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El sol pega de cara en el Hotel Iruña Park

Vox desembarca en Iruñea con el fin de representar a «los españoles que no se sentían representados desde hace cuarenta años». Frente a simpatizantes que no han parado de corear consignas como «ni un paso atrás» o «España, unida, jamás será vencida» el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha hecho un llamamiento a otras fuerzas políticas a que, «por encima de sus diferencias ideológicas», se unan para combatir «el separatismo que se ha adueñado de Navarra».

El líder de Vox, Santiago Abascal, rodeado de simpatizantes que agitan la rojigualda. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

El sol pega de cara en el hotel Iruña Park de Iruñea. Siete furgonas de la Policía española custodian el hotel, al que se van acercando cientos de simpatizantes de Vox. En la cafetería, un señor con un pin del partido grita «Viva España» para, a continuación, preguntar «¿Ha quedado bien, no?». Es uno de los responsables de prensa. 

En el interior de la sala donde se ha desarrollado el acto, simpatizantes de todas las edades jaleaban, subidos a la silla y ondeando banderas españolas y al son de ’El novio de la muerte≈, consignas como «Viva españa», «España, unida, jamás será vencida» y «ni un paso atrás», eslogan de la resistencia antifascista soviética (valga la redundancia).

Desde el pequeño rincón reservado para la prensa, se podía observar cómo los organizadores –ninguno superaba los 25 años de edad– insistían en que la gente volviera a su asiento, tarea imposible mientras continuasen himnos legionarios o Manolo Escobar retumbando en la sala. En el momento en el que los simpatizantes habían logrado calmarse, ha irrumpido en la sala el presidente del partido de extrema derecha, Santiago Abascal, recibido entre gritos de «presidente, presidente».

Abascal ha afirmado que Nafarroa «ha caído en manos de los que nunca habían conseguido poseerla», que son «los nacionalistas, los comunistas y los filoterroristas», por lo que ha hecho un llamamiento a otras fuerzas políticas a que, «por encima de sus diferencias ideológicas», se unan para combatir «el separatismo que se ha adueñado de Navarra».

El líder de Vox ha señalado que tanto Nafarroa como Araba «siempre han cumplido» frente al separatismo a pesar de «traidores». Además, ha explicado que «los españoles que llevaban cuarenta años sin sentirse representados ahora no están solos».

También ha tenido palabras contra la lehendakari de Nafarroa, Uxue Barkos, y el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, a los que, entre silbidos, «les diremos adiós a partir de mayo».

Asimismo, ha censurado con dureza al «frente popular usurpador del Gobierno de la Nación», y ha considerado que la aparición de Vox está conduciendo «al miedo de las oligarquía políticas y mediáticas en toda España, que temen perder el control».

Ese miedo, ha añadido, «les ha llevado a unos al cordón sanitario en torno a Vox», a la «demonización por parte de los medios de comunicación y líderes políticos» y a la «alerta antifascista» por parte de «los más totalitarios que hay en el Congreso de Diputados, que son los secuaces de Pablo Iglesias». Por todo ello, ha hecho un llamamiento a «llenar Madrid en una gigantesca movilización» el próximo domingo para «echar al okupa de la Moncloa, para que convoque elecciones».

«Un panfleto comunista»

Por su parte, el presidente de la Gestora de Vox en Nafarroa, Javier Horno, tras subrayar «somos de derechas, no hay ningún problema», ha afirmado que cuando les llaman extrema derecha es porque «decir derecha ya no suena a nada prohibido», por lo que, a su juicio, han ganado «la batalla del lenguaje».

En Nafarroa, ha aseverado Horno, «la amenaza no es que el nacionalismo nos invada», porque «ya ha metido una pata en Navarra». «Pamplona es Pamplona, Iruña podrá ser si quieren un apelativo cariñoso, pero como nombre oficial no es más que una imposición del nacionalismo vasco», ha señalado Horno, quien ha manifestado que el euskara batua fue «creado en el País Vasco por nacionalistas para que en Navarra nos lo tuviéramos que comer con patatas».

Horno, quien ha calificado el programa Skolae como «un panfleto comunista», ha indicado que, como profesor, ha visto varias obras de teatro en el colegio «con blasfemias, gestos procaces, lenguaje soez y burlas al clero». Mientras, alrededor de veinte jóvenes, que, como dice el periodista Daniel Bernabé, «pasan de estar adorando a Hayek en sus clases a volverse un poquito joseantonianos cuando toca», gritaban «Viva Navarra española». El asalto al poder a través de la revolución conservadora ya está en marcha.