dos carriles por sentido y así sucesivamente, hasta que no quede más paisaje que el de las carreteras que nos lleven a ningún sitio que merezca la pena».

En el documento elevado a consulta, fechado en octubre, la institución foral defiende que esta infraestructura atendería una «reclamación histórica» de Enkarterri para recortar la conexión entre ambos viales cruzando el valle del Kadagua en el entorno del barrio de La Herrera. De esta forma, la carretera BI-630 en Malabrigo variaría su trazado, prolongándose sobre el valle y conectando con el corredor en el actual semienlace de La Herrera, a un kilómetro del actual punto de conexión en Balmaseda, donde también comunicaría con la BI-3651.

El viaducto –un proyecto redactado en 1992 y ahora rescatado por la Diputación– forma parte del plan de impulso para Enkarterri, donde se contempla la mejora de la accesibilidad entre la comarca y Karrantza. Según los primeros estudios, la infraestructura reduciría entre el 60 y 40% los vehículos que atraviesan a diario los cascos urbanos de Balmaseda y Zalla.

Destrucción del paisaje

Ese argumento es rebatido desde Otsoaren Taldea, que plantea que los problemas de tráfico que padecen hoy en día esos municipios encartados «no deben ser un argumento válido para destruir el paisaje que nos rodea y que posee, como es el caso del barrio de La Herrera, tantos valores culturales, históricos, naturales, ecológicos y paisajísticos».

Del estudio de las cuatro alternativas propuestas, los técnicos se inclinan por la cuarta, que fija el trazado del viaducto aguas abajo de la central hidroeléctrica, generando menos impacto en el arbolado de gran porte y vegetación que existe, así como en la fauna pero incrementa su longitud. El único punto discutible, según los autores del informe, es que el trazado se acerca a las viviendas aisladas y a los elementos calificados como patrimonio cultural de La Herrera.

Los ecologistas advierten de que la zona afectada por el futuro viaducto se encuentra dentro de los límites del Plan de Acción del Paisaje de la Calzada Real del Kadagua de 2016, encargado por el Ayuntamiento de Zalla. «¿De qué sirven los planes de paisaje si el paisaje va a ser destrozado?», se preguntan.

Además, estiman que el viaducto creará nuevas barreras y recuerdan que el área es considerada de «interés especial» para el visón europeo, especie en peligro de extinción en Bizkaia.

En sus aportaciones, el Consistorio zallarra solicita también a los responsables forales que se tenga en cuenta que La Herrera es un «área de especial interés paisajístico», sin olvidar que se trata de un entorno inundable por el Kadagua donde habitan ejemplares de visón europeo.

 

Protección del conjunto monumental de La Mella

El Ayuntamiento de Zalla plantea a quienes vayan a actualizar el proyecto del viaducto de Malabrigo la necesidad de proteger el conjunto patrimonial e histórico de La Mella, dado que en su origen en 1992 esa infraestructura pasaba por encima de ese entorno, y ahora en la alternativa que proponen los técnicos en su estudio lo bordea.

En sus alegaciones, informan que el Consistorio ha recibido una subvención para la rehabilitación y puesta en valor del conjunto que conforman la ermita de San Antonio junto con el palacio Urrutia, donde pretende «a corto plazo» emprender trabajos de mejora que se puede ver afectados. Asimismo, no pasa por alto que el Camino de Santiago atraviesa esos parajes de Enkarterri, por lo que «se deberá tener en consideración la protección».

En el Plan Territorial Parcial de Balmaseda-Zalla, de setiembre de 2018, se propone la creación de un conjunto de miradores e itinerarios en el valle del Kadagua. Uno de esos recorridos a preservar es el que coincide con el Camino de Santiago, que pasa entre el palacio de Urrutia y la ermita de La Mella, así como la torre de Terreros.

Los ecologistas añaden en sus alegaciones que otra prioridad que se establece en el plan de acción del paisaje es la recuperación de bosques de ribera y autóctonos, incluyendo la ladera por donde se pretende construir la carretera y el viaducto de Malabrigo. A.G.