Pensionistas desconvocan, pero reprochan a Urkullu que se haya negado tres veces a recibirles
El movimiento de pensionistas de Hego Euskal Herria ha desconvocado la movilización prevista para mañana miércoles, 18 de marzo, ante Lehendakaritza, en Gasteiz, porque, aunque las razones para dicha manifestación «permanecen», quieren evitar los riesgos para la salud de las personas como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Tras más de dos años de movilizaciones, las coordinadoras de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa critican que Iñigo Urkullu se haya negado «por tercera vez» a reunirse con ellos, lo que les lleva a mostrar su «decepción e indignación por la falta de sensibilidad del lehendakari» respecto a los problemas que les afectan como personas pensionistas, así como por lo que consideran un «desprecio a los miles de personas» que participan en las movilizaciones que llevan a cabo.
Los pensionistas han asegurado que en su carta de respuesta a la peticiones del movimiento, el lehendakari les remitió a la reunión celebrada el 26 de marzo con la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, reunión que el colectivo valoró como «decepcionante».
En este sentido, han asegurado que les sorprende, que en la respuesta del lehendakari de la CAV no existan «compromisos tangibles» para «dar la vuelta al deterioro permanente de las pensiones públicas» y la privatización del sistema público; así como para «mejorar sustancialmente los ingresos de suficiencia» para las personas pensionistas y para eliminar la brecha de género en salarios y pensiones.
«Eludir compromisos»
A juicio del movimiento de pensionistas, el recurso a la falta de competencias «no es suficiente» para «eludir compromisos» que en otras ocasiones se han producido, pero el lehendakari no muestra, en el uso de sus competencias en asistencia social, «ninguna intención» de complementar hasta 1.080 euros la pensión mínima, «ni de dar paso alguno en ese sentido», comenzando por su equiparación con el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Según han indicado, si el lehendakari les hubiera recibido, le hubieran explicado «estas y algunas cosas más». Han asegurado también que les hubiera gustado conocer la opinión de Urkullu y le hubieran pedido «un apoyo expreso» a las reivindicaciones de un movimiento social «extraordinario» que lleva mas de dos años exigiendo «sus justas reivindicaciones y el derecho de las generaciones venideras a disponer de un Sistema Público de Pensiones que garantice pensiones públicas, dignas, justas y suficientes». En ese sentido, el movimiento ha reafirmado su «firme decisión de seguir en la calle» hasta conseguir sus objetivos.