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Eliseo Gil destaca que «defenderá su inocencia» al inicio del juicio del yacimiento de Iruña-Veleia

«Defender y mantener mi inocencia» son el objetivo de Eliseo Gil en el juicio por el «caso Iruña-Veleia», según ha señalado a los medios antes de entrar en el Palacio de Justicia de Gasteiz. Gil se enfrenta a una petición de hasta siete años y medio prisión en un proceso que dura ya once años.

Yacimiento arqueológico Oppidum de Iruña Veleia en Trespuentes. (Raúl BOGAJO/FOKU)

El exdirector del yacimiento alavés de Iruña-Veleia Eliseo Gil ha asegurado que acude al juicio que arranca este lunes contra él en Gasteiz por la presunta falsificación de unos grafitos con la intención de «defender y mantener su inocencia».

Gil ha hecho estas afirmaciones a los medios de comunicación antes de entrar en el Palacio de Justicia donde esta mañana comienza este juicio en el que también hay otras dos personas acusadas.

El exdirector del yacimiento ha añadido que tiene «muchas ganas» de que se celebre esta vista, en el juzgado de lo Penal número 1 de Gasteiz, once años después de que la Diputación de Araba, propietaria del yacimiento, presentara la querella contra Gil, un trabajador de su empresa y un colaborador.

El Ministerio Fiscal pide para Gil cinco años y medio de cárcel por un delito continuado sobre el patrimonio histórico y otro de estafa en concurso con un delito de falsedad en documento privado.

La Diputación alavesa, que también ejerce la acusación en este caso, eleva la pena contra Gil a siete años y medio de prisión por sendos delitos continuados de daños y estafa, mientras que su defensa reclama la libre absolución.

Los hallazgos que se cuestionan, localizados entre 2005 y 2006 bajo la gestión de la empresa Lurmen, de la que era administrador Gil, son unos grafitos escritos en cerámicas de los siglos III, IV y V que, cuando se presentaron en público, en junio de 2006, fueron calificados de históricos porque, entre otras cosas, adelantaban al siglo III la aparición del euskara y la entrada del cristianismo, cuando hasta entonces el primer vestigio conocido era el recogido en las glosas de San Millán, del siglo XI.

Sin embargo, supuestamente fueron hechos por dos de los acusados, Gil y Oscar Escribano, que era trabajador de Lurmen. La Fiscalía pide para este último la misma pena de cárcel que para Gil.

Para el tercer imputado, Rubén Cerdán, el Ministerio Público reclama dos años y seis meses de cárcel por un delito continuado de estafa en concurso con otro de falsedad en documento privado.

El juicio está previsto que se inicie con la declaración de los tres acusados y se prolongue durante diez sesiones, hasta el 18 de febrero