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El alejamiento impuesto a los presos y presas vascas provoca dos accidentes este fin de semana

Dos amigos de los presos donostiarras Ainhoa Mujika y Jon Olarra y dos allegados de Olga Comes se han visto implicados en dos accidentes provocados por el alejamiento impuesto a los represaliados vascos. No han sufrido daños personales de consideración.

Estado en el que ha quedado uno de los vehículos. (ETXERAT)

Etxerat ha informado este domingo de dos accidentes de trafico provocados por el alejamiento impuesto a los presos y presas vascas. Cuatro personas se han visto implicadas en los dos siniestros, «afortunadamente sin sufrir daños de consideración».

«Se constata pues, una vez más, la condena impuesta a los familiares y allegados, que deben seguir recorriendo largas distancias para realizar las visitas a sus seres queridos, pese incluso a que se agudice el riesgo de sufrir percances con motivo de condiciones metereológicas muy adversas, como las producidas este fin de semana», ha señalado la asociación.

El primer accidente se produjo el viernes, cuando amigos de los presos donostiarras Ainhoa Mujika y Jon Olarra, encarcelados en la prisión granadina de Albolote, sufrieron a última hora de la tarde una colisión en la N-I, con resultado de daños de chapa, en un punto situado unos 75 kilómetros antes de llegar a Madrid, en un tramo en el que las intensas lluvias provocaron una larga retención. Pudieron reemprender la ruta y realizar la visita el sábado por la mañana.

«Las condiciones en que había quedado el vehículo y el temporal determinaron que el retorno se prolongará, incrementando por lo tanto el peligro en la conducción, llegando a casa a media madrugada de hoy domingo», ha apuntado Etxetat.

El sábado, dos allegados, entre ellos un menor, de la presa de Iruñea Olga Comes, encarcelada en la prisión asturiana de Villabona, fueron víctimas de otro accidente en Altube, cuando realizaban el viaje de regreso a casa.

La furgoneta en la que viajaban se salió en una curva, colisionando con el lateral, en un lugar en que previamente se habían registrado otros dos accidentes.

«Como ocurre habitualmente, las horas de conducción son un elemento que agrava el peligro de estos viajes. Los ocupantes del vehículo se pusieron en carretera tras salir del trabajo para viajar durante cuatro horas, a lo que hay que añadir tres horas de vuelta tras dormir junto a la prisión. En el caso de Olga Comes, además, se trata del tercer accidente que sufren su familiares y amigos para poder realizar las visitas», ha subrayado Etxerat.

Ocho en lo que va de año

La asociación ha advertido de que estos dos nuevos siniestros elevan a ocho el número de accidentes sufridos a lo largo de  2019 por familiares y allegados, «lo que constata la macabra ruleta rusa de los largos viajes impuestos, que se han cobrado durante 50 años alrededor de 1.000 heridos y un total de 16 víctimas mortales».

«La condena a los familiares y el mantenimiento de la dispersión resulta insostenible y debe acabar con urgencia, tal y como lo manifestamos ayer en el acto celebrado en el Liceo de Gernika, con una amplia representación política y social. Es urgente poner fin a la condena a los familiares y allegados, reconocer a las víctimas de la dispersión y acercar a todas las presas y presos a Euskal Herria, para que nunca más vuelvan a ocurrir accidentes como los de este fin de semana», ha exigido.

Este lunes se llevará a cabo una concentración para denunciar estos accidentes a las 20.00 frente a la Delegación del Gobierno español en Iruñea. El martes se hará lo propio en Bilbo y Gasteiz, y el miércoles en Donostia.