«¡Che, agarrá una cámara y andá a filmar!»
El documental ‘La ola verde’ (‘Que sea Ley’), en torno a la legalización del aborto seguro y gratis en Argentina, llega a Zinemaldia en la sección Horizontes Latinos.
Aquel día Juan Solanas no lo pensó dos veces. «¡Che, agarrá una cámara y andá a filmar!», se dijo y salió como un torpedo a las calles de Buenos Aires donde miles de personas, en su mayoría mujeres, clamaban por un cambio definitivo en Argentina.
La legalización del aborto seguro y gratuito en su forma de proyecto de ley se sometía a votación en la Cámara de diputados. Aquel junio de 2018 era la séptima vez en la historia argentina que la propuesta llegaba a esta primera instancia en el largo recorrido que tendría por delante para ser convertida en ley.
Tras 25 días de filmación y un total de ocho meses de trabajo, Juan Solanas, hijo del legendario cineasta Fernando ‘Pino’ Solanas, ya daba por concluido el documental ‘La ola verde’ (‘Que sea ley’). Esta película estrenada en el Festival de Cannes, recoge no solamente los días vibrantes de manifestaciones y vigilia, sino también testimonios y diversos puntos de vista que permiten un acercamiento honesto y certero hacia un tema de suma importancia que toca tantas sensibilidades. Ahora acude con su cinta a Zinemaldia, cuya dirección ha invitado a los equipos del resto de películas a participar en una fotografía conjunta donde portarán pañuelos verdes en apoyo al aborto libre.
«Empecé a filmar sin saber que quería hacer una película», comentaba el director en Cannes, «sentí la necesidad de registrar lo que estaba pasando». Con el sí de la Cámara de diputados, Solanas, quien en su primer largometraje, ‘Noreste’ (2004), narra la historia de una mujer que decide abortar, vio que el camino hacia la legalización del aborto en Argentina ya no era una quimera. Pese a las manifestaciones multitudinarias y a los grandes esfuerzos de muchas asociaciones, en particular el de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal y gratuito, la avanzada del proyecto de ley fue obstaculizada.
«Al no ser aprobada la ley, me violentó mucho, me dio mucha bronca», rememora Solanas, «pero por suerte pude canalizar la rabia, decidí tomarme el tiempo para realizar la película».
De ninguna manera ‘La ola verde’ podía limitarse a Buenos Aires, por eso el director se internó en la provincia, donde el problema se agudiza. «La otra Argentina», le llama Solanas, quien en ese andar se encontró con gente que ni siquiera disfruta de los servicios básicos, ni de las tres comidas diarias.
«Cuando estás en una situación de aborto en ese contexto, tienes el pasaporte de primera clase para la muerte o para pasarla muy mal», sentencia con conocimiento.
La honestidad de ‘La ola verde’ radica en la decisión de Solanas de filmar la realidad, y hasta en darle la oportunidad a quienes se oponen a la legalización del aborto para exponer su posición, y aunque en ningún momento el realizador se propuso a caricaturizarles, no duda en que «carecen de argumentos sólidos, no tienen un cuerpo teórico, por lo que es indignante», comenta.
A excepción de los dos casos emblemáticos expuestos en la película, como lo son el de Belén (condenada a prisión por aborto espontáneo) y Ana María Acevedo Acevedo (paciente oncológica a quien no le permitieron abortar ni hacerle ningún tratamiento contra el cáncer), cuando Juan Solanas ponía su cámara no sabía lo que le iban a contar, de hecho recuerda que recogió testimonios impactantes.
«Si bien la película es militante, la apuesta era que no fuera un panfleto», afirma, «me propuse interferir lo menos posible en el proceso de realización y en la realidad, la cual alcanza y sobra para informar al público para que así se forme una opinión. Después de ver la película dudo mucho que se apoye el argumento contrario porque muestra lo que la gente no quiere ver: la parte sucia y dura».