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Sorzabal: «No podemos cambiar el pasado, pero sí decidir cómo construir el futuro»

David Pla e Iratxe Sorzabal han utilizado su último turno de palabra para responder al fiscal y lanzar un mensaje de futuro. Pla le ha dicho al fiscal que «no se pude usar el dolor como arma para seguir alimentando nuevas situaciones de conflicto». Sorzabal ha afirmado que «no podemos cambiar el futuro pero podemos decidir cómo construir el futuro».


Justo antes de que el tribunal se retirara a deliberar su sentencia, los dos acusados, los exmilitantes de ETA David Pla e Iratxe Sorzabal, han aprovechado su último turno de palabra para responder al fiscal, desmentir algunas acusaciones y lanzar un mensaje en clave de futuro.

Iratxe Sorzabal ha querido recordar a Oier Gómez, recientemente fallecido tras sufrir una grave enfermedad diagnosticada en prisión, y ha denunciado que sigue habiendo presos gravemente enfermos que por ley deberían estar en libertad.

Sorzabal ha cerrado su turno diciendo que «no podemos cambiar el pasado pero podemos decidir cómo construir el futuro, nuestra opción es seguir trabajando por la libertad».

Antes había tomado la palabra David Pla, su intervención ha servido para desmentir algunas afirmaciones del fiscal y lanzar a la sala un mensaje en clave de futuro. Sobre la disposición de ETA a cometer atentados entre 2010 y 2015, Pla le ha respondido al fiscal que no es cierto y que «hemos enfrentado acusaciones similares por gente que ponía esa excusa para no implicarse en el proceso. Pero la realidad ha demostrado lo contrario».

El fiscal había dicho que el hecho de que Sorzabal y Pla fueran armados demostraba que «estaban dispuestos a abrir fuego». Pla le ha recordado el compromiso adoptado por ETA con la Comisión Internacional de Verificación para no hacer uso de sus armas, «durante ese tiempo ningún militante de ETA ha utilizado su arma».

Pla ha subrayado que «desde 2010 ha habido un intento sincero de construir un proceso de paz» y que en ello ha sido fundamental la implicación de la comunidad internacional y la sociedad civil. Ha recordado que «se crearon las condiciones para hacer un proceso de paz homologable a los que han tenido éxito en el mundo». Ha lamentado que «no fue posible» pero que, sin embargo, «el proceso ha continuado», «no de manera convencional pero hemos recorrido ese camino».

Ha explicado que el fin de ETA respondía al «deseo de gran parte de la población» y que el sentido de ello ha sido «cambiar una inercia que se estaba alargando en el tiempo». Ha añadido que el objetivo es «buscar vías políticas y democráticas para responder al conflicto político real».

El dolor como arma arrojadiza

Pla también se ha referido a las víctimas en su intervención. El fiscal las había mencionado y Pla le ha dicho que «estoy de acuerdo en que hay que tener en cuenta a todas las personas que han sufrido en este proceso». Ha añadido que «eso no puede ser un arma a utilizar para seguir alimentando nuevas situaciones de conflicto».

Ha concluido su intervención diciendo que «nos corresponde a todos poner las bases para que esto nunca jamás vuelva a ocurrir».