INFO

Sánchez llegó con traje de presidente y se marchó vestido de candidato

Pedro Sánchez visitó ayer las tres capitales de la CAV. Por la mañana, ejerció de presidente de Gobierno en el Congreso sobre el cambio climático y en las visitas a la tumba de Clara Campoamor en Donostia y a la sede de Euskaltzaindia en Bilbo. A la tarde dio un mitin de candidato en Gasteiz. ¿O fue al revés?


Decir que Pedro Sánchez se vistió ayer el ropaje de presidente por la mañana y el de candidato por la tarde, en su visita a la CAV, no es una licencia literaria, sino que fue textualmente así. En los actos de Donostia y Bilbo vistió el clásico traje institucional. Mientras que en Gasteiz se puso un atuendo más informal y sin corbata.

Comenzó la mañana en Donostia, con un discurso ad hoc de presidente del Gobierno en la Conferencia Internacional de Cambio Climático 2019. Y de allí se fue al cementerio de Polloe, donde depositó un ramo de rosas rojas y amarillas con un lazo rojigualda en la tumba de la diputada republicana Clara Campoamor. Aunque este acto figuraba en la agenda de la Moncloa, pareció más de partido con candidatos y dirigentes del PSE. Todos ellos con el pin de la Agenda 2030, que les entregaron momentos antes en el Kursaal.

De Donostia se desplazó a Bilbo para convertirse en el primer presidente del Gobierno español en visitar la sede de Euskaltzaindia, donde le recibió Andrés Urrutia, presidente de la Academia vasca. Pedro Sánchez dejó escrito en el libro de honor: «A la Real Academia de Euskera, a su junta directiva y sus trabajadores, por extensión, al pueblo vasco, para que gracias al euskera, lengua con historia, pero sobre todo con mucho futuro, contribuya a enriquecer la sociedad vasca y a la sociedad española. Con orgullo y honor. Un abrazo». Euskaltzaindia le correspondió regalándole tres libros clásicos.

Paseo ventoso y mitin

Por la tarde, el Pedro Sánchez presidente trocó en Gasteiz en el Pedro Sánchez candidato, que se dio un paseo de aire (ayer viento) electoral, acompañado de las candidatas al Congreso, la Diputación y el Ayuntamiento, además de Idoia Mendia.

En el mitin se comprobó que la visita de la mañana a Euskaltzaindia resultó poco provechosa, porque ni las candidatas Maider Etxebarria y Cristina González dijeron una sola palabra en euskara, e Idoia Mendia apenas un párrafo de un discurso de veintiuno.

Pedro Sánchez, ante unas trescientas personas, hizo un discurso contra las derechas, recordando que los más ultras hasta ahora votaban al PP. Hubo también referencias al 8M en la intervención y en la escenografía. Pero cuando llegó al final, quedó claro que las palabras de Sánchez en Gasteiz fueron calcadas a las de Granada del lunes y las de Ávila del martes. Nada de autogobierno, nada de memoria ni de política penitenciaria. Nada de La Naval, cuyos trabajadores estuvieron con una pancarta en Bilbo a la mañana. Un discurso uniforme para la carrera de un acto al día hasta el 28A.

PD. Una duda: ¿Pagó la Moncloa el viaje de ida y el PSOE el de vuelta, o todo fue a cuenta de los contribuyentes?