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Goia iguala el techo de Labaien y la caída del PSE sitúa segunda a EH Bildu


El candidato del PNV a la reelección, Eneko Goia, se ha impuesto con amplitud en las municipales de Donostia. Con sus 10 concejales iguala el techo jeltzale, que databa de 1983, cuando fue elegido alcalde Ramón Labaien. Luego llegaría la escisión, en la que EA se llevó la parte del león, y en 1987 el PNV se desplomó hasta los 3 electos.

EH Bildu pasa a ser segunda fuerza. La lista encabezada por la debutante Reyes Carrere iguala lo cosechado hace cuatro años –6 concejales–, aunque porcentualmente obtiene una ligera mejoría. Lejos quedan los 8 ediles de las primeras elecciones de Juan Karlos Izagirre, que tuvieron lugar en un contexto excepcional tras la legalización “in extremis”.

Ernesto Gasco es el gran derrotado, aunque tiene la llave hacia la mayoría absoluta. Posiblemente le haya pasado factura su querencia hacia la desmedida exposición mediática y ha terminado siendo «el de las fotos de pintxos y desfiles de moda». A pesar de sus palabras en campaña en pro de «un gobierno progresista» –las cifras dan, porque EH Bildu, PSE y Podemos suman 14–, es difícil imaginar al PSE en la tesitura de apoyar a Carrere.

Más probable se antoja que repita el papel de muleta jeltzale –aunque no le ha rentado–, e incluso que se mantenga al margen, dé por amortizado a Gasco y busque una cara nueva. Desde 1991 no se quedaban los de la rosa con solo 5 ediles.

Otra novata, Aitzole Araneta (Elkarrekin Podemos), no solo conserva los 2 concejales que tenía Irabazi, sino que gana un tercero, meritorio en un contexto de caída de los morados.

El “independiente” Borja Sémper –ha ocultado las tóxicas siglas del PP toda la campaña– aguanta el tirón y ve recompensada su apuesta al mantener los 3 concejales, que no es poco.