Nueva Zelanda asegura el bronce al ganar 40-17 a una Gales que no ha tirado la toalla en ningún momento
Nueva Zelanda ha logrado la medalla de bronce en el Mundial de rugby de Japón al derrotar por 40-17 a una Gales que no ha cedido hasta el último momento, en un encuentro con mucho contacto que ambos equipos han afrontado con la idea de subir al podio.
El apertura galés Rhys Patchell ha puesto el oval en movimiento en la final por el bronce de este Mundial, disputado ante 48.842 aficionado, pero los neozelandeses han salido a su encuentro con energía y defensa férrea.
Los All Blacks han protagonizado varios contraataques peligrosos que han dado lugar a un penal a su favor en el minuto 4. El apertura Richie Mo'unga ha pateado, pero el oval se ha estrellado contra los palos.
Los neozelandeses no han perdido el ánimo y tras una jugada en la que Mo'unga, el número 8, Kieran Read, y el segunda línea Brodie Ratallick han protagonizado un gran trabajo en equipo, el pilar izquierdo neozelandés Joe Moody ha anotado el primer ensayo del encuentro un minuto después, con confirmación exitosa (7-0).
Los galeses han vuelto al ataque con ímpetu, tratado de aprovechar alguna apertura, pero los All Blacks han vuelto a frustrar sus intentos y para ellos ha sido también el segundo ensayo, en una tremenda carrera cortada del fullback neozelandés Beauden Barrett que ha anotado bajo los palos. Mo'unga ha confirmado (14-0).
Los Dragones Rojos han tenido que esperar hasta el minuto 19, tras presionar a la organizada defensa neozelandesa, para estrenar el marcador con un ensayo del fullback Hallam Amos con conversión positiva del apertura Rhys Patchell (14-7).
Nueva Zelanda se ha mostrado menos acertada en los minutos siguientes y Gales ha aprovechado una infracción de defensa a su favor en el minuto 25 para colocar una patada con acierto de Patchell (14-10).
All Blacks tenían hambre de podio y han logrado recuperar el dominio del encuentro.
Han anotado dos ensayos más antes del final del primer tiempo, ambos del ala derecho Ben Smith, que apenas ha aparecido, pero se ha lucido en esta ocasión.
Smith ha tomado el pase del medio scrum Aaron Smith, ha salido al ataque por el hueco y se ha quitado de encima a un dragón para anotar un try que Mo'unga ha confirmado no sin dificultad pues ha sido una noche ventosa en Tokio, y que ha mandado a los All Blacks al descanso con una cómoda ventaja de 28-10.
La selección neozelandesa ha saltado al terreno de juego en la segunda mitad dispuesta a confirmar su dominio y poco después del arranque, en el minuto 42, el centro exterior Ryan Crotty ha anotado un nuevo ensayo con confirmación positiva que ha dejado el marcador en un significativo 35-10.
Nueva Zelanda ha tomado inercia en el ataque, estaba imparable, y cuando parecía que el ala derecho Ben Smith había logrado su hat-trick de la noche, el ensayo ha sido anulado por el colegiado.
Gales no ha tirado la toalla, buscando su primera victoria ante Nueva Zelanda desde 1953 y luchando por el podio.
Ha presionado, ha buscado el hueco como ha podido, protagonizando algunas de sus mejores jugadas del encuentro, y la insistencia se ha visto recompensada con su segundo ensayo.
Tras un ataque prolongado de 20 fases, el ala izquierdo de los Dragones Rojos Josh Adams se ha lanzado un metro, ha embestido para anotar el try, que ha confirmado el apertura Dan Biggar (35-17, m.61).
Pese al arrojo, ésta no ha podido ser la noche histórica que buscaba Gales, que ha visto como en el minuto 76 el apertura Mo'unga volvía a hacer de las suyas para anotar y convertir el sexto ensayo de su selección y último del partido, que ha concluido 40-17.
Hansen confía en que van a mejorar
A pesar de su victoria, el entrenador de Nueva Zelanda, Steve Hansen, se ha mostrado «decepcionado» por no haber podido llevar a los All Blacks a la final, pero confía en que sus jugadores «continuarán esforzándose para mejorar».
La derrota frente a Inglaterra, el pasado fin de semana, ha impedido a los All Blacks aspirar a una cuarta copa mundial y la tercera consecutiva, y de eso se ha hecho eco Hansen en la rueda de prensa posterior al encuentro.
«Tuvimos un resultado extremadamente decepcionante contra Inglaterra, donde fuimos derrotados por un equipo que jugó mejor que nosotros ese día, pero hemos vuelvo y hemos mostrado carácter y compromiso con la camiseta», ha dicho el entrenador.
Hansen ha reconocido que cada vez se hace más difícil ganar la copa mundial en este deporte, porque todos los equipos están mejorando. «Podemos estar orgullosos de lo que hemos hecho, porque hemos forzado a los equipos a jugar mejor que nosotros», ha añadido.
Y ha insistido en que así lo han hecho Inglaterra y Sudáfrica en algunas ocasiones. «Esos equipos están ahora en la final, y ahora son ellos a los que tenemos que perseguir».
Aun así, Hansen confía en que se podría recrear la confianza que habían mantenido los All Blacks en los últimos años, que han ganado las dos ediciones anteriores de este mundial.
Sí ha aprovechado para desear «todo lo mejor» a Sudáfrica e Inglaterra cuando disputen la final este sábado en Yokohama. «Tendremos un nuevo campeón mundial, y los felicitaremos por sus esfuerzos, porque este es un torneo muy difícil de ganar».
Por su parte, el capitán neozelandés, el ocho Keiran Read, ha declarado que ha salido al campo después de haber sobrepasado las emociones de la derrota ante Inglaterra, y «hoy quería jugar bien, salir, aguantar y disfrutar la ocasión».
«Ha sido un gran día. He buscado asegurarme de que realmente disfrutaba el momento y el día», ha remarcado.