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Tercer día de Felipe de Borbón en Barcelona, aislado tanto política como socialmente

Sin poder salir de una zona acotada entre el hotel y el Palacio de Congresos de la Diagonal, el Rey español sigue hoy en Barcelona por tercer día consecutivo. Los gobernantes catalanes subrayan que no reconocen su autoridad, ayer se quemaron fotos y uno de los galardonados recogió el premio con un lazo amarillo.

Fotos del Rey se quemaron en la Diagonal hasta bien entrada la noche. (Josep LAGO | AFP)

El Rey español, Felipe de Borbón, pretendía utilizar la visita a Catalunya para la entrega de los premios Princesa de Girona para presentar una imagen amable que paliara los efectos del discurso amenazante del 3 de octubre de 2017, pero el tiro le ha salido por la culata. En lo político y en lo social ha quedado retratado su aislamiento.

Por lo que respecta a la faceta institucional, tanto el president de la Generalitat, Quim Torra, como el del Parlament, Rogert Torrent, han destacado que no le reconocen autoridad. La alcaldesa de los comuns, Ada Colau, tampoco acudió al acto central del lunes noche, en el que Felipe de Borbón puso en primer plano, casi como parapeto, a su hija y descendiente Leonor, que dijo unas palabras en catalán. Felipe de Borbón ha estado arropado solo por electos del PSOE y el Pp.

En cuanto al rechazo ciudadano, miles de personas terminaron concentrándose en la Diagonal, ante el Palacio de Congresos, para quemar fotos del monarca. Los Mossos tuvieron que apelar finalmente a que no siguieran haciéndolo para que el fuego no cogiera más dimensión. La movilización de CDR y Arran acabó sin problemas, entrada ya la noche.

Una vez que los premios no han podido entregarse en Girona por cuestiones de falta de dotaciones y seguridad, todos los actos se han concentrado en el Palacio de Congresos de Barcelona, en la parte superior de la Diagonal, cerca del Camp Nou. Se trata de una zona más cómoda para el control policial, ya que de hecho el lunes hasta 1.300 efectivos han acabado custodiando el área.

La intención inicial del monarca español era hacerse más presente en las calles, pero finalmente se ha recluido en un hotel que lleva el nombre de su padre, Juan Carlos I, y que está junto al Palacio de Congresos, para evitar así los riesgos y las protestas. Este martes ha acudido desde allí para participar en la tercera y última sesión de las jornadas.

En la entrega de los premios anoche, además, uno de los galardonados lo recogió portando un lazo amarillo en la solapa, en demanda de excarcelación de los presos políticos.

Arran está celebrando todo ello como un triunfo.