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La familia de Lucas Ugarte lucha para traer sus restos del Valle de los Caídos

La familia Ugarte Plaza pide la reparación del acto ilegal que fue la exhumación de los restos de su abuelo Lucas, muerto en la guerra, del cementerio de Tolosa y posterior traslado, sin su conocimiento ni certificado en el libro del cementerio, al Valle de los Caídos.


Esta es la historia de Lucas Ugarte Plaza, hijo de Bonifacio Ugarte y Veremunda Plaza, que nació el 7 de setiembre de 1914 junto a su hermano gemelo Gregorio, en Ordizia. Al año siguiente la familia se trasladó a Tolosa y creció hasta llegar a ser trece hermanas y hermanos, aunque dos de ellas murieron a edad temprana. Una vez terminados sus estudios, Lucas trabajó como mecánico ajustador hasta 1935, cuando fue llamado al servicio militar obligatorio y reclutado por el Ejército español al cumplir 21 años.

Al estallar la guerra, era soldado en el Ejército franquista y murió como otros miles y miles. Fue en el frente del Levante, el 23 de julio de 1938, «por efecto de acción de guerra» según figura en su acta de defunción.

Esta es también la historia de su madre, Veremunda Plaza, que con gran tesón y tras ardua tarea, logró traer los restos de su hijo para darles tierra en su querido pueblo, Tolosa, el 7 de noviembre de 1939. La brava Veremunda luchó para ayudar a su familia en las situaciones más descarnadas. Además de repatriar los restos de Lucas desde Teruel, utilizó todos los medios, incluido un viaje a Madrid, para conseguir la conmutación de la pena de muerte que pendía sobre su hijo mayor, Miguel. En la guerra perdió a tres hijos y tres nietos.

Esta es la historia de toda la familia Ugarte Plaza, de las hermanas y hermanos de Lucas, que han fallecido durante estos años, y de las sobrinas y sobrinos y las sobrinas nietas, que hasta hace poco no tenían mucha información sobre el aitona Lucas y que ahora se están dando cuenta de lo que pasó en su propia familia. Gracias a la información recabada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, han sabido que los restos de Lucas fueron exhumados del cementerio de Tolosa y trasladados al Valle de los Caídos, con fecha de 5 de julio de 1962, sin conocimiento ni permiso de la familia y sin constancia documental en el Ayuntamiento de Tolosa.

«Por dignidad y respeto hacia nuestros mayores y para reparar acciones no acordes al espíritu de conciliación, verdad y reparación, hemos decidido presentar una petición y realizar las gestiones necesarias con el fin de conseguir que los restos de Lucas vuelvan a reposar junto a los de su madre Veremunda en Tolosa, de donde nunca debieron salir», declara la familia. Con el apoyo del Ayuntamiento de Tolosa, han enviado la solicitud a la Dirección General del Patrimonio Nacional, dependiente del Ministerio de Presidencia, así como al Ministerio de Justicia del Gobierno español.

Reacciones diversas, pero positivas

Ante la labor de intentar recuperar los restos y la historia del aitona Lucas, en la familia Ugarte Plaza se han producido «reacciones diversas, pero sensiblemente positivas en general», según comenta a GARA Miren Karmele Ugarte, sobrina de Lucas, hija de su hermano Nicasio.

Han consultado a cada una de las ocho familias de primos que son hoy en día. «A algunos les parece que el tema les queda muy lejos. Hay quien, con cierta prevención para remover esta historia al principio, ha accedido a participar al ver la respuesta generosa. Hay quien ha movido a toda la familia, incluso a la que reside en otro continente. Y hay quien inmediatamente puso a disposición el panteón de su familia, donde descansan su madre y la amona Veremunda».

Según Miren Karmele Ugarte, lo que está pasando en este momento en la familia es que se está informando, ya sea leyendo, ya sea preguntando a la matriarca que es la prima de más edad. «Nos estamos empapando de historia real en nuestra propia familia. Y nos anima a dejar todo ello escrito. Nos juntamos para llevar a cabo gestiones, estamos hablando de nuestros padres, tíos, abuelos... Y también está pasando que en la siguiente generación a la nuestra algunos han empezado a preguntarse por su propia historia, que también está enlazada a la nuestra».

Siendo una familia grande, se mantienen los vínculos, «aun a sabiendas de que hay diferentes concepciones. Pero eso pasó también con las ocho hermanas y hermanos supervivientes de la guerra».

Esta es la historia de Lucas Ugarte Plaza, de su aita Bonifacio y su ama Veremunda, de las hermanas y hermanos y de sus descendientes, las ocho ramas de primas y primos que son hoy en día. Esta es la historia de todos los Ugarte Plaza, que se pueden parecer a otras tantas familias euskaldunes que han sufrido las consecuencias de la guerra y que tratan de cerrar sus heridas.

 

Aurrekariak badira, Erriberako alkateen lorpena adibidez

Ugarte Plaza familiari gertatu zaiona, gerran hildako aitona Lucasen gorpua Tolosa bere herriko hilerritik lapurtu eta familiak eta udalak jakin gabe Erorien Haranera eramatea, ez da kasu isolatua. Aunitz izan daitezke egoera hartan eraman dituzten euskaldunen gorpuzkiak. Badira aurrekariak: Zumarragako Udalak onartutako ebazpen bat, antzerako kasu batekin, eta Nafarroako Erriberako alkateek 70eko hamarkadan egin zutena: Erorien Haranera joan eta bertan zeuden herritarren hezurrik gabe ez zirela mugituko erranez, helburua lortu zuten. Hainbat aldiz aldarrikatu da Oroimen Historikoaren Legearen premia.M. I.