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Carrera por la nominación: Warren coge a Sanders y ambos, a Biden

Las primarias del Partido Demócrata de EEUU para elegir al candidato que se enfrentará a Trump en 2020 están al rojo vivo. Sanders y Warren ya están a la par en la encuestas y en las multitudes que congregan, y los dos tienen a tiro a un Biden que, sin oxígeno ni adhesión popular para sus propuestas centristas, se desvanece. Los analistas creen que Sanders y Warren, los candidatos más a la izquierda, se lo van a jugar todo en un duelo final.


La carrera por ganar la nominación demócrata para enfrentarse a Donald Trump en las elecciones de 2020 ya no es entre Bernie Sanders y Joe Biden, es entre Sanders y Elizabeth Warren. Así lo indican las últimas encuestas. Además, ambos están atrayendo a multitudes a sus mítines y han dominado los debates, mientras que Biden se va apagando, se va eclipsando, baja en las encuestas y aparece más vulnerable que nunca.

Que los dos candidatos más a la izquierda, con propuestas «más radicales», se jueguen la nominación en el duelo final podría ser un sueño hecho realidad para los progresistas de EEUU. Pero esa posibilidad también ilustra lo divididas que pueden estar las lealtades y el dilema que se les puede presentar. Y hace más audibles unas preguntas muy incómodas: ¿Para evitar la división del voto progresista, debería uno de los dos retirarse de la carrera y apoyar al otro? ¿Deberían constituirse como ticket electoral e ir juntos en la fórmula de presidenta y vicepresidente, o presidente y vicepresidenta?

Diferencias y coincidencias

Con una impresión muy generalizada de que el centrista Biden está a la defensiva, gana opciones la idea de que las primarias van a finalizar con un duelo Sanders-Warren, ante el cual ninguno de los dos debería retirarse, aunque ello suponga ir a la convención final con la obligación de llegar a un acuerdo.

Ambos tienen diferencias de estilo y de fondo. Warren se define como una «capitalista» partidaria de un sistema que funcione para todos. Sanders, como «socialista democrático». Warren tiene un mayor don de gentes y Sanders es más cascarrabias. En la izquierda, la mayoría cree que Sanders es más radical e iría más lejos en sus reformas.

Pero los dos son buenos amigos, los dos apuestan por una sanidad y una educación pública y universal, y tanto los seguidores de uno como de otra no creen que perderían mucho si uno u otra encabezara la candidatura frente a Trump.

Según una encuesta del Pew Research Center, siete de cada diez seguidores de Warren son blancos, comparado con la mitad en el caso de Sanders. Warren tiene el voto femenino a su favor: ella es la que porta la antorcha de la primera presidenta electa de EEUU.

 

Elizabeth Warren presidenta de EEUU, una posibilidad real

Bernie Sanders, de 77 años, ya no dispone del elemento sorpresa que tuvo en 2016. Con las mismas promesas, sigue generando gran entusiasmo en los mítines y es quien tiene más pequeños donantes. Pero Elizabeth Warren, de 70 años, crítica acérrima de Wall Street que promete «luchar» –una de las palabras que más utiliza– contra su «sistema amañado», tasando a los ricos y parando los pies a los gigantes tecnológicos, es quien sube en todas las encuestas, lenta pero inexorablemente.

Aunque sin el potente aparato de base de Sanders, con una campaña bien ejecutada y una interacción directa con los votantes, Warren es la ganadora de los últimos meses. Juega a su favor el hecho de ser mujer, muchos votantes de Hillary Clinton la apoyan y todo indica que se lo va a jugar todo en un cara a cara con Sanders que a día de hoy no tiene claro favorito.GARA