Pablo Ibar elude la pena de muerte y es condenado a cadena perpetua
Pablo Ibar ha logrado esquivar este miércoles la condena a muerte, al no conseguir el jurado la unanimidad necesaria para una sentencia a la pena capital, como pretendía la Fiscalía, por la muerte de tres personas el 27 de junio de 1994 en Miramar (Florida). La defensa ha anunciado que recurrirá todo el juicio.
Ibar, de 47 años de edad, ha pasado 25 años en prisión, 16 de ellos en el corredor de la muerte, en la cárcel de Raifrod. En 2016 la Corte Suprema de Florida anuló la sentencia de pena de muerte y ordenó repetir el juicio, al determinar que había tenido «una defensa ineficaz» y había sido condenado a partir de pruebas «débiles e escasas».
El proceso no concluirá con esta sentencia, porque la representación legal del acusado ya prepara un recurso, al considerar que tiene «armamento probatorio más que sobrado» para obtener su excarcelación.
En este cuarto juicio que se ha celebrado contra él en el Tribunal de Fort Lauderdale, los miembros del jurado han condenado a Pablo Ibar a cadena perpetua, tras declararle culpable el 19 del pasado mes de enero.
Última jornada
Hoy, último día de la vista oral, las partes han presentado sus conclusiones finales y la Fiscalía ha reiterado su petición de condena a muerte para el acusado. La representante el ministerio público, en su último alegato, ha asegurado que Pablo Ibar no es el «buen hombre» que su familia ha descrito en su testimonio, sino «un asesino».
Los abogados del procesado han intentado convencer a los miembros del jurado de que Ibar no debía ser condenado a la pena capital. Para ello, han insistido en los nexos que Ibar tiene con su familia y lo que supondría su pérdida.
Posteriormente, el jurado retirado a deliberar. Tras el receso, se ha vuelto a citar a las partes y el coordinador del tribunal popular ha dado a conocer su sentencia de cadena perpetua.
Primeras reacciones
La Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar ha criticado, a través de una nota, que el juez «no haya anulado el juicio cuando la fiscalía se extralimitó claramente en sus argumentos finales el pasado 16 de enero. Tampoco entendemos que el juez no haya anulado el juicio cuando un miembro del jurado, a primera hora del primer día laborable después del veredicto, manifestara que deseaba retractarse de su decisión tras haber denunciado fuertes presiones e incluso ‘bullying’ en el seno del jurado. El juez optó por expulsar a esa persona del jurado».
Por ello, ha anunciado que emprenderá «las acciones oportunas para apoyar a Pablo Ibar y a su familia de cara al recurso a plantear, en este caso al Tribunal de Apelaciones del Cuarto Distrito de Florida».
Esta plataforma expresa su respeto hacia «el dolor y la sensación de pérdida de los familiares de las víctimas del triple asesinato», pero apunta que «lo visto en el juicio señala claramente a la no culpabilidad de Ibar» y defiende que «el peso de la ley recaiga sobre quienes de verdad cometieron los crímenes».