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Irán advierte a los europeos por los incidentes en el mar

Irán insistió ayer en su derecho a exportar petróleo, recogido en el acuerdo sobre el programa nuclear iraní de 2015 y en la resolución adjunta del Consejo de Seguridad, y acusó a EEUU y a Gran Bretaña de estar violando ese pacto, al tiempo que advirtió de que la multiplicación de incidentes compromete los esfuerzos por salvarlo. Con ese fin se reunieron en Viena las partes que aún adheridas al mismo, sin que se dieran a conocer avances.


Teherán advirtió ayer a los europeos contra cualquier obstrucción a sus exportaciones de petróleo, su principal fuente de ingresos, y dijo que los incidentes con sus buques, como la captura de uno de ellos por parte de las autoridades británicas en Gibraltar, dificultan su compromiso con el acuerdo nuclear de 2015. Los firmantes aún adheridos tratan de salvar el pacto en un contexto de fuertes tensiones en el golfo Pérsico, y con ese objetivo se reunieron ayer en Viena, dos meses después de otro intento infructuoso.

El texto suscrito por Irán, EEUU, Reino Unido, Estado francés, Rusia, China y Alemania aseguraba el levantamiento de las sanciones y el acceso de la República Islámica a los mercados siempre que garantizara el carácter pacífico de su programa nuclear, pero fue degradándose desde la retirada unilateral de Washington y la reimposición de sanciones en 2018.

Teherán, que alega falta de compromiso de los países europeos tras la salida de EEUU para garantizar sus beneficios económicos del acuerdo, respondió saltándose algunos de sus compromisos a principios de julio y anunció que seguirá desvinculándose poco a poco si el resto de firmantes no le permiten sortear las sanciones.

Irán empezó a superar el límite impuesto a sus reservas de uranio débilmente enriquecido y la tasa de enriquecimiento tolerada, violaciones que por ahora se consideran reversibles.

El viceministro iraní de Exteriores, Abbas Araqchi, pidió ayer a los representantes del resto de países firmantes la protección económica que podría otorgar el Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales (Instex), que aún no funciona pero está en su fase final. Con este mecanismo, los europeos quieren facilitar el comercio entre empresas europeas e Irán, sin correr el peligro que se vean afectadas por las sanciones.

«Lo que hace EEUU –impedir sus exportaciones de petróleo– es una violación de la resolución del Consejo de Seguridad», dijo Araqchi en referencia a la resolución 2231 de máximo órgano de la ONU, adoptada en 2015 tras la firma del acuerdo.

Ante la falta de avances ayer, las partes acordaron organizar «pronto» una reunión a nivel ministerial, según Araqchi.

Propuesta «hostil»

Además, el Gobierno iraní calificó ayer la propuesta británica de formar una misión naval europea para escoltar a los barcos en el golfo Pérsico de medida «hostil y provocadora» que aumentará la tensión en la zona, y urgió de nuevo a Londres a liberar al petrolero iraní retenido en Gibraltar desde principios de julio por las sospechas de que transportaba crudo a Siria, algo que Teherán niega. Para Irán con aquella acción Gran Bretaña viola también el pacto nuclear.

El Ejecutivo británico lanzó esa proposición después de que un petrolero de bandera británica fuera capturado por la Guardia Revolucionaria iraní el día 19 por «incumplimiento de las normas de navegación».

La opción de un intercambio de petroleros para resolver la crisis ha sido planteada por varios responsables iraníes.

El golfo Pérsico ha sido escenario de numerosos incidentes desde el pasado mes de mayo, incluidos ataques a petroleros y buques cisterna, de los que EEUU responsabiliza a Irán, que rechaza las acusaciones.

El portavoz gubernamental, Ali Rabiei, aseguró que Irán es «el mayor proveedor de seguridad» para la navegación en el golfo Pérsico y que esta debe ser garantizada únicamente por los países de la región.

Por su parte, el presidente iraní, Hassan Rohani, responsabilizó a EEUU de ser el causante de «los incidentes y las tensiones» en el golfo Pérsico con su retirada unilateral del acuerdo nuclear, e insistió en que la República Islámica «nunca ha iniciado tensiones con otros países».

Por ello, consideró que la presencia de fuerzas extranjeras en el golfo, en alusión tanto al aumento del despliegue estadounidense como a la propuesta británica, es contraproducente. «La presencia de fuerzas extranjeras no solo no contribuye a la seguridad de la región sino que será la causa principal de las tensiones regionales», aseveró.