Macron y Merkel esbozan un frente europeo ante China
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, reividicaron ayer en el Elíseo ante el líder chino, Xi Jinping, un partenariado «más equilibrado» entre la UE y China e invitaron a Pekín a defender el multilateralismo frente a los EEUU de Trump.
En el transcurso de una minicumbre inédita en el Palacio del Elíseo, los dirigentes de las dos primeras potencias de la UE, flanqueados por el todavía presidente de la Comisión de Bruselas, Jean-Claude Juncker, trataron de encarnar el esbozo de un frente europeo unido ante las ambiciones económicas y estratégicas del gigante chino.
El anfitrión y presidente francés, Emmanuel Macron, señaló que «evidentemente, no hay ejercicio del poder sin divergencias. Ninguno de nosotros es ingenuo, pero respetamos a China y esperamos que respete la unidad de la UE y de sus valores».
Macron se refería a las sospechas de que Pekín estaría jugando a la división de los países de la UE en el marco de su política de inversiones y expansión.
Sean ciertas estas sospechas o no, es evidente que la UE está entre la espada de la concepción comntractual de las relaciones internacionales de Trump y la pared del expansionismo chino, encarnado en us proyecto de «Nuevas Rutas de la Seda», que se está extendiendo por todo el mundo y al que se acaba de adscribir Italia, tercera economía de la UE y miembro del G-7.
La canciller alemana, Angela Merkel, concedió que el megaplan de las «Nuevas Rutas de la Seda» es «un proyecto muy importante y como europeos queremos desempeñar un rol, pero es necesaria una cierta reciprocidad, que todavía nos cuesta un poco encontrar».
El todavía presidente de la Comisión Europea de Bruselas, Jean-Claude Juncker, redundó en que aspiro a que se instaure entre China y la UE una reciprocidad más articulada que la actual», y reclamó concretamente que Pekín dé a las empresas comunitarias el mismo acceso a sus mercados que –según él– el bloque europeo ofrece a las compañías chinas.
Xi: «Competencia positiva»
En respuesta a estas críticas, el presidente chino, Xi Jinping, apeló a superar las desconfianzas. «Es cierto que hay puntos de desacuerdo, también competencia, pero es una competencia positiva», reivindicó, para insistir en que «las relaciones actuales entre China y Europa están marcadas sobre todo por la cooperación».
Xi respondió con mayor entusiasmo y concreción a la invitación que hizo Macron a China para reforzar el diálogo de cara a una visión común sobre el futuro de un multilateralismo fuerte en materia de paz, seguridad y cambio climático, ese multilateralismo del que se ha apeado el presidente estadounidense, Donald Trump. El líder chino insistió en que precisamente «la iniciativa de la Ruta ha enriquecido el concepto del multilateralismo. (...) Francia y todos los países del mundo son bienvenidos», reiteró.
La minicumbre es un aperitivo de la cumbre del 9 de abril entre UE y China, «socio estrastégico» y a la vez «rival sistémico» para Bruselas.