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Araba cuenta con un centro de media estancia dirigido a víctimas de violencia machista

La Diputación de Araba, a través del Instituto Foral de Bienestar Social, ha puesto en marcha el primer centro foral de acogida residencial de media estancia destinado a víctimas de violencia machista.

Imagen del nuevo centro. (DIPUTACIÓN DE ARABA)

La Diputación foral de Araba, a través del Instituto Foral de Bienestar Social, ha puesto en marcha el primer centro foral de acogida residencial de media estancia destinado a víctimas de violencia machista. El nuevo recurso dará alojamiento a un máximo de cuatro unidades familiares.

Según ha informado la Diputación en un comunicado, el objetivo del centro, denominado Carme, es «ofrecer atención integral especializada y alojamiento de media estancia a mujeres con graves conflictos de convivencia que  pueden poner en peligro su integridad física, en particular víctimas de violencia de género o en situación de desprotección y exclusión, así como a sus hijos e hijas, y personas dependientes a su cargo».

«El continuo crecimiento de la necesidad de atención a las víctimas ha hecho necesaria la puesta en marcha de este nuevo centro, al que se sumará este mismo año un segundo Centro de Acogida Inmediata (CAI) para situaciones de urgencia en las que la mujer debe abandonar de inmediato su domicilio, que proporcionará atención y alojamiento a otras cinco unidades familiares», ha apuntado.

El Carme, donde residen cuatro mujeres, y cinco niñas y niños, cuenta con un equipo de profesionales de la rama educativa, formado por integradoras y educadoras sociales, que apoyarán a las familias en una atención integral con el objetivo de mejorar su calidad de vida y autonomía.

«Ofrece un apoyo de media y alta intensidad y unas intervenciones de carácter socioeducativo y sicosocial con un enfoque que apoye el empoderamiento de las mujeres», ha destacado la Diputación, que ha advertido de que «uno de los objetivos de este centro consiste en ofrecer a las mujeres víctimas la posibilidad de disponer, en un entorno seguro, del tiempo y de los apoyos adecuados para poder abordar los cambios que estimen necesarios y deseables en su situación personal, familiar y económica y para poder adoptar las decisiones que los hagan posibles».

Se prevé una media de estancia de seis meses a un año, siempre dependiendo del grado de autonomía de las mujeres.