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Misión cumplida en Sevilla (0-1)

Los rojiblancos firman un partido muy serio en el Pizjuán, sin ser para nada inferiores al rival, manteniendo una vez más su portería a cero y coronando una solvente actuación con un golazo de Guruzeta, a centro de un Susaeta que alcanzó los 500 partidos como león.


SEVILLA 0

ATHLETIC 1

 

No engañó Gaizka Garitano en la previa, el Athletic no acudía al Sánchez Pizjuán a hacer «locuras», ni a la aventura, se conformaba con que al finalizar el partido o la eliminatoria el equipo pudiera darse por satisfecho de lo firmado sobre el césped ante un complicado rival. Dicho y hecho, el conjunto bilbaino se fue con la cabeza muy alta de Sevilla, aunque eliminado. Con un triunfo, otro más para los del de Derio, en un encuentro equilibrado, igualado, aseado, donde el gol podía haber caído de un lado o del otro, pero lo hizo del bilbaino. Digna actuación, sin filigranas ni libertades más allá de los toques de exterior de Ibai Gómez a los que nos queremos acostumbrar, sin ser para nada inferior al equipo de enfrente, y como colofón esa guinda de golazo de Guruzeta, testarazo inapelable por la escuadra.

Un encuentro de vuelta que había que ponerlo en contexto, y ese contexto se llamaba 1-3 en el encuentro de ida en San Mamés. Un lápida prácticamente imposible de superar, lo que iba a marcar el devenir de lo que sucediera sobre el verde del Nervión. La primera mitad fue la mejor expresión de ello, un Sevilla al trote, sin prisa, y un Athletic más preocupado de no perder balones en zonas de riesgo, abusando del juego horizontal, sin profundidad, y como resultado de la actitud de uno y otro, un reparto de la posesión de la pelota y apenas ocasiones de gol que llevarse a la estadística. El caramelo en forma de centro curvo de Ibai que Guruzeta malogró de manera grosera y otro, también de exterior, al que el delantero ocasional no llegó, fue el bagaje visitante por alguna ocasión inconclusa local.

No parecía Pablo Machín muy contento con lo visto y quizá de ahí que el Sevilla apretase de salida, firmando una buena ocasión en los pies de Munir, activando a los carrileros Aleix Vidal y a Promes, poco más de cinco minutos de apuros para los bilbainos y respuesta rojiblanca con quizá su mejor jugada y, de nuevo, Guruzeta, que no alcanza el pase de De Marcos. El Athletic se sacudía el empuje andaluz, Susaeta disparaba arriba, el Sevilla acaciriaba el gol en un remate del recién salido Sarabia pero allí aparecía Balenziaga, el choque cobraba vida sin que nadie consiguiera imponerse. Reparto de la posesión, carrusel de cambios por ambas partes, que iban a dejar sentir su influencia, sobre todo, en el bando bilbaino. La salida de Muniain le dio aire al equipo en ataque, movimiento en todo el frontal, y con la retaguardia bien asegurada, fue cuando llegó ese golazo de Guruzeta a centro no de Ibai, sino del hombre de los 500 partidos, Markel Susaeta, un asistente clásico que pudo al menos brindar de esa estadística personal con un medido centro que su compañero hizo aún mejor con ese balón a la misma escuadra.

El Sevilla quiso, pero el Athletic no le dejó. La seriedad escenificada hasta entonces por los leones no se resintió –otro partido más con portería a cero, y segundo ante todo un Sevilla– y el equipo que sumó una victoria más, una actución solvente más en la línea a seguir que ha marcado su entrenador. Eliminados en la Copa, lo esperado, pero con la misión cumplida.

 

«Felicitarles por ganar dos veces al Sevilla»

«Traíamos un resultado desfavorable, aun así hemos hecho las cosas bien, serios, creciendo durante el partido, y hemos acabado con muy buenas sensaciones, cerca incluso del segundo gol. Solo me queda felicitar a los jugadores por ganar dos veces al Sevilla en cuatro días», se mostró satisfecho Gaizka Garitano, tanto como el joven Guruzeta, que reconoció marcó en la ocasión más difícil que tuvo –«he rematado lo más fuerte posible y ha entrado perfecta»– y que avanzó no saldrá cedido porque el técnico cuenta con él, «a aprovechar los minutos que me dé».J.V.