Triunfo a medio gas de Kirolbet Baskonia sobre Manresa (82-71)
A pesar de un mal arranque, los de Perasovic han superado con claridad a un Manresa que ha acusado seriamente sus bajas. La entrada de Huertas y su conexión con Shengelia y Hilliard ha resultado providencial.
No pasará a la historia el partido que Kirolbet Baskonia le ha ganado a Baxi Manresa. Los gasteiztarras se han impuesto por 82-71 y dosificando mucho las fuerzas ante un Baxi Manresa cargado de bajas y que en ningún momento ha creído en sus posibilidades.
Salvo el 11-14 con el que ha terminado el primer cuarto, el partido ha estado completamente bajo control de los de Perasovic. Estos se han ganado alguna bronca de más de su técnico, sobre todo cuando el marcador ha reflejado un 2-7 nada más empezar, con Lundberg –el mejor de los pupilos de Peñarroya, con 20 puntos– superando a Vildoza con claridad. Pero desde el primer «zarandeo anímico» del preparador baskonista, sus pupilos se han puesto las pilas, sobre todo desde el momento en que Marcelinho Huertas ha entrado en escena. El base paulista, que ha superado a Elmer Bennett en el quinto puesto entre los mejores asistentes de la historia de la Liga ACB, le ha puesto cordura y tensión al juego gasteiztarra. Ha anotado y ha conectado con Shengelia y Hilliard, los dos compañeros de equipo más atinados.
Ya para el descanso los gasteiztarras se han adelantado 41-31, una ventaja que ha aumentado hasta los 18 puntos, fraguada sobre todo en el tercer período, momento en el que los de Perasovic se han puesto a la tarea de apretar en defensa y olvidándose en ataque de las pérdidas absurdas. Manresa ha sobrevivido como buenamente ha podido gracias a los puntos de Lundberg y Toolson, pero las ausencias de Lalanne y Fisher le ha quitado mucha fuerza a su rotación, debiendo usar Peñarroya jugadores como Francisco Del Águila, que por momentos –en comparación a Poirier y Shengelia– ha parecido sacado de una leva forzosa en algún gimnasio manresano.
Los últimos minutos han sido a beneficio de inventario, ratito que los catalanes han empleado en maquillar el resultado. Por ejemplo, un Sergi García –cedido por Valencia Basket a cuenta de la lesión de Corey Fisher– que ha hecho números menos ridículos que el desempeño de su partido durante largo rato, o Guillem Jou,otro canterano del Manresa, que ha arrimado a los suyos a la frontera de la decena de puntos a falta de tres minutos para el final.
No ha habido ni alarma en un Buesa Arena gélido, con 6.938 almas que han contemplado el show. Un par de rebotes ofensivos, unas pocas jugadas atinadas de Shields y algo del talento de Vildoza han sido más que suficientes para garantizar otro triunfo que mantiene a los gasteiztarras al rebufo de Barça y Real Madrid, después de que los dos conjuntos futboleros también hayan hecho sus deberes: 84-102 de los merengues ante el San Pablo Burgos en el duelo jugado el sábado, mientras que el Barça ha superado al Herbalife Gran Canaria por 77-97, con otra muestra de talento de Thomas Heurtel.
Txus Vidorreta, subcampeón de la FIBA Champions League
En otro orden de cosas, un histórico como la Virtus de Bolonia se ha alzado con el título –y el millón de euros prometido– de la FIBA Champions League, superando al Iberostar Tenerife de Txus Vidorreta por 73-61 en la finalísima disputada en Amberes. A partir del 20-8 con el que se han adelantado los pupilos de Sasha Djordjevic en el primer cuarto, los italianos han dominado el duelo, con un destacadísimo Kevin Punter –escolta norteamericano de 25 años y 1,90 metros de estatura–, MVP de la final con 26 puntos y 9 rebotes.