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En Gales, el Brexit puede llevar al cierre a un innovador astillero

Stewart Graves está seguro de que un Brexit sin acuerdo a finales de octubre le obligará a cerrar su empresa, dedicada a la construcción naval y las energías renovables, que actualmente prueba sus innovadores prototipos en las aguas del mar de Irlanda.


El astillero está ubicado en la pequeña localidad galesa de Milford Haven y, además de plantas de energía, sus 80 trabajadores también fabrican los mástiles de comunicación que los buques de guerra británicos utilizarán para rastrear submarinos. Pero Stewart Graves teme que muchos de sus ingenieros pronto se queden sin trabajo. «Somos líderes mundiales en tecnologías renovables y todo esto se va a echar a perder», comenta a AFP mientras muestra las instalaciones de su compañía, Mainstay Marine Solutions, situada en el extremo oeste de Gales. Si hay un Brexit sin acuerdo «esta empresa, ciertamente, tendrá que cerrar sus puertas», advierte.

Como muchas otras compañías de Gales, la suya, que ha diversificado su actividad en diferentes tipos de tecnología, se beneficia de la financiación de la UE destinada a estimular el crecimiento económico en una de las regiones más desfavorecidas de Europa. Concretamente, en esta planta Bruselas ha financiado proyectos para transformar la energía de las olas y las mareas en electricidad que alimenta directamente a la red estatal británica.

Graves siempre supo que con el Brexit, que los galeses aprobaron con un 52,5% de los votos en el referéndum de 2016, estos flujos de dinero europeo cesarían y teme que Londres no tome el relevo tras el 31 de octubre, fecha en que el primer ministro, Boris Johnson, ha prometido abandonar el bloque con o sin acuerdo. «Tenemos pocas oportunidades de sobrevivir si perdemos un 40% de nuestra actividad y no podemos acudir al mercado europeo debido a los aranceles» que se aplicarían en caso de un Brexit duro, afirma entre el estruendo de una turbina maremotriz.

«Si realmente quieren hacer grande al Reino Unido, no lo desperdicien todo en aras al dogma del Brexit»; en su lugar «apoyen estas tecnologías neutras en carbono como lo está haciendo Bruselas», señala. «No se trata de subvencionar una industria moribunda», sino «de invertir en tecnología puntera», puntualiza.

Requerido por AFP para valorar esta situación, el Ministerio británico de Energía y Empresas no quiso hacer comentarios.

La empresa de Graves está situada en uno de los diez puertos francos exentos de impuestos que Boris Johnson quiere establecer tras el Brexit para estimular la economía gracias a una mayor libertad fuera de las regulaciones europeas.

Puertos francos

El director del puerto, Andy Jones, ve cierta ironía en el hecho de que surjan nuevas iniciativas comerciales en un momento en que Gran Bretaña se dispone a pasar la página de 40 años de pertenencia a la UE. «Habremos necesitado el Brexit para que se reconozca el papel primordial que juega la industria portuaria en materia comercial» en el país, explica desde una oficina que domina las chimeneas de una refinería situada al otro lado de la bahía.

«El comercio mundial va a continuar. Es un poco un cliché, pero vivimos en una isla. El 95% de todos los intercambios comerciales del Reino Unido pasan por los puertos y eso no va a cambiar», subraya.

Algunos economistas han puesto en duda la capacidad de los puertos francos para alentar realmente la economía: entre 1984 y 2012 se crearon siete, sometidos a las regulaciones europeas, pero todos acabaron cerrando por falta de resultados. Una perspectiva que no mejora el mal humor que reina en Milford Haven, donde las autoridades locales temen además que un Brexit duro amenace los 500 empleos de la refinería del grupo estadounidense Valero.

Y es que, como otras cinco instalaciones similares, la refinería advirtió de que sus actividades pueden verse perjudicadas por la imposición de aranceles a la importación de carburantes que le harían perder su ventaja competitiva. Johnson prometió importar carburante de la UE sin aranceles aduaneros para evitar que se disparen los precios de la gasolina, pero el combustible exportado desde Milford Haven se encarecería con una tasa del 4,7% al entrar en la UE.

 

El BCE calcula que 24 bancos se mudarán a la eurozona

Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), indicó la semana pasada que 24 entidades bancarias, con alrededor de 1,3 billones de euros en activos, se trasladarán desde Londres a la zona euro a raíz de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.

Siete de esas entidades quedarán bajo supervisión directa del BCE y las otras diecisiete estarán bajo la supervisión estatal allí donde decidan relocalizarse, según explicó el banquero italiano.

Considera Enria que los preparativos de cara al Brexit se han llevado a cabo de la mejor forma posible ya que las entidades han hecho lo que se les ha pedido y han preparado planes de contingencia.

«Para ser sincero, los bancos han hecho todo lo que les pedimos que hicieran», asumió, aunque advirtió de que el Brexit es un evento que puede ir acompañado de turbulencias en los mercados financieros. «Es algo que nos da un poco de dolor de cabeza», añadió.GARA