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Más de un millar de manifestantes en Baiona en favor del empleo digno y de la protección social

Cuando se cumplen cuatro meses del inicio de la revuelta de los «chalecos amarillos» y recién finalizada la primera parte del Gran Debate organizado por Emmanuel Macron para tratar de responder al malestar social derivado de sus reformas, este martes se desarrolla una jornada de huelga y movilización en el conjunto del Estado frances que ha tenido una destacada respuesta también en Euskal Herria. 1.200 personas se han sumado a la manifestación que ha recorrido esta mañana las calles de Baiona.

Cabeza de la manifestación, en Saint-Esprit. (@maite_ubiria)

Una pancarta portada por representantes de la intersindical ha abierto la marcha, a punto de sonar las 11.00, desde los aledaños de la plaza de la República, en Saint-Esprit de Baiona.

En ese barrio, en el que se realizan importantes trabajos de remodelación urbanística, esperaban desde bastante antes grupos de ciudadanos, algunos identificados con pegatinas de los sindicatos convocantes, otros sin distintivo alguno. Y entre conversaciones a pie de café, también los chalecos amarillos tomaban posiciones para participar en una movilización que quiere marcar un nuevo tiempo en la añorada convergencia de luchas.

Antes de que la manifestación encarara el puente para acceder al centro de la ciudad, el sindicato LAB desarrollaba una protesta en favor del transporte público para mostrar su descontento con algunos aspectos del plan de movilidad sobre el que trabaja la Mancomunidad Vasca y más concretamente con las deficiencias de la línea Baiona-Donibane Garazi.

Aunque inicialmente el plan presentado por los sindicatos recibió una buena acogida, también por parte de representantes de la región Nueva Aquitania y de la propia SNCF, a la postre, el planteamiento que se ha puesto sobre la mesa prioriza las necesidades de movilidad de Baiona y su entorno, según ha aseverado Jeronimo Prieto durante el acto de protesta desarrollado en el hall de la propia estación de tren.

De acuerdo a lo afirmado por el representante del sindicato abertzale, «el plan aumenta la frecuencia de trenes, pero hasta Kanbo, por lo que los usuarios de Garazi no verán mejorado el servicio». Para LAB, la institución vasca, toda vez que se basa en las mancomunidades, debe entender que «no puede haber municipios y ciudadanos de primera y de segunda».

La demanda se sumaba al crisol de exigencias que han animado a salir a la calle a personas de todas las edades. En el cortejo, la presencia de empleados del sistema público ha sido notoria. Profesoras, trabajadores municipales, agentes territoriales, empleadas de hospitales... la demanda de un servicio público de calidad ha sido uno de las reivindicaciones que han tenido más peso en la marcha, junto con la petición de un empleo de calidad, de unas pensiones dignas, y del mantenimiento del sistema de protección social. 

La movilización ha denunciado las reformas que aplica el gobierno y, en alusión indirecta a la prohibición de las protestas que encara Macron tras los disturbios del pasado sábado en París, desde la megafonía se ha recordado que «son esos planes los que causan mayores daños en la sociedad, por lo que sus impulsores son los auténticos delincuentes».

La protesta sindical, a la que se han sumado también algunos estudiantes, ha concluido pasado el mediodía ante las puertas de la subprefectura.