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China «luchará duro» por defender su crecimiento

China anunció que está preparada para librar batalla para defender su crecimiento económico, que sigue siendo alto pero se quedó el año pasado en su nivel más bajo de los últimos años, y en plena guerra comercial declarada por el presidente de EEUU, Donald Trump. El anuncio fue realizado por el primer ministro chino, Li Keqiang, en el marco de la apertura del plenario anual del Parlamento chino, que acoge el Palacio del Pueblo hasta el 15 de mayo.


«Un análisis exhaustivo de los acontecimientos dentro y fuera de China muestra que al buscar el desarrollo este año nos enfrentaremos a un entorno más grave y complicado, así como a riesgos y desafíos, tanto previsibles como no, que serán mayores en número y tamaño», advirtió el primer ministro, Li Keqiang, antes los casi 3.000 miembros de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Parlamento), que llenaron ayer el majestuoso Palacio del Pueblo para dar comienzo a su sesión anual, que se prolongará hasta el próximo 15 de marzo.

Li sentenció que, por tanto, China debe estar preparada para «librar una dura batalla», repitiendo como un eco la reciente advertencia del líder chino, Xi Jinping, quien en enero puso en guardia a los cuadros del Partido Comunista chino (PCCh) contra «los riesgos imprevistos que podrían surgir en el ámbito económico».

Los EEUU de Trump han declarado la guerra comercial a su potencia rival amenazando con imponer derechos de aduana punitivos por valor de cientos de miles de millones de dólares a los productos chinos.

El Gobierno chino prevé que la economía del país, pese a la «desaceleración» y el conflicto comercial con Estados Unidos, crezca este año entre el 6% y el 6,5%, un ligerísimo repliegue frente al 6,6% de 2018, que supuso su ritmo de crecimiento más débil desde 1990. Un incremento lejos de los dos dígitos que ha marcado el devenir chino en las últimas décadas pero que ya querrían para sí no ya las grandes economías consolidadas sino incluso los pequeños países emergentes.

 

Incentivos

Para hacer frente a las mayores dificultades, el primer ministro chino avanzó que la política fiscal implementada desde Pekín será «más enérgica», anunciando un estímulo fiscal de 2 billones de yuanes (263.400 millones de euros) mediante bajadas de impuestos a las empresas y particulares de 1,2 billones de yuanes (171.271 millones de euros). Asimismo, Li anunció una rebaja desde al 16% al 13% del IVA de las empresas manufactureras, mientras que para los sectores de la construcción y el transporte el impuesto pasará a ser del 9% ( 10% en 2018).

Por su parte, el Ministerio de Finanzas de China ha establecido una meta de déficit fiscal del 2,8% del PIB para este año, dos décimas por encima del desequilibrio presupuestario registrado en 2018, advirtiendo de que las finanzas públicas de China se encontrarán en 2019 bajo una mayor presión por la desaceleración económica.

Asimismo, ha elevado un 59%, a 2,15 billones de yuanes (283.157 millones de euros), el tope para la emisión de deuda por parte de los gobiernos locales para facilitar la financiación de proyectos de infraestructuras.

Iris Pang, analista de ING para China, opina que «el hecho de que China requiera un estímulo fiscal de este volumen para impulsar el crecimiento sugiere que los vientos en contra son significativos y no desaparecerán fácilmente».

 

Sigue aumentando el gasto militar, pero a menor ritmo

El Gobierno chino anunció que su presupuesto para Defensa de 2019 crecerá un 7,5%, menos que el 8,1 % del año pasado. Será el cuarto año consecutivo en el que el gasto militar crece a un ritmo de un solo dígito, mientras que en los cinco anteriores lo hizo a dos.

El presupuesto alcanzará los 1,19 billones de yuanes (177.418 millones de dólares), lo que le configura como el segundo país con más gasto militar, para preocupación de sus vecinos asiáticos.

Con todo, queda aún lejísimos de los 643.300 millones de dólares del gasto militar de EEUU.GARA