Jaione Camborda: «‘Arima’ es una historia de mujeres atrapadas en una dimensión perturbadora»

Nacida en Donostia en el año 1983 pero aficanda en Galicia –donde tiene su productora Esnatu Zinema–, Jaione Camborda está integrada en una nueva generación de cineastas que apuestan abiertamente por dotar de nuevas voces al cine desde la experimentación.

Formada en las escuelas de cine de Praga y Múnich, su trayectoria ha estado ligada al Novo Cinema Galego, colaborando como directora de arte o productora en películas como ‘O ouro do tempo’ –estrenada en Karlovy Vary–, ‘Verengo’ –première en Bafici– o ‘Las Altas Presiones’, que ganó el Premio Las Nuevas Olas del Festival de Sevilla en 2015.

Precisamente este ha sido el certámen en el que ha participado recientemente con su esperado debut en el largometraje de ficción y en el que ha sido galardonada con el Premio a la Mejor Dirección.

La propia Jaione Camborda señala a NAIZ que este premio «supone un paso adelante y un momento de felicidad porque ves que tu labor ha sido reconocida. Es la recompensa a un trabajo que no ha sido fácil sacar adelante y que permite ampliar la ruta de la película».

En relación a qué se encuentra el espectador cuando se adentra en ‘Arima’, la cineasta revela que «en su apariencia podría pasar por un thriller fantasmal protagonizado por cuatro mujeres, una niña y dos forasteros, donde cuesta distinguir lo real de lo imaginado, lo temido y lo deseado. Pero siempre la tuve presente como una especie de juego cómplice con el espectador, el cual se encuentra involucrado en una historia que puede resultar tan cálida como perturbadora».

Preguntada sobre la importancia que adquiere la mirada en su película, señala que «la mirada podría ser considerada como un personaje más dentro de la película, al igual que la naturaleza, porque la película transcurre en una pequeña localidad gallega. Todo parte de un ojo que comienza a distorsionarse hacia la abstracción, es la llave que abre una puerta que da paso a la abstracción, a un entorno en el que nunca sabemos a ciencia cierta qué es real o improbable. Ese ojo introductorio al que aludes se convierte en una especie de fosa profunda lindante al misterio».

Mujeres, inquietud y lo atávico

Lo fantasmagórico también adquiere una especial importancia en ‘Arima’, un elemento que para Camborda «forma parte del juego planteado. A estas figuras les corresponde dotar de ‘sentido’ a esos estados en los que nos encontramos cada vez que creemos haber visto algo pero no estamos muy seguras de haberlo visto. La bruma que rodea a todo ello simboliza el telón que inquieta, que parece invitarnos a ser traspasados pero que siempre nos inspira temor ante lo desconocido. En este punto la naturaleza también aporta elementos muy importantes, ya que otorga al conjunto algunos conceptos relacionados con lo atávico».

En el espacio en el que se desarrolla ‘Arima’ las mujeres adquieren un protagonismo que para la cineasta resulta «determinante para dotar al filme de un tono de íntima complicidad ante lo que les rodea. Es curioso, porque dentro de este engranaje un tanto complejo y arriesgado, fue la niña la que más disfrutó. Supongo que el concepto de juego fue rápidamente asimilado por ella».

Una nueva y prometedora hornada de cineastas

En cuanto al gran auge que está teniendo la nueva hornada de cineastas vascos, Camborda muestra su satisfacción al subrayar que «películas recientes como las de Aritz Moreno o Galder Gaztelu-Urrutia aportan mucha frescura al panorama creativo. Son miradas diferentes que requieren de apoyo. Creo que como creadores tenemos herramientas suficientes para demostrar nuestra valía, pero necesitamos de apoyo económico e infraestructuras para poder demostrarlo. En mi caso, no fue fácil lograr una subvención, porque las mujeres todavía somos miradas con cierto recelo dentro de la Industria. A ello habría que sumar que se trataba de una película de autor y era mi primer largometraje».

Finalmente, y en relación a la ruta que seguirá ‘Arima’ y si tiene sobre la mesa un nuevo proyecto, la directora nos revela que «por el momento seguiremos la ruta festivalera y espero que pueda encontrar su camino comercial. Por ahora estamos en conversaciones para ser distribuida. Me encantaría poder estrenarla en Donostia. En cuanto a un futuro proyecto, tengo algo en mente que estaría nuevamente protagonizado por mujeres y que se desarrollaría en los años setenta. Entre Galicia y Portugal».