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Bilbao Basket solo se acuerda de Bouteille en la cancha del Betis en la última jugada (81-79)

Los bilbainos han sido competitivos los 40 minutos, pero han sucumbido ante los 28 puntos de Green y tampoco han encontrado un tiro claro para poder voltear el marcador en la jugada final.

El debutante Quentin Serron intenta taponar a un Erick Green que ha martirizado a los hombres de negro con 28 puntos. (F. RUSO /ACB PHOTO)

Hay vida después de Axel Bouteille. Pese a la derrota, RETAbet Bilbao Basket ha demostrado en la cancha del Betis poder manejarse sin su gran estrella, un jugador del que ya solo tendrá que quedar la memoria en el seno bilbaino.

Sí, en la última jugada, esa en la que, a falta de 3,9 segundos los hombres de negro apenas si han conseguido dar el balón a Rafa Martínez sin que el de Santpedor haya podido voltear el definitivo 81-79, se ha echado de menos al alero francés, pero por lo demás, el esfuerzo coral ha conseguido que Bilbao Basket haya sido competitivo los 40 minutos, volviendo incluso a una desventaja de nueve tantos, y sobreviviendo al partidazo de Erick Green, autor de 28 puntos.

En ese sentido, Alex Mumbrú ha conseguido obrar un equipo cooperativo en el que todos sus integrantes, incluyendo el debutante Quentin Serron, salvo un accidentado Ben Lammers –retirado en el transcurso del segundo cuarto después de darse un fuerte golpe contra el parqué– han conseguido anotar. Ha sido una lástima que tanto esfuerzo esta vez no haya tenido recompensa.

Si alguno ha tragado saliva temiéndose lo peor cuando el Betis se ha puesto 5-0, sus dudas han quedado calmadas en pocos minutos, después de que los hombres de negro hayan replicado con un parcial de 0-9. Sulejmanovic y Balvin han recibido los primeros balones, mientras que un Sergio Rodríguez titular ha demostrado que, si se le deja solo, puede llegar a anotar desde lejos.

El espectador neutral en vano ha mirado en busca del número 83 en los jugadores de oscuro, pero en lugar de ello se han encontrado con un equipo en apariencia trabajado, y en el que se han ido encontrando alternativas a Bouteille para buscar los puntos.

Por ejemplo, Tomeu Rigo ha vuelto reclamar algún minuto más y con responsabilidad en ataque, o Tyler Haws ha dado sus priemras muestras de tener buena mano desde la media distancia –y también de sus carencias en la labor defensiva, dicho sea de paso–. Rouselle, por su parte, ha ejercido de líder en esos primeros minutos, bien lanzando o repartiendo juego, pero con ideas claras en apariencia.

El Betis, por su parte, también ha dado muestras claras de que no ha perdido el tiempo en este parón de la Liga ACB. En primer lugar, ha dado vida a un Erick Green que, con 14 tantos en la primera mitad, ha demostrado el porqué de su pasado en la Euroliga, bien con Valencia Basket o con Fenerbahçe.

A falta de un AJ Slaughter acertado, el Green ha mantenido la requerida «disciplina de fuego» local, junto con unos peligrosos Nacho Martín o Mamadou Niang. De hecho, la impresión que ha dado el Betis es la de un equipo con mucha consciencia de sus limitaciones y que, por ende, sabe también qué jugadores dispone para hacer daño al rival.

Al menos la primera mitad ha ido igualada, sin que nadie haya podido escaparse.

Un «dos más uno» de Rouselle ha alejado a los hombres de negro con 31-36, pero entre Almazán y Jerome Jordan, el Betis no ha tardado en voltear el marcador.

Tras el 37-36, ha sido un triple de Rigo lo que ha devuelto el liderato a los de Alex Mumbrú al partido, aunque al descanso, una genialidad de Green, superando al debutante Quentin Serron con un cambio de mano después de un aclarado, ha dejado el marcador con 43-42.

Lo más preocupante de esta primera mitad ha sido la comentada retirada de Ben Lammers. A causa de un golpe en la cabeza contra el parqué, el pívot estadounidense ha sangrado de su frente y los servicios médicos del club bilbaino han preferido mandarlo directamente al vestuario para que fuera tratado con mayor calma y exactitud, lo cual ha cargado de algún minuto de más a Balvin, y también a un Iván Cruz que no le ha terminado de tomar el aire al partido.

Supervivencia sin premio

El Betis ha amagado la escapada en el comienzo del tercer cuarto. AJ Slaughter, que ha metido 12 de sus 14 puntos en la segunda mitad y el omnipresente Green –que ha vuelto a meter otros 14 tantos– han liderado un parcial de 11-3 con el que el cuadro andaluz se ha escapado hasta el 54-45. Mientras, los pupilos de Mumbrú se han obcecado en el triple –han acabado con 8 de 29 desde la larga distancia– en esos instantes, en especial un Kulboka que ha tenido un día aciago desde más allá de los 6,75 metros, con un 0 de 6 impropio de su buena mano.

Sin embargo, Rouselle ha tirado del carro para encontrar a diversos socios de cara a regresar al partido. Bilbao Basket ha perdido también un par de balones fáciles, pero a su vez ha encontrado en el camino varios puntos de Sergio Rodríguez y Haws, llegando al último cuarto con vida, con 64-60 en el marcador.

Ha sido una lástima, porque Bilbao Basket nunca ha dejado de remar en la dirección correcta. El cambio de cuarto ha traído, por otro lado, un cambio de concepto en el ataque, cebando a balones de Balvin y a Kulboka y Sulejmanovic desde la pintura.

Al tener mucho mayor acierto que desde lejos, Bilbao Basket ha conseguido igualar la contienda, pero se ha topado entonces con las canastas de talento de Green y Slaughter para mantener al Betis siempre por delante. Asimismo, Lammers ha regresado al juego, y aunque ha peleado en defensa, no ha sido ni sombra de lo que acostumbra, totalmente descentrado pese a fajarse con Jerome Jordan.

Un triple del debutante Serron ha supuesto la última ventaja de Bilbao Basket, 73-75, pero el cuadro andaluz ha encadenado un parcial de 5-0.

Los hombres de negro, pese a chocarse en demasía con la defensa rival, se ha arrimado hasta un 80-79 y, tras un tiro libre anotado por Jordan, ha dispuesto del balón para ganar.

Los de Curro Segura, empero, han sabido gastar su falta previa al bonus con inteligencia, con solo 3,9 segundos para el final, dejando una jugada para un «héroe».

Con mucho trabajo, los de Mumbrú han encontrado a Rafa Martínez, pero el triples del escolta catalán, muy exigido, ha caído muy lejos del aro, empañando quizás el carácter competitivo exhibido en los 40 minutos.